Estaba a punto de cometer la locura más grande que se podría cometer, no es como si yo no hubiese hecho estupideces antes pero cualquiera diría que esta era la más grande de todas. El boleto de avión con destino a Roma parecía pesar cada vez más en mi bolsillo a medida que caminaba hacia la casa que aun compartía con Will, el Audi que tanto adoraba estaba estacionado en el frente llamando la atención como todo lo que los VanDerWood hacían. Tomé una respiración profunda y abrí la puerta, no estaba segura de que se suponía iba a decir o cual sería el giro que tomaría mi vida en los próximos minutos pero de lo que si estaba segura era de que nunca había estado tan decidida a algo y aunque luego volviera tragándome mi orgullo junto a todos los que una vez me llamaron loca y pidiendo perdón correría el riesgo.
Esto valía el riesgo.
La puerta de madera fina frente a mí fue lo primero que vi al bajar del ascensor pero lo que resonaba en todo el pasillo eran los gritos de Will que parecía estar teniendo una guerra con su madre, sin mucho más tiempo que perder toqué la puerta y en menos de cinco minutos después él estaba abriéndome la puerta, aun llevaba la camisa y el pantalón del traje pero ya no llevaba su saco y solo usaba medias en los pies, me miró con una expresión seria mientras se hacía a un lado para dejarme entrar; la mirada gélida de Grace impactó con la mía de inmediato haciéndome temblar.
-¡Todo este desastre es tu maldita culpa!- dijo señalándome y acercándose a mí con la furia y potencia de un huracán.
-¡Mamá!- la llamó Will pero ella no le prestó la más mínima atención.
-¡Desde el momento en que Will se apareció en casa y te vi supe que serias un problema! ¡Que destruirías todo lo que con tanto trabajo construí!- gritó mirándome fijamente.
-¡¿Un problema?! ¡Si soy un problema ¿Por qué demonios me obligas a casarme con él?!- pregunté exasperada.
-¡Porque no voy a permitir que lo humilles! ¡Que deshonres a nuestra familia!- no entendía que demonios estaba sucediendo pero había tenido suficiente con la noche anterior.
-¡Se acabó! ¡No pienso permitirle una humillación más! ¡Estoy cansada de todo esto y de tener que complacerla todo el tiempo! ¡Esto se acabó!- grité con desesperación cansada de todo.
-¡Tu aquí no tienes una opinión! ¡No eres nada!- me respondió con burla.
-¡Basta madre!- gritó Will sorprendiéndome en mi lugar.
-¡¿Vas a permitirle semejante humillación William?! ¡Huyendo de la fiesta para irse con quien sabe quién como una prostituta!- la respiración se atoró en mi pecho ante sus palabras.
Ella me había descubierto.
-¡Deja de hablarle de esa manera a Karol! ¡Ella no tiene nada que ver en la discusión que estamos teniendo tú y yo! ¡Joder madre ella y yo ni siquiera estamos juntos ya!- gritó con exasperación, dejando salir todo lo que había estado conteniendo.
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Luces de Roma [RUGGAROL]
FanfictionUna noche en Londres, siete días en Roma y un poco de libertad fue todo lo que Karol necesitó para enamorarse de Ruggero. Siete días en su ciudad, una noche en una discoteca y las luces de Roma en lo alto de una montaña fue todo lo que Ruggero neces...