Dulce
Mi padre veía serio a Christopher, al parecer mantenían una plática profunda, lo veía mientras empujaba la silla de ruedas hasta el auto; se veía tan guapo con sus jeans ajustados y su camisa color azul acompañada de una rompe vientos color negra, sentía como mi estómago se contraía de emoción de sólo verlo, era tan perfecto, solo faltaban sus lentes para que acabara derretirme pero antes de que pudiera seguir fantaseando con la idea de Christopher el sonido de una motocicleta encendiéndose cerca de nosotros nos distrajo por completo, todos giramos para ver el sonido que estaba tan cerca, la moto se detuvo justo al lado de nosotros
- ¿Listo para irse?- escuche la voz de Nicolás justo detrás mío-
Marina se acercó rápidamente a donde yo estaba para pegarme nuevamente en mis costillas
-Esa chamarra de cuero le sienta perfecto- dijo sonriendo- y los lentes termino de ponerme caliente-
- ¿Podrías dejar de pensar en el doctor de esa manera?- la mire con un toque divertido- no se puede ver tan bien
- Míralo tú misma- dijo tomándome de los hombros mientras me giraba para ver yo misma al doctor-¡Cuanta razón tenia! Verse de esa manera debería de ser penado, la chamarra de cuero se ajustaba a sus músculos, lo lentes de aviador le daban el look exacto de chico malo pero cuando lo veías dentro del hospital era como el niño bueno, era tener a dos hombres al mismo tiempo, Marina y yo lo devorábamos con la mirada, verlo de esta mane a debería de ser pecado, ¡no, no!, más bien verse así de bien debería de ser ese el pecado, él era el culpable de que estas dos estuvieran aquí babeando por él. La voz de Christopher nos sacó de nuestro letargo de fantasía.
- Podrían hacerse aún lado para subir al papá de dulce- dijo en tono molesto-
- ¿Qué? Si claro- dije saliendo de mis pensamiento, tome a Marina del brazo, ella me jalo hasta donde estaba Nicolas- ¿qué haces?- pregunte mirándola-
- Dándote un pequeño empujón- dijo sonriendo- iremos a ver al doctor sexy- caminó más a prisa-
- Me meterás en problemas- dije en un susurro- recuerdas no puedo salir con nadie según instrucciones de tu hermano-
- Al cuerno con Christopher- dijo riendo- solo será una cita, no tendrás sexo, eso no está prohibido-Antes de que pudiera responder estábamos frente a Nicolás pero antes que pudiera huir la gran bocota de mi amiga se abrió.
- ¿No te gustaría invitarle a dulce un café un día de estos?- pregunto directamente a Nicolás-
- Es lo que llevo deseando desde hace unos días- dijo mirándome- pero no lo creía adecuado, soy el doctor de su papá-
- De su papá, tu lo dijiste- dijo tocando su hombro- creo que dulce necesita distraerse, así qué tal vez deberías animarte- se dio media vuelta y nos dejo completamente solos-
- Yo...-dije un tanto nerviosa, mi amiga me metió en un aprieto-
- ¿Y a ti dulce te gustaría? - dijo tocando un mechón de mi cabello-
- No tienes porque hacerle caso a Marina, alguna veces es algo impulsiva- justificaba a mi amiga frente a Nicolás-
- No dijo nada que no fuera cierto- me miró serio- en verdad quiero invitarte un café algún día-
- No lo se- dije dudosa- con todo lo de mi papá no se si tenga tiempo y también bueno, ese que ves ahí- dije inclinando mi cabeza señalando a Christopher- es mi psiquiatra y tengo un problema que estoy tratando por lo que no puedo tener citas...- dije nerviosa- Tal vez ahora deberías salir huyendo-
- ¿Por que razón voy a huir?- dije mirándola- tu decides dulce, no será una cita, solo un café, solo eso...-
- Está bien- dije sonriendo, tome su mano mientras que con la otra sacaba una pluma de mi bolso, anoté mi número telefónico- llámame cuando quieras ese café-Él se acercó a mi mejilla y depositó un beso mientras murmuraba "pronto", se colocó el casco y lo vimos partir por el estacionamiento, entonces dos suspiros sonaron en el lugar el mío y el de Marina.
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El sabor de tu piel
FanfictionDeseo y amor Queda completamente prohibida su reproducción total/ parcial o adaptación por cualquier medio. Todos los derechos reservados.