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Las sabanas estaban frías a mi lado cuando desperté esa mañana, miré a mi alrededor buscando los ojos cafés y la sonrisa torcida que tanto me gustaban pero no la encontré por ningún lado en la habitación, hice las sabanas a un lado y me puse de pi...

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Las sabanas estaban frías a mi lado cuando desperté esa mañana, miré a mi alrededor buscando los ojos cafés y la sonrisa torcida que tanto me gustaban pero no la encontré por ningún lado en la habitación, hice las sabanas a un lado y me puse de pie estirándome antes de acercarme hasta la sala de estar y encontrarlo con su guitarra en mano y un lápiz entre sus dientes; incluso haciendo las cosas más pequeñas y simples me maravillaba observándolo, era como si me atrajera a él de la misma manera que un imán al metal y yo simplemente no podía evitarlo. Sonreí levemente observándolo garabatear sobre una hoja de papel una melodía que tarareaba y luego probarla en la guitarra completamente concentrado y sumido en su tarea, regresé a la habitación y fui directo al baño con una sonrisa tonta pegada en mi rostro.

Era inevitable, estaba jodidamente enamorada de él.

Me lavé la cara y cepillé mis dientes y cabello con rapidez sin prestar mucha atención a lo que sucedía a mi alrededor, estaba distraída tarareando la misma melodía que él había estado tocando con su guitarra mientras me movía alrededor de la habitación acomodando y recogiendo nuestras cosas; el suelo de madera se sentía frío bajo mis pies a medida que me acercaba a la mesa de noche para revisar mi teléfono. No habían llamadas perdidas, lo que resultó un alivio, pero si una gran cantidad de mensajes, suspiré y me senté en la cama con el aparato en mano para comenzar a revisarlo sin prestar mucha atención en realidad a lo que estaba haciendo; tenía varios mensajes de Kathia y otros de mamá preguntando cómo estaba o si la estaba pasando bien, tenía al menos cinco mensajes más de Will y varios otros de chicas que había conocido en las fiestas de té a las que asistía por Grace, la mayoría de esos eran completamente irrelevantes y absurdos.

Bufé por lo bajo continuando con la revisión hasta detenerme en un número desconocido que llamó mi atención de inmediato, había una gran cantidad de mensajes y todos eran con asuntos que no tenían nada que ver conmigo, recorrí toda la bandeja de entrada hasta conseguir el primero y lo abrí con rapidez tratando de entender de qué se trataba, tratando de convencerme a mí misma que lo que estaba ahí escrito no era más que una broma ridícula y de mal gusto.

Mi respiración se atoro en mi pecho y mi corazón comenzó a latir desbocado cuando leí las primeras palabras.

"Buenas tardes Srta. Sevilla, mi nombre es Alice Cooper y seré su asistente y organizadora de boda. Se me ha informado acerca de su actual estatus de vacaciones pero la Sra. Van Der Wood ha sido muy específica con las peticiones para la boda y la recepción, por lo que estaré informándole de las posibles opciones y arreglos que se vayan realizando en su ausencia."

Mi cabeza comenzó a dar vueltas y me sentía mareada, cómo si me faltara la respiración a medida que leía cada uno de los mensajes, flores, servilletas, obsequios, locaciones, sacerdotes e incluso diseñadores de modas aparecían en cada uno de ellos recordándome que aunque estuviese a miles de kilómetros Grace seguía teniendo el control de todo. Dejé escapar un suspiro tembloroso bloqueando el teléfono mientras trataba de hilar cada uno de mis pensamientos y posibles formas de actuar, necesitaba resolver la situación y hacerlo ahora, me negaba a volver a Londres y terminar nuevamente encerrada y atrapada en las obligaciones de Grace y su alta sociedad.

Luces de Roma [RUGGAROL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora