Desde que bajamos de la rueda de la fortuna no había podido dejar de reírme y sonreír como tonta a todo lo que Ruggero decía, me encontraba en un estado de euforia total y parecía que todos los problemas y confusiones que había tenido alguna vez habían desaparecido con su sola llegada a mi vida. Marco dijo algo que nos hizo reír a todos haciendo que inclinara mi cabeza en el pecho de Ruggero sentado a mi lado en la mesa de comidas, tenía su brazo alrededor de mí en un semi abrazo mientras decía algunas cosas a su primo y Gianna y yo me quedaba ahí perdida en su perfume y el calor de su cuerpo; Fabrizzio y Mia habían desaparecido después del paseo en la rueda de la fortuna y aunque sabía que en cualquier momento volvería a aparecer no había nada en ese momento que pudiese apagar mi felicidad.
-Vamos a dar una vuelta, ya venimos- me susurró Gianna poniéndose de pie con Marco y alejándose de nosotros entre risas tomados de la mano.
Miré a Ruggero sonriéndole levemente y dejando un beso en su mejilla antes de que inclinara su cabeza al otro lado invitándome a caminar con él, me puse de pie con su ayuda y comenzamos a movernos en ninguna dirección especifica mientras hablábamos de cosas tontas y sin sentido, con él habían una decena de cosas de las que podíamos hablar de forma seria pero también habían una decena más de cosas sin sentido de las que podíamos hablar y reírnos juntos; en el corto tiempo que llevábamos conociéndonos había aprendido tanto de él y de sus gestos que me sorprendía a mi misma memorizándolos de vez en cuando e incluso prediciendo qué haría antes de que lo hiciera.
Me guiaba en una dirección que no conocía pero realmente no me importaba a donde nos dirigíamos, estaba hablando acerca de algunas travesuras que él y su primo Marco hicieron de pequeños cuando escuché mi nombre siendo pronunciado con un marcado acento italiano haciendo que nos giráramos en nuestro lugar.
-Karol- Mia estaba de pie mirándome con una expresión que no supe identificar haciendo que algo en mi cuerpo se pusiera en alerta de inmediato.
-¿Necesitas algo?- pregunté tratando de no sonar grosera pero descubriendo que fallé miserablemente cuando Ruggero me dio un leve apretón en el hombro.
-Necesito hablar contigo- me tensé de inmediato pero asentí, sea lo que sea que quería decirme lo escucharía si eso significaba aminorar las punzadas de celos que sentía cada vez que la veía.
Él soltó su agarre sobre mis hombros con renuencia antes de dejarme ir con Mia, durante lo que parecieron horas, pero no fueron más que minutos, estuvimos caminando en un total silencio incomodo alrededor de la feria, yo esperaba tratando de reunir toda mi paciencia pero la verdad es que con cada segundo que pasaba se iba agotando; los nervios me atacaban y un vacío se instaló en mi pecho cuando la escuché carraspear y tomar una respiración profunda a mi lado antes de hablar.
-Supongo que ya sabes lo que siento por Ruggero- su tono era indiferente y ni siquiera me miraba pero sus palabras calaron hondo en mí.
-Algo así...- respondí fijando mis ojos en una mujer y una niña tomadas de la mano mientras caminaban sonriente a un par de metros de nosotras.
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Luces de Roma [RUGGAROL]
FanfictionUna noche en Londres, siete días en Roma y un poco de libertad fue todo lo que Karol necesitó para enamorarse de Ruggero. Siete días en su ciudad, una noche en una discoteca y las luces de Roma en lo alto de una montaña fue todo lo que Ruggero neces...