La música retumbaba de tal manera en mi cabeza que me era casi imposible escuchar mis propios pensamientos, mis pies dolían de tanto bailar y mi garganta quemaba por el consumo de alcohol; Gianna no me había dejado sola por más de un par de canciones seguidas y tampoco me había permitido sentarme a descansar de todo ese baile. Giré mi cabeza a un costado encontrándome con la mirada fría de Mia detrás de la barra sirviendo tragos y a su lado estaba de pie Fabrizzio sonriendo y bebiendo algo de un pequeño vaso de cristal fluorescente, lo saludé con la mano y regresé mi atención al grupo a mi alrededor.
Marco tenía sus manos alrededor de la cintura de Gianna y la hacía reír mientras conversaban con el resto de nosotros, Ruggero estaba a mi lado con su brazo sobre mis hombros hablando con algún chico en italiano cautivándome por completo. Lo miré a través de mis pestañas, las luces de colores y la pintura resaltaban sus rasgos dándole un toque angelical pero cuando sus ojos se enfocaron en los míos por unos segundos, la sonrisa ladeada y la mirada brillante le dieron un toque peligroso que me hizo sonrojar de inmediato; su brazo cayó de mis hombros y se enrollo en mi cintura atrayéndome más a él.
La piel expuesta se erizó en segundos y mi corazón comenzó a latir con fuerza en el pecho, retumbando en mis oídos y bombeando sangre a toda velocidad, la tensión que teníamos toda la noche construyendo se alojaba en mi estómago creando un nudo que se tensaba y estiraba con cada roce o mirada; me alejé con disimulo y caminé hasta la barra con paso apresurado en busca de algo para tomar, Mia dejó sobre la superficie de madera una serie de vasos pequeños con bebidas de colores para que alguien las repartiera, me observó fijamente durante unos segundo levantando una de sus cejas y bufando con burla antes de girarse y seguir en su labor. Sin prestar mucha atención tomé uno de los vasos entre mis dedos y lo acerqué a mi nariz tratando de identificar el fuerte aroma, lo observé con detenimiento y lo llevé a mis labios con rapidez antes de dejarlo pasar por mi garganta; el líquido quemaba y tenía un sabor dulce y amargo al mismo tiempo adormeciendo mis sentidos por unos segundos, sacudí mi cabeza de un lado a otro dejando que las mariposas en mi estómago menguaran y que el alcohol quemara hasta mis venas.
-¿Qué estás haciendo?- su voz ronca y baja se mezcló con el sonido de la música en mis oídos.
-Nada- respondí inocentemente girándome en mi lugar para verlo mejor.
-Quizás deberíamos dejar de tomar por hoy...- susurró para sí mismo dejando el vaso en su mano a un lado en la barra luego de verme a los ojos.
-¿Estás bien?- pregunté acariciando su mejilla con una punzada de preocupación instalándose en mi pecho.
-Sí, solo creo que es mejor tenerlo todo bajo control- se encogió de hombros pasando sus manos por mi cintura atrayéndome a su cuerpo.
-¿Estás seguro?- pregunté buscando en su mirada cualquier cosa que me indicara duda o falsedad.
-Seguro, ahora mejor volvamos a la pista de baile...- su aliento se mezcló con el mío cuando se acercó a mi antes de dejar un casto beso en la comisura de mis labios.
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Luces de Roma [RUGGAROL]
FanficUna noche en Londres, siete días en Roma y un poco de libertad fue todo lo que Karol necesitó para enamorarse de Ruggero. Siete días en su ciudad, una noche en una discoteca y las luces de Roma en lo alto de una montaña fue todo lo que Ruggero neces...