No More Fears (YuWin)

Capítulo: 13

—¿Cuál es tu sueño?

En ese momento Yuta se acercó sintiendo poco a poco los labios de Sicheng ansioso por probarlos, solos en esa habitación solo la luna que se veía desde la ventana era testigo de lo que estaba por suceder.

—¿Yuta? Oh no sabía que ya estabas dormido, y yo seguía hablando no me di cuenta.

—¡Oh Sicheng!- Dijo Yuta levantándose de golpe del colchón donde estaba durmiendo.

—¿Tuviste una pesadilla?- Preguntó curioso Sicheng.

—No, más bien tuve todo lo contrario a una pesadilla, un hermoso sueño.

—Oh justamente yo estaba hablando de cuál era tu sueño pero no me digas tu sueño de recién sino tu sueño como meta en la vida.

Menos mal pensó Yuta ya que moriría de vergüenza si tuviera que contarle que había soñado con él y que en ese sueño se habían besado.

—Bueno a mi me gustaría terminar mis estudios y luego quién sabe quizás formar parte de una pequeña orquesta donde me permitan tocar el piano, aquí en China.

—¿Solo aquí en China?

—Ya me fuí de Japón y digamos que China a pesar de tener algunas cosas diferentes sigue siendo parecido a mi país en varios aspectos ¿Y tú?

—Viena, quiero intentarlo sé que si me esfuerzo podré hacerlo.

—Una de las mejores orquestas del mundo, dar un concierto para piano allí debe ser la consagración de un artista, pero tú puedes WinWin.

Los padres de Sicheng se habían encariñado con Yuta es por eso que cada tanto él iba a cenar, esa vez se había quedado a dormir. Fue muy divertido, tocaron el piano después de comer, hablaron de todo y nuevamente el padre de Sicheng le dijo que va muy bien hablando mandarín sin embargo Yuta sigue sin darse cuenta de su progreso ya que aún recuerda el dolor de cabeza de sus primeros días residiendo en China pero aunque piensa que le falta mucho todavía si hay un gran progreso.
Luego se fueron a sus habitaciones a dormir.
La charla siguió pero esta vez fueron Yuta y Sicheng los que siguieron hasta la madrugada, El chico japonés se había quedado dormido cuando WinWin estaba hablando inclusive tuvo un sueño pero luego de ser despertado y charla un ratito más decidieron que finalmente era hora de dormir.

Finalmente el día de los exámenes finales había llegado.
Yuta y Sicheng se prepararon, desayunaron y luego se dirigieron rumbo a la universidad.
Ese día el autobús de las 9 am estaba más lleno de lo normal porque los estudiantes querían llegar temprano, ese día ningún estudiante tomó el autobús de las 9:30 am.
Ya era la hora todos en el salón con sus hojas y lapiceras listos para empezar como si de una carrera se tratase.
Ya había terminado el clima de tensión había disminuida pero la incertidumbre de no saber la nota hasta la próxima semana era inevitable.

—WinWin ¿Cómo crees que te haya ido?

—Yo creo que muy bien ¿Y tú?

—Quiero tener esa confianza como tú, no lo se quizás respondí mal, quizás no ¡Aaah no lo se!- No puedo evitar llevar sus manos a la cabeza y revolver sus cabellos, estaba abatido, mucho estrés para un solo hombre.

Fueron al campus de la universidad a despejarse un poco al igual que los demás estudiantes.
Yuta vio que a lo lejos venía un chico flaco de cabello negro, se dio cuenta que era Taeyong el chico de la cafetería.

—Hola chicos, me agarraron de mensajero a mi también pasaba para avisarles que...

—¡Soy Yuta el de la cafetería!

—Oh, hola Yuta, lo siento estoy medio ciego con esto de la fiesta me tienen de aquí para allá ¡Hola amigo de Yuta!

—¿Qué fiesta pregunto Yuta?

—Fiesta de fin de año para festejar haber aprobado los exámenes y si no aprueban están invitados igual así olvidan la tristeza de haber desaprobado.

—Genial quizás vayamos.

—¿Cómo quizás? ¡Deben ir! Bueno chicos este mensajero se retira adiós.

Fiestas, a Sicheng no le gustaban las fiestas quizás porque durante la secundaria era el tipo de chico que se quedaba sentado mientras todos bailaban.
Fiestas, Yuta amaba las fiestas, desde que dejó Japón no había podido ir a una debido a que se la pasaba estudiando, en sus épocas de secundaria él era el chico que todas las chicas querían que baile por él, por ser amable les concedía una pieza pero se cansaba cuando ellas buscaban algo más ya que las chicas no eran de su interés.

—¡Sicheng déjamelo a mi yo hablo con tus padres, ellos me aman se que te dejaran ir!

—Te dejaran de amar cuando me quieras llevar a esa estúpida fiesta.

—Vamos, vive la vida te prometo que yo te cuidare.

—No soy un niño.

—Eres un bebé gigante.

—¡No lo soy! Inténtalo Yuta dudo mucho que me dejen.

—Ya verás WinWin ya veras.

—Cómprame helado de té verde y lo pensaré.

—Después dices que no eres un niño, lo haré te lo compraré ya ¿Nos vamos a la heladería.

—Bien, vamos.

Yuta abrió orgulloso su billetera hasta que vio que no había nada en ella.

—¡Cielos! Olvide no tengo dinero.

—Genial, no iré.

—Basta que te he dicho que hablaré con tus padres.

—Mucha confianza en un solo hombre.

—Soy un hombre de montaña ¿No recuerdas?

—Jajaja no entiendo si tu no sabes escalar una montaña.

—No, jajaja WinWin no es literal. Bien, ¿A dónde vamos?

—Ven a cenar e intenta convencerlos.

—Aún falta para la fiesta pero iré preparando el panorama.

Al parecer el pronóstico no anunciaba lluvia pero ella decidió sorprender a los habitantes de la ciudad.
La lluvia comenzó y todos empezaron a buscar un lugar donde refugiarse.

—Vamos WinWin debemos tomar rápido el autobús.

—Espera— Sicheng sacó un pequeño paraguas de su mochila.

—Que prevenido.

Sicheng abrió el paraguas y comenzó a caminar.

—Oye espera no seas egoísta y comparte tu paraguas.

Yuta se metió bajo el paraguas acercándose a Sicheng mientras se agarraba de su brazo.
El menor se sonrojo e intento quitar el brazo pero Yuta lo sostenía muy bien.

—Vamos rápido llueve muy fuerte— Dijo Yuta.

Corrieron como locos bajo la lluvia esa tarde.