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N/A: Ya saben que hacer, cuando aparezcan los * centrados reproduzcan la canción.

-¿Quieres hacer algo?- me preguntó luego de un rato recostados en el sofá sin hacer o decir nada, levanté la cabeza de su pecho y lo miré confundida

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-¿Quieres hacer algo?- me preguntó luego de un rato recostados en el sofá sin hacer o decir nada, levanté la cabeza de su pecho y lo miré confundida.

-Son como las cuatro de la mañana- me reí haciéndolo reír también.

-En realidad son las dos menos cuarto...- me corrigió mirando el reloj en su muñeca.

-¿Qué quieres hacer entonces?- pregunté sentándome a su lado, lo vi incorporarse y sonreír de una forma bastante peculiar que desconocía hasta ese momento.

-Ve a cambiarte, ponte algo cómodo, ya sé a dónde vamos...- me miró antes de dejar un beso en mi mejilla.

-Rugge ¿qué estás pensando?- pregunté confundida pero aun así sonriendo.

-Solo hazme caso, ve- dijo apresurándome, yo asentí aun un poco sorprendida pero me alejé de él en el sofá en dirección a la habitación.

A medio camino me giré en mi lugar y lo observé ponerse de pie y apoyarse en la ventana con vista a la ciudad, sus hombros estaban levemente caídos y su cabeza gacha, sabía que estaba pensando en nuestra conversación y mi corazón se hundió en mi pecho al saber que él estaba soportando un dolor que yo no podía ni comenzar a comprender. Lo llamé haciéndolo girar en su sitio y cuando su mirada se fijó en la mía comencé a caminar rápidamente hasta él y lo atraje a mis labios en un movimiento apresurado, fue un beso corto y rápido pero más que suficiente para despertar a mi cuerpo por completo.

-¿Y eso?- preguntó sonriendo ampliamente.

-Porque quiero y porque puedo...- repetí las palabras que me había dicho tiempo atrás, sonrió ampliamente y se inclinó para dejar un casto beso sobre mis labios nuevamente.

-Date prisa que se hace tarde- rió contagiándome al instante mientras me alejaba corriendo hasta la habitación.

Abrí la maleta con rapidez y saqué varias prendas buscando algo "cómodo" como él me había dicho, un par de shorts de jean y un top manga larga negro ajustado fue lo que conseguí antes de lanzar la ropa a la cama y comenzar a desvestirme, de repente se me ocurrió que quizás podría necesitar otra cosa así que asomé la cabeza por la puerta y lo busqué con la mirada.

-¿Crees que necesite llevar otra cosa?- pregunté al aire porque no lo encontré en mi reducido campo de visión.

-¿Algo como qué?- preguntó asomándose por el pasillo desde la cocina.

-No lo sé, tú eres el que sabe a dónde me estas llevando- me encogí de hombros, me miró durante varios segundos antes de sonreír y negar con la cabeza.

-Solo lleva ropa interior...- su mirada me dejó perpleja haciéndome sonrojar de inmediato antes de asentir.

No es como si yo pensara ir desnuda.

Luces de Roma [RUGGAROL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora