Pásala ¡FENOMENAL!

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Christopher

¿Que había salido de mi boca? ¿Por que había dicho eso? ¿Como saldría ahora de la situación?

Marina.- ¿que?- dijo mirándome con los brazos cruzados- ¿y tú quién eres para decir a dónde dulce puede ir o no?
Christopher.- bueno...-rasque mi cabeza- yo soy su psiquiatra y no es bueno que salga

Dulce sonrió con burla detrás de mi hermana, yo la miré con un poco de reproche.

Marina.- ¿causa algo a su terapia?
Christopher.- bueno...-dije pensando- Dulce.-no- dijo ella de repente- lo único que no puedo es tener sexo
Marina.- oh bueno, yo te cuidaré para que eso no pase- donó girándose a dulce- ahora vámonos, que tengo ganas de unos caballitos
Dulce.- ¡vamos! Hasta mañana doctor- dijo mirándome con una sonrisa en los labios-

¡Se había ido! Con mi hermana tomar, cuando yo le había propuesto que se quedara en mi casa, furioso metí al consultorio para recoger algunos archivos que me llevaría a casa para trabajar, al llegar a casa me metí en el despacho a trabajar de lleno pero mis dedos no aguantaron y fueron directos a teclear un mensaje a dulce

Christopher a dulce
Quería que pasarás el fin de semana conmigo encerrados haciéndote mía, recorriendo cada parte de tu hermoso cuerpo mientras veo a través de mis ojos como te corres intensamente para mí, quería saborear cada parte mientras te retorcías debajo mío

Espere un par de minutos pero no tuve repuesta, decidido envié otro

Christopher a dulce
Quisiera darte calor esta noche con mi cuerpo pero preferiste ir con Marina, quería oírte jadear mi nombre mientras nos corremos juntos, espero el tequila de esta noche te de el calor que necesitas

Envié el mensaje otra vez esperando encontrar una respuesta pronto pero media hora después nada ocurría así que furioso, tome mi celular nuevamente pero no para escribir otro mensaje caliente para "mi intensa", tal vez si era un mensaje caliente pero de esos llenos de enojo

Christopher a dulce
¡¿Donde estás?! ¿Por que no contestas? Seguramente...no quiero ni pensarlo, quería que esta noche estuvieras conmigo pero sabes que olvídalo. ¡Estoy furioso! Seguramente te estás divirtiéndote a lo grande. Pues bien pásala ¡FENOMENAL! Que yo la pasare igual

Pulse enviar y contuve un minuto la respiración tratando de calmarme pero no funcionó, me serví una copa de tequila y lo de guste mientras escribía los archivos de mis pacientes. No sé cuánto tiempo estuve así hasta que el sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, ¿quien podía ser a esa hora? Tal vez algo había pasado con Marina y Dulce, me levante apresurado pero al abrir me encontré con una castaña de ojos almendra con una sonrisa seductora

Dulce.- ¡doctor! ¿Me invitara a pasar?- dijo coqueta mientras ponía su mano en mi cuello-

Traía la misma ropa que en la consulta, había ido a un bar con ese microshort que apurado...¡no!...no dejaba nada a la imaginación, respire pero no podía controlarme, seguramente todos la habían visto, habían visto esas piernas torneadas y de color canela que me volvían loco, habían visto ¡lo que era mío!. La tome por los brazos y la metí rápidamente al departamento, cerré la puerta pero cuando me giré estaba dulce empezando a levantar su playera

Christopher.- ¿que haces?- dije mirándola-
Dulce.- desvistiéndome para comenzar nuestro fin de semana con buen pie
Christopher.- no- dije negando con la cabeza y bajando su playera- estoy demasiado molesto, no tendremos nada, sólo dormirás aquí en el cuarto de visitas, te atreviste a ignorar mis mensajes mientras otros hombres te veían
Dulce.- estaba con tu hermana, seguro preguntaría quién era y después intentaría quitarme el celular para ver con quien me escribía
Christopher.- pero podías ir la baño y contestarme de ahí- dije furioso- no hay más que hablar, voy a trabajar al estudio, ve a dormir
Dulce.- me voy entonces- dijo ella muy digna-
Christopher.- no te puedes ir- dije tomándola del brazo cuando pasó por mi lado-
Dulce.- mírame hacerlo, cabezota- dijo mirándome-
Christopher.- tomaste, no te dejare irte así, ahora ve al cuarto
Dulce.- ¡no!- dijo soltándose de mi- me voy

El sabor de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora