Una nueva vida

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Dulce

¿Enamorado? No, no podía estar diciéndome eso, tal vez estaba alucinando yo o tal vez solo lo decía para lograr que hablara, jugué con mis manos y baje mi mirada para evitar verlo a los ojos pero antes de que pudiera hacerlo por completo Christopher levanto mi cara para verme directamente sus ojos tenían un brillo extraño y como si me leyera la mente se acerco a mis labios

-En verdad estoy enamorado de ti- me deposita un suave beso en los labios- solo puedo pensar en estar contigo, cuidarte y decirte que quiero ser todo para ti- murmura cerca de mi boca- por favor dime que me crees-
-Christopher- cierto mis ojos para evitarlo- no me tengas...-pero antes de que continúe él me detiene-
-No te tengo lastima- aprieta sus dientes-  ni siento pena- me besa nuevamente- te quiero dulce, en verdad lo hago, toca mis manos uniéndolas con las suyas solo quiero verte bien y me encantaría ver esa sonrisa hermosa que me hipnotiza, quiero ver a esa Dulce llena de vida que me hace sentir en casa. Quiero llenarte de detalles, cariño , mimos, quiero caminar contigo de la mano sin que seamos juzgados por tu familia o mi familia es por eso que necesito ayudarte porque cuando finalices la terapia tu y yo tendremos una cita como cualquier persona normal, no andaremos escondiéndonos-
-Yo no merezco que me...-y nuevamente antes de que dijera algo más Christopher me interrumpió pareciera que me leía la mente-
-Mereces ser amada y voy a convertirme en el hombre que te mereces, te enseñaré cómo es sentirse querida y protegida- sonríe mientras me mira- te enseñaré lo que es el amor Dulce-
-Yo no sé si pueda darte lo que tú quieres- mencionó- no sé cómo querer a una persona- me pongo nerviosa y juego con mis manos soltándome de él- me da miedo fallarte, tal vez no soy la clase de mujer que te merece-
-Dulce deja que yo decida lo que merezco y créeme cuando te digo- me detiene las manos y entrelaza las suyas con las mías- que tú eres lo que yo quiero, eres una mujer extraordinaria, fuerte, capaz, segura, cariñosa, amorosa y me tienes loco por completo- sonrío y él me mira- también tenemos el plus de que logras ponerme duro en menos de un minuto porque ese cuerpo que tienes créeme que me enciende- se acerco más a mi cuerpo aprisionándome contra la cabecera de la cama para después besarme apasionadamente sus manos bajaron hasta mi cintura para levantarme puse mis piernas alrededor de su cintura estábamos sentados besándonos cuando Christopher se separo- me vuelves loco, solo con tocar esos dulces labios o con tan solo verte todo es diferente- pone su frente sobre la mía- por favor dime que aún estás enamorada de mi-
-Yo...-murmuro lentamente y después levanto mi vista para verlo, deposito un beso corto en sus labios- Lo estoy o al menos eso es lo que dice tu hermana que es- sonrío como tonta-
-No sabes cuánto tiempo espere para volver a escuchar esto- me aprieta contra su cuerpo- me volvía loco cada vez que veía algún tipo cerca de ti o tratando de seducirte- sonríe- pero ahora se que solo tienes ojos para mi como yo para ti preciosa- toma mis mejillas- ¿me quieres?- pregunta cerrando sus ojos-
-Demasiado, te quiero demasiado Christopher- susurro-
- Entonces necesito pedirte algo- dice serio mirándome, yo asiento- tienes que curarte y tomar las terapias como es debido, si quieres puedo dejar de ser tu psiquiatra y puedo recomendarte con algún colega- menciona mirándome-
-No, no- me apuro a decir- No quiero a nadie mas que a ti, yo se que podrás ayudarme- sonrío sincera- y lo haré por ti y por mi, porque quiero ser esa chica que tú ves-
-Esa chica está aquí, a mi lado- subo mi mano hasta su cabello y lo acaricio-
-Entonces estoy preparada- sonrío- hablemos de cuánto he leído del diario de mi madre-

Él me baja de su regazo y me coloca sobre la cama, regresa a la posición en la que estaba al principio sobre la silla observándome, estiró mis piernas sobre la cama suelto un suspiro

-He leído gran parte de ese diario- miro mis manos- mi mamá no me quería, nunca lo hizo siempre me trató mal, recuerdo un día que hizo que tropezara en la sala y me partí mi labio, ella fingió ser una madre amorosa cuando mi padre corrió para auxiliarme pero en cuanto ella le dijo que estaría bien que fuera a trabajar me dejo en medio de la sala llorando, mi mente lo había bloqueado pero lo recordé cuando mencionó en el diario "hoy tuve que fingir ser una madre amorosa después de provocar que se cayera en la sala" entonces volvió todo de golpe, el sabor de sangre en mi lengua, mi llanto desesperado por largo tiempo hasta que llegó la chica que me cuidaba, no le interesaba, no le importaba lo que sucediera conmigo simplemente le importaba mi padre y su estilo de vida, tal vez tenía razón, tal vez soy un estorbo- sollozo-
-No eres un estorbo dulce- toca mis manos- dime ¿que te gustaría decirle a tu madre?-
-No lo se, me siento confundida, no se que debo sentir una parte de mi se siente triste y la otra siente unas ganas inmensas de reprocharle todo-
-Es justo lo que sientes al final era tu madre- asiento con la cabeza-

El sabor de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora