N/A: En los *** ya saben que hacer! Además hay una nota importante en negrita al final del capítulo.
Ninguno dijo nada, simplemente nos quedamos ahí, en silencio siendo bañados por la penumbra y la brisa marina; sus manos dejaban caricias leves en mi hombro y mi cabeza recostada en su pecho descansaba al ritmo de los latidos de su corazón, justo ahí pegada a su cuerpo tibio y bajo la inmensidad del cielo me sentí completa en paz y feliz.
Cubrió nuestros cuerpos con una manta y se apoyó en su mano para mirarme, giré mi cabeza con ligereza y lo observé fijamente; cada día me sorprendía más el increíble poder que llegó a tener sobre mí, como podía encerrarme en su mirada y guardar cada uno de mis más preciados e incomprensibles secretos. Lo adoraba, lo adoraba tanto que dolía, me quemaba la idea de su ausencia y me destrozaba el conocimiento del futuro; acaricié su rostro con parsimonia y delicadeza con miedo de perderlo, con un miedo incomprensible de que esta fuera la última vez que nuestras pieles se tocaran y que nuestros corazones latieran como uno.
-¿Qué está pasando por esa cabecita tuya, ángel?- preguntó acariciando mi nariz.
-Todo... Todo y nada realmente...- respondí cerrando mis ojos para disfrutar el tacto de su dedo sobre mi rostro.
-¿Entonces qué es eso que te tiene tan preocupada? Te conozco Karol sé que algo te pasa y no quieres decirme- su tono no fue brusco pero sentí la impaciencia detrás de sus palabras.
-Estoy asustada Ruggero, asustada al punto de no poder respirar...- susurré desviando la mirada, no podía verlo a los ojos sabiendo lo que a menos de cuarenta y ocho horas sucedería.
-Vamos a resolverlo ángel, no voy a dejar que nada te separe de mi... No ahora que te he tenido así conmigo- aseguró con una convicción que casi me creí.
-Aún hay muchas cosas que resolver, que yo dijera que no quería casarme no quiere decir que no lo hubiesen anunciado igual, que no siga en los planes...- su expresión cambio de inmediato alertándose por unos segundos para luego convertirse en una de preocupación.
-¿Qué se supone que eso quiere decir?- preguntó intentando sentarse completamente pero no lo dejé deteniéndolo.
-Que aún tengo que ¿escoger? No es el término que me gustaría usar pero es la verdad... Tengo que llegar y decidir de una forma que no me gusta ni un poco que quiero hacer con mi vida ahora...- respondí tratando de suavizar lo más que pudiera lo que debía decirle después, él no se merecía nada de eso.
-Escoger...- dijo más para sí que para mí.
-Sabes que estoy aquí ahora porque es aquí donde quiero estar...- susurré, él levantó la mirada que había tenido perdida en los diseños de la manta y me atravesó con sus orbes cafés.
-Sé que no es lo que preferirías hacer pero si se trata de escoger... Quiero que me escojas, que me escojas porque me amas y no por lástima. Quiero que te quedes conmigo porque ha sido contigo con quien he sido más feliz, quiero que te quedes conmigo Karol porque no sé qué haría si después de esto ya no pudiese tenerte a mi lado...- la respiración se me atoró en la garganta y no pude evitar el nudo en la garganta y las lágrimas ardiendo en mis ojos, un bloque de cemento me golpeó en el pecho sacándome el aire por completo, lo amaba y quería decirle que lo escogería una y mil veces, que escogería el pequeño apartamento en Roma y las tardes en museos con noches de vino sobre cualquier cosa pero tenía que ser honesta.
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Luces de Roma [RUGGAROL]
FanfictionUna noche en Londres, siete días en Roma y un poco de libertad fue todo lo que Karol necesitó para enamorarse de Ruggero. Siete días en su ciudad, una noche en una discoteca y las luces de Roma en lo alto de una montaña fue todo lo que Ruggero neces...