Mis pasos eran lentos y temblorosos a medida que salía de la estación del metro y caminaba por la acera en dirección en mi casa, no podía terminar de comprender lo que acababa de suceder e inconscientemente llevé mi mano a mis labios y suspiré antes de sacudir mi cabeza y seguir mi camino hasta el edificio al final de la concurrida calle. El imponente edificio frente a mí se sentía como algo extraño y el apellido de Will en el intercomunicador parecía algo de otra vida, respiré profundo antes de marcar el botón y llamar esperando que estuviese en casa y abriera la puerta, no quería verme humillada sentada en las escaleras de entrada del edificio toda mojada debido a la tormenta que se venía.
La puerta hizo un sonido metálico indicando que se había abierto y suspiré aliviada solo por un segundo, me adentré rápidamente en el amplio vestíbulo y caminé directamente a los ascensores, podía sentir la mirada de todos los que estaban ahí fija en mis espaldas mientras susurraban acerca de lo que posiblemente sucedió la noche anterior. A penas el ascensor abrió sus puertas entré en un movimiento rápido para huir de todas las miradas curiosas y recriminatorias, el reflejo dorado de las puertas me obligaron a mí misma a arreglarme un poco para Grace y Will; me quité el gorro de lana y lo guardé en el bolsillo del abrigo antes de peinar mi cabello lo más que podía con mis dedos, me solté el nudo que Vanessa había hecho en la camisa de Ruggero y la metí por dentro del pantalón, bajé el ruedo de los pantalones y traté lo más que pude verme lo suficientemente decente.
Las puertas del ascensor de abrieron en el último piso y frente a mí las puertas de mi casa, el frío pent-house se sentía vacío pero sabía que detrás de esa inmensa puerta de roble pulido estaban esperándome. Con dedos temblorosos y toqué el timbre y esperé a que abrieran la puerta, voces difusas se escucharon y luego las cerraduras abriéndose, antes de que pudiese si quiera tomar un respiro la mismísima Grace VanDerWood perfectamente arreglada y con un rostro severo abrió la puerta.
-Gracias por, finalmente, bendecirnos con tu presencia Karol- su tono fue frío y severo mientras se hacía a un lado y me dejaba entrar.
-Karol- Will estaba en la puerta de nuestra habitación, aun con la ropa de la noche anterior y se veía completamente desarreglado.
-Hola Will...- susurré encogiéndome en mi lugar al sentir el taconeo de Grace a medida que se acercaba a nosotros.
-Will ¿podrías dejarnos a solas?- miré a Will alarmada y asustada, su mirada clara y totalmente opuesta a la de Ruggero miró de mí a su madre y de regreso a mí antes de asentir levemente.
Lo vi regresar a nuestra habitación y cerrar la puerta detrás de su espalda dejándome ahí en la sala de estar con su madre, tomé una respiración profunda y me giré en mi lugar a mirarla con la frente en alto, mientras más pronto acabara con esto más pronto podía encerrarme en el baño.
-Lo que hiciste anoche fue algo completamente inapropiada y vulgar incluso para ti- me miró con despreció y sus palabras me golpearon como un bloque de cemento.
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Luces de Roma [RUGGAROL]
FanfictionUna noche en Londres, siete días en Roma y un poco de libertad fue todo lo que Karol necesitó para enamorarse de Ruggero. Siete días en su ciudad, una noche en una discoteca y las luces de Roma en lo alto de una montaña fue todo lo que Ruggero neces...