Capítulo: 35

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-¿Qué está haciendo? ¡No puede abrir la heladera y agarrar las bebidas hasta ser atendido!-

-¿Eres nuevo no?- Preguntó incrédulo él otro muchacho.

-¿Y eso que tiene que ver?- Dijo Yuta sacándole la botella de la mano a aquel chico.

-Que evidentemente no sabes quien soy- Dijo quitándole la botella a Yuta.

-Será mejor se va...

-Teeeen- Grito Taeyong acercándose donde ellos estaban.

-¿Ten?- Preguntó Yuta con curiosidad.

-Sí, él... siento que se hayan tenido que conocer así. Yuta, él es Ten mi novio, suele venir cuando no esta él jefe aunque le digo que no está bien que agarre las bebidas ya me terminó ganando por cansancio.

-Todavía no han llegado clientes pero mejor dile a tu noviecito que se ubique cuando llegue la gente, quiero terminar mi tiempo en este trabajo sin problemas-

-¿Vas a renunciar?- Le preguntó Ten.

-Mejor me voy a seguir trabajando, tu novio es muy chusma-

Taeyong no podía evitar reírse por el comportamiento de Ten sabía que seguramente debía estar celoso de Yuta, por otro lado el chico japones se encontraba limpiando las mesas pero poco le importaba lo que sucedía a su alrededor porque se encontraba ansioso por encontrarse con Sicheng.

💖

Limpio su sudor con un pañuelo, después de 2 horas de ensayo por fin podían descansar aún faltaba 1 mes para la presentación pero allí los tenían ensayando como si faltase un día.
Había tratado de mantener la cabeza fría durante el ensayo pero la llamada de su madre por la mañana le había revolucionado los sentimientos de una manera increíble, hacia meses que no oía su nombre y que no sabía nada acerca de él, pero en la noche cuando era él único momento en el que podía descansar pensaba en Yuta, pensaba en que podría estar haciendo en si se acordaba de él, o en si quizás ya se había olvidado, siempre se preguntaba acerca de eso, también venían imágenes de su primer beso. Tenía una sensación de soledad y era difícil de explicar y aunque su madre le puso al día sobre como estaba Yuta y también disculpándose luego de una larga charla en la que solo asentía a lo que su madre decía, aunque podía parecer que no fuera algo importante, ella sabía que de todas formas para su hijo, Yuta era de suma importancia y que aunque no lo demostrara sabía cuanto lo extrañaba. Después de tanto pensar decidió dormirse mañana sería otro día de ensayos.








1 mes después.

Yuta se encontraba preparando su equipaje ya que en unas horas partiría a Viena, aún no podía creer que el día al fin había llegado, todo ya estaba listo y aunque creyó que iba a ser fácil renunciar del trabajo, no lo fue, había hecho una linda amistad con Taeyong y Ten quien no pensó que iba a terminar queriendo. Llamó a sus amigos avisando que estaba listo para ir al aeropuerto de Shanghái.
Tomó el taxi junto a ellos pero iba muy callado, aunque su mente no paraba de pensar en Sicheng, imaginando diferentes escenarios y maneras en las que podrían encontrarse, por otra parte Doyoung y Jaehyun lo observaban sabiendo que seguramente sus pensamientos estaban en él chico que tanto extrañaba.
Luego de esperar un rato la voz de una mujer anunciaba el siguiente vuelo que era en el que debía partir. Aunque no era mucho el tiempo que iba a estar se sentía mal de dejar a sus amigos, despedir a Ten y Taeyong había sido triste y ahora Doyoung y Jaehyun quienes se habían convertido en importantes amigos. Cuando se fue de Japón, jamás imaginó que en China, un lugar totalmente nuevo para él podría encontrar amigos. Terminó adaptándose muy bien encontrando buenas amistades y algo que menos imaginó, terminó enamorándose, localmente. Tan locamente que ahora acababa de despedir a sus amigos para subirse al avión que lo dirigirá a encontrarse con su persona amada, Sicheng.
En el avión quiso dormir pero le resultó imposible por lo tanto mientras la mayoría de las personas allí presentes dormía el observaba por la ventana mientras escuchaba su grupo de Kpop favorito, le agradaba escucharlos no solo porque tenían un integrante japonés sino porque su música era muy buena. Sin darse cuenta termino quedándose dormido.




Aeropuerto de Viena.

Los aeropuertos no suelen ser muy diferentes de un país a otro, todos tienen más o menos la misma estructura, no se sorprendió para nada, pero cuando finalmente salió de allí se encontró con un paisaje tan distinto, tan mágico nada tenía que ver con el lejano oriente.
Mientras se dirigía al hostel contemplaba todo su alrededor, aunque un poco apurado ya que como había planeado terminó llegando un día antes de la presentación de Sicheng, el día que había visto a la madre del chico le contó acerca de cuándo sería la fecha. No tenía mucho tiempo para conocer lugares y sacarse fotos, quería llegar al lugar de hospedaje y dormir. Todo hasta el momento le estaba saliendo bien, aún faltaba algo complicado pero lo superaría estaba ansioso por mañana.

Todos lucían tan elegantes con sus esmoquin y las chicas llevaban hermosos vestidos.
Desde el costado del escenario se podían ver los instrumentos perfectamente ordenados, allí se encontraba sobresaliente el piano, Sicheng se sentaría ahí para dar por terminado sus estudios en aquel país, culminandose frente a tantas personas, Austriacos y gente de otros países también entre ellos, Yuta quien a pasos rápidos se dirigió a sentarse en la segunda fila hubiese querido estar en la primera pero no imagino que ya se hubieran agotado. Se sentó allí esperando a que comience la presentación mientras poco a poco el lugar se iba llenando.
Aunque pareciera difícil de creer Sicheng no estaba nervioso, la obra a interpretar no era nada fácil pero él se sentía confiado y felíz de estar viviendo tan magnífica oportunidad, era momento de entrar al escenario.
Los aplausos aparecieron, cada músico se ubicó en su lugar, Sicheng en él tan privilegiado sitio del piano, la sala quedó totalmente en silencio y sólo se oyó la respiración que anticipaba el comienzo, el director miro a Sicheng y con un gesto de afirmación, la magia comenzó dejando solo al piano en los primeros compaces, segundos después la orquesta lo acompañaba.
Ni siquiera había pasado un minuto y los ojos de Yuta demostraban asombro y amor, amor por la música por ese arte hermoso que se manifestaba en el aire, que no podemos ver y tocar pero si sentir, y amor por aquel pequeño pianista que lograba dar existencia a tan bella abstracta combinación de sonidos.









El grupo de Kpop que escuchaba Yuta en el avión es NCT 127 jejeje era obvio

Están a nada de volver a verse 😍

No More Fears (YuWin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora