Me veía horrible, por dios, ¿cómo era posible acceder a que mi madre eligiera la ropa por mí? No podía reconocerme. Arrugué mi nariz frente al espejo, esta no era yo, ¿desde cuándo yo usaba vestidos tan cortos? Iba a matar a mi madre.
—¡Ay, Delilah, te ves hermosa! —exclamó mi madre entrando a mi habitación.
Puse mis ojos en blanco y me crucé de brazos.
—Ni de broma voy a usar esto —dije con el ceño fruncido.
—Delilah, es el vestido más lindo del mundo, ese es tu color —mi madre se acercó y posó sus manos sobre mi hombro. —No me equivoqué.
Me miré en el espejo nuevamente. El vestido llegaba más arriba de mis rodillas y era de un color azul con el cuello cerrado, sí, era lindo, pero no era algo que estaría en mi armario. No era para nada estilo Delilah.
—Lo usaré solo por ti —me di una vuelta y señalé a mi madre con mi dedo índice, como si estuviese amenazándola.
—A Logan le encantará —exclamó aplaudiendo. Por dios, era una niña chica cuando se trataba de ropa.
—Pero usaré mis converses.
—No —negó enseguida. —No, no, no, no y no —caminó rápidamente hacia mi armario y tomó unas sandalias negras. —Estas sí.
Dejé salir un sonoro suspiro y accedí.
—Espero que lo pases de maravilla hoy, Delilah —dijo mi madre peinando mi cabello con sus dedos.
—¿No les molesta que pase año nuevo lejos de ustedes? —pregunté mirándola por sobre mi hombro.
—Oh no, creo que este es el momento perfecto en que pases más tiempo con la familia de tu novio.
—Estoy nerviosa —admití.
Esta noche iríamos a la casa de los abuelos de Logan, según me había dicho vivían en las afueras de Nueva York, en una colina donde se podían ver perfectamente los fuegos artificiales. Era el “evento del año” como él mismo lo había catalogado, así que no sería solo algo familiar sino que también con un montón de amigos de la familia, lo que me hacía morir de nervios, ¿Qué pasaba si yo no les gustaba para Logan? Tenía que dar una buena impresión, mi madre estaba en lo cierto, ¿cómo había pensado en usar mis zapatillas? Tenía que verme bien vestida y verme a la altura de Logan, por muy simple que él fuera no podía olvidarme que seguía siendo hijo de una familia con dinero y sus amigos también serían personas con dinero.
—Todo saldrá bien, amor —mi madre depositó un beso en mi mejilla y se alejó para mirarme. —¡Ay! No… ¡Te ves hermosa! Tengo que tomarte una foto…
—Mamá… —murmuré avergonzada.
Me levanté y volví hasta el espejo. Mi madre había hecho magia con mi cabello, una trenza cruzaba mi cabeza fingiendo ser un cintillo, me veía diferente, me veía femenina, como nunca antes me había sentido.
—Es como si fuera otra persona —me dije a mí misma y maquillé mis mejillas con un tono rosa claro que casi ni se notaba.
Mi madre llegó junto a mi padre y en seguida sentí un flash frente a mis ojos. Realmente había ido en busca de una cámara.
—James, mírala —mi madre se encontraba apoyada en el marco de la puerta.
—¿Quién eres y qué hiciste con mi pequeña? —dijo mi padre y los tres reímos.
—Bajo esta ropa tan femenina aún se encuentra tu pequeña —respondí negando al notar que mi madre seguía tomando fotos. —Al menos puedes avisarme —la fulminé con mi mirada y pasé un brillo por mis labios.
—Vas a ser lejos la más linda del lugar —dijo mi padre acercándose a mí. —¿Es en la casa de Logan?
—No, donde sus abuelos —respondí y me puse un perfume que no usaba hace meses. —Eso es lo que me tiene más nerviosa.
—¿Por qué? Eres linda y una buena persona, no tienes de qué estar nerviosa.
—Sé que somos una familia con dinero y que siempre he estado rodeada de gente de mi “misma clase social” —puse mis ojos en blanco al decir aquello. —Pero… saben que no me llevo bien con esas personas y eso es lo que me da nervios —me mordí el labio inferior —No quiero volver a ser el bicho raro —dije tan bajo que dudé mis padres me escucharan, pero claramente lo hicieron.
—Delilah, no eres un bicho raro y jamás lo has sido —rápidamente mi padre dijo, acercándose a mí con una sonrisa. —Todo saldrá bien.
—Eso espero.
El timbre interrumpió el momento. Oh no, Logan ya se encontraba afuera. Casi entro en pánico, ¿qué diría al verme vestida de esta forma?
—Wow.
Bien, al menos era algo bueno.
—Te… ves increíble —dijo de repente. Su mirada recorrió mi cuerpo de abajo hacia arriba, hasta encontrarse con mis ojos, dedicándome una sonrisa.
—Me veo increíblemente extraña —agregué y él rió.
—Hermosa diría yo —se acercó y depositó un corto beso en mis labios.
—Tú tampoco te quedas atrás, Johnson —dije mirándolo. Usaba una camisa celeste, unos pantalones negros y un blazer oscuro. Era extraño verlo vestido de esa forma, pero se veía guapo, demasiado guapo.
—¡Logan! —Oh, no… Mi madre y su entusiasmo se acercaban a nosotros.
—Hola señora Schneider —saludó Logan con una sonrisa y como era de esperarse un flash apareció.
—Posen chicos, por favor.
Agarraría esa cámara y la tiraría, juro que lo haría.
Logan posó una mano en mi cintura, abrazándome de costado y mi madre tomó la foto, luego besó mis labios y pude sentir el flash sobre nosotros. Bueno, al menos había tomado unas buenas fotografías.
La cámara se salvaría por esta noche.
—Cuídamela chico —mi padre y su voz amenazante eran lo más gracioso del mundo.
Logan asintió y le dedicó una sonrisa.
—Descuide, lo haré.
Y cerramos la puerta tras nuestras espaldas. Él caminó a mi lado y abrió la puerta de copiloto.
—No tienes que estar nerviosa —murmuró una vez que estuvimos los dos adentro.
—Es imposible no estarlo —dije.
—¿Por qué estarlo? —enarcó su ceja antes de prender el motor.
—¿Qué pasa si no les agrado? —pregunté mordiéndome el labio inferior.
—Te van a amar tanto como yo a ti.
Y de esa forma logró calmarme. Era tan fácil que él me hiciera calmar, un par de palabras por parte de Logan y los nervios se iban.
Gracias a dios el camino a la casa de los abuelos de Logan nos lo pasamos escuchando a Fletwood Mac y su álbum con una de mis canciones favoritas: Landslide.
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En la Oscuridad y la Luz
Fiksi RemajaLa vida de una adolescente puede cambiar de la noche a la mañana, y ese es el caso de Delilah Schneider, quien después de la muerte de su hermano vuelve a vivir en la oscuridad: un infierno viviente. Todo en su vida cambia y termina por sí sola, vol...