La mañana del evento en la galería desperté enrollada encobijas y las piernas de Kathia en la habitación de huéspedes, eran solo las ocho de la mañana pero ya habían voces y personas circulando por la sala de estar cuando salí para buscar algo de desayunar; Will estaba sentado junto a su madre en el sofá mientras intentaba explicarle algo que no pude entender por lo que los ignoré y arrastré mis pies hasta la cocina para buscar algo de comer, sobre la encimera habían varios tazones con frutas o panqueques pero la verdad nada de eso me apetecía así que solo tomé un plato hondo y le puse algo de leche y cereal.
Me senté en la banca mirando a mi alrededor, como la gente iba de un lado a otro armando en el medio del apartamento lo que iba a convertirse en una especie de peluquería, rodé los ojos y continúe masticando con fastidio y cansancio, no veía la hora de volver a dormir y eran solo las ocho de la mañana; Kathia apareció por la puerta con la marca de la cobija en su rostro haciéndome reír levemente mientras la veía servirse un par de panqueques en un plato.
-¿Estás lista para esta noche?- habló con voz pesada.
-No pero no es como si tuviese elección- respondí dejando el plato vacío a un lado y recostándome sobre la encimera.
-¿Y todo eso es solo para nosotras?- preguntó mientras veía a un grupo de mujeres uniformadas entrar cargando los costosos estuches de joyería y vestidos.
-Ajam- ella no dijo más nada y terminó de comer con la vista perdida en todo lo que estaba sucediendo alrededor.
Durante lo que parecieron siglos estuve sentada en una silla alta con decenas de personas a mí alrededor siguiendo órdenes de qué era lo que Grace quería, nadie me preguntó a mí, ni una sola vez, qué quería. El cabello me lo habían cambiado al menos tres veces y el maquillaje también porque ella simplemente no estaba conforme con nada y para cuando llegó la hora de irnos casi tuve que gritar solo para levantarme de la silla y poder ir a cambiarme.
Al entrar a la habitación estaba Will frente al espejo terminando de arreglar su perfecto y elegante traje, llevaba el cabello peinado a un lado como la noche que lo conocí y se había rasurado; le sonreí con los brazos cruzados recostada al marco de la puerta y cuando se giró pude ver la expresión cansada en su rostro, su madre no lo había dejado en paz durante semanas con cosas relacionadas al negocio familiar y yo no lo había mejorado el día de ayer. Me miró y extendió sus brazos para dar una vuelta como si estuviese modelando para mí.
-¿Qué tal me veo?- preguntó acercándose al closet para sacar su abrigo.
-Te ves genial, yo por mi parte aun llevo pijamas- me reí mirándome, él se unió a mis risas y se acercó a mí.
-Siempre me gustaste más en pijama y sin tanto maquillaje- susurró antes de dejar un beso en mi frente y salir de la habitación para permitirme cambiarme.
Suspiré pesadamente y cerré la puerta mientras me acercaba al vestido Marquesa en un maniquí junto al espejo, lo miré fijamente durante varios segundos con la esperanza de que esta fuese la última vez que me vería forzada a usar algo como eso para un evento de la "alta sociedad". Unos leves golpes en la puerta me hicieron salir de mi burbuja de pensamientos y al abrir la puerta me encontré con Kathia enfundada en un sencillo vestido suelto de seda plateada con tiros finos, llevaba el cabello suelto y en ondas a un lado de su cabeza y los labios de un color rojo sangre.
ESTÁS LEYENDO
Luces de Roma [RUGGAROL]
FanfictionUna noche en Londres, siete días en Roma y un poco de libertad fue todo lo que Karol necesitó para enamorarse de Ruggero. Siete días en su ciudad, una noche en una discoteca y las luces de Roma en lo alto de una montaña fue todo lo que Ruggero neces...