Capítulo Treinta y Cuatro

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       La escuela parecía un lugar completamente distinto, se me hacía casi imposible creer que aquel lugar lleno de luces y decoración era el mismo donde día a día iba a estudiar.

       Me bajé del auto junto a Logan, quien me tendió su mano acompañado de una sonrisa, y me sorprendí al ver a todas las personas vestidos de gala. Era una fotografía perfecta, todas esas personas que veía a diario parecían parte de la realeza, me preguntaba si las demás personas pensaban lo mismo de mí. Probablemente nadie pensaba eso ya que habían asistido a un millón de bailes y este para mí era el primero.

       —¿Estás nerviosa? —preguntó Logan dejando salir una corta carcajada mientras me observaba.

       —No, no sé… es extraño ­—balbuceé y Logan volvió a reír, posando sus labios sobre los míos.

       —Vamos, entremos —murmuró dedicándome una sonrisa y tomó mi mano llevándome con él al interior del gimnasio.

       Ellen, quien ya se encontraba adentro junto a Neil y Jared nos saludó animadamente al vernos entrar y pude notar que se encontraba junto a la mesa con los aperitivos, típico de Ellen.

       —Hasta que entraron —se quejó poniendo sus ojos en blanco.

       —La pequeña Cenicienta se dedicó a observar todo —dijo Logan y yo le di un suave golpe con mi codo.

       —Es mi primer baile, déjame —arrugué mi nariz y tomé un bocadillo.

       —¿Qué hacemos aquí? Deberíamos ir a bailar —exclamó Neil.

       Mordí mi labio inferior y miré de costado a Logan quien asentía y sonreía en dirección a Neil. Bailar realmente no era algo que se me hacía bien. Logan volvió a llevarme con él al centro del gimnasio, lo que parecía ser una pista de baile. La música era una de tipo electrónica, para nada de mi gusto pero si eligiera yo la música lo más probable era que el 70% de las personas de las que se encontraban felizmente bailando ahora estarían sentadas quedándose dormidas.

       Reí al ver a mis amigos ponerse a bailar a mi alrededor, Logan hizo que diera vueltas y me atrapó luego rodeándome con sus brazos lo que me hizo sonreír y olvidarme de que me encontraba bailando, simplemente disfruté del momento y tenía que admitir que lo estaba pasando mejor de cómo lo había pensado.

       —Un descanso, por favor —pidió mi novio y yo lo fulminé con la mirada. Realmente quería seguir bailando, pero cedí y acompañé a Logan.

       Nuestro camino a la sillas fue algo largo ya que de un minuto a otro la pista de baile estaba repleta de adolescentes felizmente bailando, coqueteando o besuqueándose. Después de unos diez minutos intentando salir –sí, exageré un poco- por fin nos encontrábamos los dos sentados en las sillas elegantemente decoradas.

       —¿Y bien? ¿Cómo lo has pasado? —preguntó Logan ladeando su rostro para observarme. —¿Ha sido como lo imaginabas?

       Negué enseguida. La imagen que yo tenía del baile de la escuela era completamente diferente a lo que en esos momentos me encontraba viviendo. Hacía que me arrepintiera de no haber asistido los años anteriores.

       —¿Te digo la verdad? —levanté mis cejas y esbocé una sonrisa. —Lo he pasado increíble, como nunca pensé que lo llegaría a pasar. Esto es completamente diferente a lo que alguna vez pensé del baile de la escuela —le volví a dar una de mis mejores sonrisas y me acerqué atrapando sus labios en un tierno pero intenso beso. —Gracias por hacerme venir.

       Logan me observó, quedándose en silencio durante unos segundos, dedicándose solamente a mirarme. Llevaba tiempo con él y sus miradas nunca fallaban en ponerme nerviosa.

       —Has hecho que cambie de parecer en muchas cosas y te agradezco mucho eso, Logan —volví a hablar.

       —Estoy tan agradecido de haberte conocido Delilah Schneider —sonrió juntando nuestros labios una vez más. —Me encanta saber que soy el primero en muchas cosas de tu vida —susurró sobre mis labios y volvió a darme uno de esos besos que tanto me encantaban y que me dejaban sin aliento.

       Este hombre tenía un poder en mí. Un poder gigante tan desconocido y hermoso.

  El primer baile al que asistí sin duda alguna sería el que más recordaría, no solo por ser el primero para mí sino que por las personas con las que compartí la noche. Estaba tan agradecida de haber conocido a estas personas, Neil, Jared, Ellen y Logan habían hecho mi año.

En la Oscuridad y la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora