El sabor de tu piel

Proyecciones

Dulce

El resto del fin de semana fue lindo, lo hicimos  sobre una manta bajo las estrellas cuando fuimos a tener un picnic, me llevó a una degustación  de vino donde después dimos rienda suelta a nuestro placer en el cuarto dentro de la tina que había. Pero una  semana había pasado y hoy iba nuevamente a mi terapia era viernes, habíamos avanzado mucho me había abierto más, contestaba sus preguntas, hablaba más de mi pasado, habíamos recurrido otras veces al método que me hacía enfrentarme a las cosas pero me decía que aún tenía mucha ira guardada que debíamos canalizarla y empezar a deshacer los nudos que tenía en mi interior, Christopher me pidió que fuera cómoda que hoy implementaríamos una técnica para sacar mi enojo, me había vestido con un pequeño short de mezclilla que cubría lo necesario, una playera en cuello V color negra junto con unas zapatillas deportivas Adidas y una gorra color rosa palido que combinaba con el ligero suéter que llevaba puesto, maneje hasta el consultorio donde margarita me recorrió con la mirada de arriba para abajo, siempre lo hacía y estaba casi segura que sospechaba lo que sucedía entre Christopher y yo, porque seguramente escucho todos mis gritos las veces que tuvimos sexo en La Oficina, está ocasión por primera vez me soltó una pequeña sonrisa, se la devolví y me dijo que el doctor me esperaba, toque la puerta, al abrirla vi cómo Christopher estaba en su escritorio con sus nuevo lentes de pasta lacoste que yo le había elegido mientras hacía unas anotaciones, guarde el forro de mis lentes dentro de mi bolso, camine hasta el escritorio

Dulce.- buenas tardes doctor- dije seductoramente extendiendo mi cuerpo por su escritorio- ¿le gusta la vista?- dije coqueta-
Christopher.- mucho, pero ahora tenemos que empezar con la terapia
Dulce.- pero llevo una semana deseando que me toques- dije- traigo una lencería nueva maravillosa que me compre pensado en ti

Los ojos de Christopher brillaron pero se detuvo

Christopher.- tenemos que iniciar con la terapia, dulce, lo prometiste, venimos trabajando bien, estoy seguro que muy pronto sabremos lo que te sucede
Dulce.- pero...- dije mirándolo con ojos suplicantes-
Christopher .- primero la terapia- dijo levantándose y caminando hasta su asiento habitual-
Dulce.- está bien- dije resignándome-

Me senté frente a él en el gran sofá que tenía, lo mire esperando a que comenzará con las preguntas, vi como tomaba su cuaderno de notas

Christopher.- bien, dulce, hay algún tema en particular que tú quieras abordar el día de hoy
Dulce.- no- dije mirando mis uñas- la semana transcurrió normal, no he sentido deseos de estar con nadie ni de tomar una copa de alcohol, deberías sentirte orgulloso de mi

Él sonrió un poco mientras hacía las anotaciones, levantó su mirada y supe que esto no sería bueno

Christopher.- entonces creo que llegó el momento que hablemos sobre un tema el cual evades cada vez que intento entrar ahí
Dulce.- no evado nada, no sé de que tema me hablas, hemos tratado todo: mis amigos, las personas con las cuales me he ido a la cama, problemas en la escuela, eso es todo
Christopher.- no dulce, no es todo, falta algo
Dulce.- ¿y que podría ser?- dije encogiéndome de hombros y poniéndome cómoda en el sofá-
Christopher.- se quitó los lentes para mirarme- tus padres
Dulce.- no hay problema con ellos doctor- dije sería- todo está bien
Christopher.- no todo está bien- dijo volviendo a colocarse los lentes- cada vez que llegas molesta aquí- dijo fijándose en sus anotaciones sospecho que es por causa de tus padres, porque no es por amigos, exparejas o trabajo así que lo único que encaja son tus padres dentro de la frustración con la que llegas

Suspiré mientras lo miraba, tenía razón pero no quería hablar sobre mis papás, para que, no valía la pena, ellos no existían para mí como yo no existía para ellos, así que ellos que tendrían que ver en todo esto, absolutamente nada.