El Destino.. Joerick [TERMINADA]

Epílogo

Dos años después

Amor ya regreseeee -grite entrando en casa.

Quien es el mejor? -el pequeño Dylan vino a recibirme como cada día al regresar del trabajo moviendo su colita y lamiendo mi rostro -si tuuuuu!!!

Oye noo, creí que yo era el mejor!! -el comentario de Joe me hizo reír, estaba en boxers parado al final de la escalera, mirándome con los brazos cruzados.

El es un perro amor, además sabes que tú eres lo mejor que me pasó en la vida -lo mire, mordí mis labios por la perfecta imagen de su cuerpo semi-desnudo ante mi y me acerque hasta el con una sonrisa picara.

Lo se y tú eres lo mejor de la mía -sonrió y se impulsó hacia mi cuerpo rodeando mi cintura con sus piernas, solté mi bolso dejándolo en el piso y lo tomé por los muslos para sostenerlo mientras subía por las escaleras besándolo como si fuera la ultima vez.

Lo lleve hasta la habitación, lo tire sobre la cama quedando encima de él sin separar nuestros labios ni por un segundo, descendí mis labios hasta su cuello haciéndolo estremecer y un pequeño gemido se escapo de sus labios.

Ding Dong

Mieeerda -me queje y me levante de su cuerpo, el solo se reía. 

Seguro es mama, nos matara al ver que aun no estamos arreglados -dijo levantándose de inmediato de la cama, se coloco el pantalón de su traje negro y la camisa sin abrochar para bajar a atender. 

Yo me quede en la habitación para comenzar a ponerme mi traje y 20 minutos después baje con el saco y la corbata de Joe en mis manos, ambos se encontraban en la sala. 

Hola Paty, estas hermosa -salude a mi suegra con un beso en su mejilla y me abrazo. 

Ya están listos? Son los padrinos de la boda, no pueden llegar después de los novios -dijo mientras sonreía, apurándonos.

Le coloque el saco a Joe y anude su corbata, para terminar de arreglar un poco su cabello. 

Listo -dijimos al unisono con una sonrisa y salimos en dirección al auto. Me senté en el asiento del conductor y Joe en el del acompañante, mientras que Paty iba atrás. 

Antes de arrancar, mi celular comenzó a sonar. Era Chris. 

E: Hola que paso?

C: No me casare nada

E: Que? Eres idiota? Ya es tarde para arrepentirte

C: Era una broma idiota, donde están? jaja

E: Estamos saliendo para allá 

C: Se me perdió el novio

E: como que se perdió? 

C: si, no lo veo desde la mañana

E: no puedes verlo hasta que llegue al altar Chris

C: mierda aun falta una hora, no puedo esperar tanto

E: Jajajaja cálmate, ya vamos

C: Por favor, por que Johann y Yoandri están demasiado melosos y me hacen extrañar a Zabdi

E: jajajaj y Richard ya llego?

C: Acaba de llegar.

E: Okey, ya vamos. Adiós!

Colgué y maneje hasta el lugar, Joe y Paty iban hablando de viajar en las vacaciones todos juntos. Tal vez a Mexico o a Cuba, el lugar realmente no me importaba mientras tuviera a Joe a mi lado 

La boda fue hermosa, los votos de Chris y Zabdi me hicieron pensar mucho en todo lo que vivímos desde que nos volvimos a encontrar aquel dia en la tienda, hemos pasado por muchas cosas y hemos salido adelante luchando juntos.

Después del momento de la ceremonia comenzó la fiesta, la cual duro hasta altas horas de la madrugada. Me encontraba sentado frente al lago junto a Joe mientras contemplábamos el cielo estrellado.  

Sabes... todo esto no habría sido posible sin ti -hablo rompiendo el silencio que nos acompañaba- tu me ayudaste a despertar aquel día, por segunda vez  y me ayudaste a salir de esa enfermedad, de no ser por ti no habría comenzado el tratamiento y hoy tal vez no podría estar aquí a tu lado.

Joe no -intente hablar pero me interrumpió para continuar hablando.

Siempre has sido tu el pilar de mi vida, mi sustento y lo que me impulsa a seguir y querer ser alguien mejor casa día- sonrió y tomo mi mano- se que siempre te digo estas cosas, pero esta vez es importante hacerlo, sueño con tenerte siempre a mi lado y luchar siempre, jamas soltare tu mano Erick y no quiero que tu sueltes la mía. Por eso quiero proponerte algo -se puso de rodillas frente a mi y saco un anillo del bolsillo de su pantalón, las lagrimas de felicidad ya caían por mis mejillas- Quieres casarte conmigo?

Me tire sobre el sin poder responder uniendo nuestros labios. 

Eso es un si? -pregunto después de separarnos por falta de aire yo solo asentí con una enorme sonrisa.

Juntos siempre -dijo sonriendo también.

Juntos siempre -repetí y me aferre a su cuerpo abrazándolo como si de eso dependiera mi vida. 

El tiene mi vida en sus brazos.