El sabor de tu piel

Revancha

Dulce

Bien merecido se tenía Christopher lo que le hice esta noche, me tenía olvidada desde hace más de una semana pero me sentía un poco mal por como lo deje. Me recosté en la cama mientras me remordia un poco la conciencia mis ojos se estaban cerrando cuando un mensaje llegó a mi celular, solté una pequeña risa pensando en que probablemente era Christopher reprendiendome.

Marina a Dulce

Te necesito mañana a las 10:00 am lista, necesito que me acompañes a comprar ropa. ¡Es súper urgente!

Dulce a Marina

¿Qué es tan urgente?

Marina a Dulce

Tengo una fiesta y necesito un súper vestido así que tienes que ayudarme, no acepto un no por respuesta así que te quiero lista.

Dulce a Marina

Muy bien, estaré lista a las 10:00 am. Descansa

Marina a Dulce

Eres la mejor, te quiero

Sonreí mientras ponía el celular a cargar sobre mi buró, mi celular volvió a vibrar y lo tomé tal vez era Marina pidiendo algo más de última hora.

Christopher a Dulce

Cariño será mejor que bajes tu dulce y hermoso trasero a la puerta de tu casa o me veré obligado a buscar tu ventana y subir hasta tu cuarto.

Dulce a Christopher

Me gustaría verte intentarlo y no bajaré estás castigado por abandonarme tanto tiempo

Christopher a Dulce

Sabes que estoy pensando como castigarte por dejarme esposado a la silla así que si no quieres que el castigo sea peor sera mejor que bajes, te doy un minuto antes de que toque el timbre como loco.

Sonreí al ver la amenaza de Christopher y definitivamente no iba a bajar aunque moría por hacerlo pero esto le enseñaría a no ignorarme y como pensaba que mi papá estaba en casa seguro no se atrevería a tocar, reí pensando en la cara de frustración que tendría justo ahora me acomode en mi cama dispuesta a dormir, el minuto había pasado para ser exactos fueron cinco minutos lo que me hizo pensar que Christopher se había ido a dormir con un dolor en su entrepierna, cerré mis ojos dispuesta a caer en un profundo sueño ya que el día en el trabajo y mi juego había sido agotador pero antes de que pudiera caer en los brazos de morfeo el timbre de la casa comenzó a sonar constantemente, me levanté rápidamente pensado que levantaría a las personas que trabajaban con nosotros así que baje con mi pequeña pijama de tirantes de seda color negra con encaje alrededor que apurado y cubría algo de mi cuerpo, cuando llegue al primer piso una de las chicas del servicio estaba llegando a la puerta.

-Yo abro, puedes irte a dormir- le sonreí, ella brinco asustada-
-Señorita...- me dice poniendo una mano en su pecho-
-Ve a  dormir, probablemente sea mi papá que llega de su cena de negocios aunque pensé que llegaría más tarde- dije fingiendo ya que sabía que mi padre llegaría pasada la media noche y apenas eran las 9:00 pm- tu ve a dormir, yo me encargo-

Ella asintió y la vi salir del recibidor para ir rumbo a su cuarto, abrí la puerta furiosa por el ruido que estaba causando, apenas abrí la puerta me encontre con la sonrisa cínica de Christopher.

-¿Qué pasa por tu cabeza?- digo poniendo mis manos en la cintura- podría ser mi papá el que abriera-

-Era un riesgo que estaba dispuesto a correr- sus ojos recorrieron mi cuerpo y vi como se mordió su labio inferior- ¿Lista para tu castigo?