El sabor de tu piel

Silla vacía

Christopher

Está revisando el expediente de dulce y haciendo las anotaciones pertinentes cuando la puerta se abrió de golpe, se veía hermosa con ese vestido pero si mirada transmitía tristeza, llego hasta donde yo estaba para sentarse sobre mi después me besaba apasionadamente pero note como sus mejillas estaban empapadas abrí mis ojos para notar como dulce cerraba los ojos mientras lágrimas seguían bajando de su rostro, la separe de mi tomándola por sus brazos para mirarla, obligándola a que abriera esos maravillosos ojos color almendra que me decían que había un millón de cosas por saber de ella...

Christopher.-¿dulce? ¿Que pasa? Háblame...- dije tratando de que ella saliera de ese trance en el que estaba-

Pero ella estaba metida en lo que en ese momento era su prioridad en quitarme la camisa, dulce no me hablaba solamente estaba besando mi cuello mientras abría los botones de mi camisa, me excitaba todo lo que estaba haciéndome pero tenía que pararla necesitábamos hablar e iniciar con la terapia, en ese momento la separa nuevamente siendo un poco más brusco, ella me miró con sus grandes ojos mientras sus mejillas estaban rojas y empapadas por el llanto

Dulce.- te necesito- dijo suplicando-
Christopher.- dulce, dime qué sucede, ¿por qué estás así?- dije acariciando su mejilla tiernamente-
Dulce.- no lo entenderías...-suspiro- solo dame lo que quiero...- dijo bajando su mano por mi pecho-
Christopher.- tome su mano- detente

La mire a los ojos mientras ella con su mirada me suplicaba que la hiciera mía, en ese momento la jale hacia mi pecho para abrazarla fuertemente mientras le susurraba en el oído y acariciaba su cabello

Christopher.- todo va a estar bien- dije mientras ella lloraba sobre mi hombro- todo se solucionara
Dulce.- no, nada...- dijo llorando aun más mientras se abrazaba a mí fuertemente-
Christopher.- yo te ayudaré dulce, todo tiene solución- dije mientras la separaba un poco de mi- pero debes poner de tu parte con la terapia para que sepa que es lo que tienes y así resolver todo cariño- dije besando su mejilla-

Ella asintió con la cabeza mientras suspiraba y jalaba aire con la nariz, le sonreí tiernamente se veía tan hermosa, tan frágil que solo tenía ganas de abrazarla para protegerla de todos sus demonios y borrarlos de su memoria, quería mostrarle lo maravillosa que puede ser la vida, demostrarle todo lo que ella vale...

La cargue mientras ella enredaba sus piernas en mi cintura para después sentarnos sobre el mueble, se separó un poco para darme un corto beso en los labios, le sonreí tiernamente para después acariciar su mejilla

Christopher.- me muero por estar contigo- dije depositando un beso en su cuello-

Ella estaba más tranquila, solo quedaban sus mejillas enrojecidas y sus ojos hinchados

Dulce.- entonces hazme tuya- dijo acariciando mi cuello- mi cuerpo se muere por sentir tus caricias
Christopher.- después de la terapia, hacemos lo que quieras cariño- dije acariciando su cintura- ahora podrías sentarte porque estas poniéndome duro moviéndote de esa forma

Ella río por lo bajo para después quitarse de mis piernas y sentarse al lado mío mientras se acomodaba si vestid, limpio sus ojos junto con las mejillas que aún tenían rastros de lagrimas que había bajado por ahí, estaba mucho más tranquila que hace unos momentos pero aún así su respiración se cortaba por parte, me levante acomodando mi camisa mientras caminaba a mi escritorio para tomar mi libreta de apuntes, caminaba mientras anotaba "Dulce María Saviñon" , me senté justo enfrente de ella, se mostraba algo incomoda

Christopher.- bien dulce, entonces estarás dispuesta a que te ayude, dejaremos los juegos de seducción de lado para comenzar realmente con la terapia