Luces de Roma [RUGGAROL]

28

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SOOORRRPRESAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Un calor levemente incomodo me despertó esa mañana cubriendo todo mi torso, me removí levemente sintiendo un peso sobre mi cuerpo lo que trajo a mi cabeza casi como una tormenta los recuerdos de la noche anterior, abrí mis ojos rápidamente tratando de contener la sonrisa involuntaria que amenazaba con mostrarse; el cuerpo de Ruggero estaba recostado sobre el mío con su brazo envolviendo mi cintura y su cabeza apoyada en mi pecho mientras dormía plácidamente haciéndome sonreír aún más, acaricié levemente sus rulos mientras trataba de moverme lo menos posible para no despertarlo sintiendo su cercanía y el calor que emanaba su cuerpo.

Estiré mi brazo hasta la mesa de noche lo más que pude para tomar mi teléfono y mirar la hora, pasaban de las doce del mediodía lo que me hizo suspirar levemente antes de desbloquearlo y fijarme por primera vez en días en todos los mensajes que habían estado llegando, mamá había enviado algunos pidiendo fotos o preguntando cómo estaba, Kathia solo había enviado un par de caritas picaras con pulgares arriba la noche anterior y finalmente tenía al menos una docena de mensajes de Will.

"Espero la estés pasando bien"

"Sé que necesitabas despejarte pero al menos me gustaría saber que estas bien"

"¿Karol?"

"Bueno parece que si te estas divirtiendo..."

"¿Por qué Kathia no quiere decirme a dónde te has ido?"

"¿Estás con él?"

"No puedo creerlo, hablé con mi madre y ella me dijo que tú le confirmaste que estabas con él ¿es en serio Karol?"

Y los mensajes continuaban y continuaban hasta que el día anterior no recibí ninguno, suspiré pesadamente dándome cuenta en dónde me había ido a meter; le había mentido a Will y a todos para escaparme a otro país con un chico al que apenas conocía en busca de algo más para mi vida y en el camino me había enamorado tontamente de él sin pensar en las consecuencias, ahora estaba allí con su cuerpo desnudo sobre el mío sintiéndome culpable de algo por lo que no tenía que sentirme culpable, Will y yo habíamos terminado y yo tenía todo el derecho de iniciar mi vida de nuevo, el problema era que quizás había hecho todo al revés y ahora lo que menos quería estaba sucediendo, había lastimado a alguien que no lo merecía.

Dejé el teléfono a un lado nuevamente en la mesa cuando sentí a Ruggero comenzar a despertar y moverse levemente sobre mí, tenía los ojos entrecerrados cuando se quitó de encima de mí y se recostó sobre las almohadas frías de su lado de la cama, lo miré sonriendo durante varios segundos mientras lo veía salir de su estado de somnolencia hasta que finalmente sus espesas pestañas se separaron completamente dejándome ver sus ojos cafés, tenía una sonrisa en su rostro que aunque tenue brillaba por si sola.

-Buenos días...- le dije apoyando mi cabeza en mi mano sobre la almohada.

-Pero que buenos que son...- respondió sonriendo y atrayéndome a su cuerpo por la cintura antes de acomodar su cabeza en mi cuello.