Capítulo 23- Princesa Fragancia (parte 1/2)

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Estaba corriendo con prisa para llegar a clase, Tikki estaba enferma y le había prometido que la llevaría al doctor después de clases. Estaba tan centrada en eso que no vio a la persona de adelante, por lo que obviamente choca y se cae.
Pide disculpas por el error cometido y él le extiende la mano.

—Parece que ambos llegamos tarde, Marinette -sonrie tranquilamente, ella agarra su mano y él la ayuda a levantarse.

—Gracias.

Se formó un silencio incómodo.

—Am, ¿pasamos?

Ella asintió. Caminaron hasta la puerta y entraron juntos. La profesora estaba haciendo muchas preguntas como Marinette lo había pensado antes, pero ya estaba acostumbrada por llegar tarde casi siempre. Esta vez no sería un problema. Pero luego miró a Alya, pícara en su puesto. Si, esta vez si sería un problema.

—¡Niña! ¿Donde estabas? ¿Y por qué llegaste junto a Adrien? —golpeó su hombro con el de ella, mientras no dejaba de mirarla sonriente.

**

Alya vio que Adrien charlaba con Chloe en la salida. Sospechó que ella lo estaba invitando a su casa, por lo que le dijo a Marinette que vaya y lo invite a salir, como lo haría una buena compañera. Desde un principio, a Marinette no le gusto la idea por su timidez, pero decidió obedecerle a su amiga.

Al caminar hacia la dirección de los dos, Sabrina hizo que se tropezara. Marinette calló en los brazos de Adrien, pero lo que no se había dado cuenta, es que Tikki calló en la mano de Chloe, gritando el nombre de Marinette. Esto llamó bastante la atención a la rubia, por lo que decidió esconderla y ver que era eso tan misterioso al llegar a su casa.

—L-lo siento —se disculpó avergonzada. Era la segunda vez que chocaba con él, ya se debería estar hartando de su torpeza.

—¿Estás bien?

Ella asiente.

Chloe había lastimado a Rosita, y después se fue junto a Adrien hacia su casa, ya que eso habían acordado. Marinette observaba como se iban, Chloe tenía a Tikki. Debía hacer algo pronto. Sintió una desesperación tremenda, por lo que se las ingeniaría para rescatar a su Kwami.

En el dormitorio de Chloe, mientras esperaban juntos al príncipe Alí, estaba tranquilamente mirando como Chloe, desde una esquina de su habitación intentaba hablar con un juguete rojo. Le parecía entretenido, ya que se enojaba cuando no le respondía, y lo ricriminaba.

—Adrien, ¿puedo contarte un secreto?

Aquel se desconcertó. La observó un momento inseguramente, y después asintió convencido. Ella había sido su única amiga cuando era pequeño, no era una de las mejores amigas que puede alguien tener, pero si le tenía mucho cariño y afecto.

—Bien, este juguetito rojo es de Marinette —aquel volvió a desconcertarse. ¿Marinette tenía juguetes? ¿Y por qué su juguete era como un kwami?—. Y puede hablar, tiene... Vida.

Comenzó a pensar acerca lo que Chloe había dicho. Habían muchas probabilidades de que Marinette sea Ladybug y ese fuera su Kwami. El rubio se puso en su lugar, a él no le gustaría que le quitaran a Plagg, por muy molesto que este fuera a veces. Al fin y al cabo, era su kwami, su amigo.

—Chloe, sinceramente, creo que lo correcto sería devolvérselo.

—Si, por favor —agregó Tikki, más enferma que antes. Apenas hablaba y sentía que el frío bailaba en su cuerpo.

Ambos asombrados quedaron sin habla. El mayordomo entró a la habitación informando la llegada del príncipe. Chloe ignoró a la mariquita y llevó a Adrien hacia donde estaba la visita.

Mientras todos charlaban, apareció una chica misteriosa diciendo llamarse: princesa fragancia. Comenzó a hacer esclavos a todas las personas que se encontraban a su alrededor. Esto era un peligro para todos, Tikki asustada miró a Chloe diciendole que corra a un lugar oculto de los demás. En lo general, la rubia no obedecía ordenes, pero estaba muy asustada, por lo que esta vez fue diferente.

—Ya no hay tiempo de buscar a Marinette —susurró la mariquita para si misma. Se le ocurrió una idea alocada en su cabeza, y hasta él momento era la única opción—. Tienes que decir "motas".

Chloe arrugó la frente. Esta pequeña mariquita la mandaba a muchas cosas. No le quedó de otra que obedecerle, y un poco asustada, pero más intrigada, dijo esa palabra. Algo raro le sucedía, de un momento a otro, dejó de ser Chloe Bourgeois, para ser Ladybug.

Ella junto a la ayuda de Chat Noir, combatían a la Princesa Fragancia. Marinette, envuelta en un disfraz improvisado de repartidor de pizza, observaba todo con ira. Si antes la odiaba, ahora ni si quiera la toleraba. ¿Cómo podía quitarle a su otra yo?

Era un rival muy poderoso, y la nueva Ladybug una novata. Así que formaron un plan de huida, para sacar lo mas lejos posible al príncipe. Marinette decide seguirlos. Todos iban en el auto, creyendo que habían podido vencer a la princesa Fragancia.

Chloe se sentía mal. Sentía que había defraudado a Ladybug. Y sentía obviamente que Marinette era Ladybug. Y todo lo mala que había sido con ella le pesaba. Algo estaba haciendo mal, tenía que hacer que ella haga su trabajo, tenía que encontrar a Marinette.

Pero ya era tarde, la Princesa Fragancia los había alcanzado, lanzando al aire su asqueroso perfume que había hecho que todos ellos sean sus esclavos. Hawk Moth estaba encantado con la noticia, no tenía apuros, por que sabía que ya no podían hacer nada. Así que dejó que la princesa Fragancia esté con el príncipe en el puente.

Lo que Hawk Moth no sabía, es que no era la verdadera y asombrosa Ladybug.

Lo que queríamos que pasara en Miraculous Ladybug Donde viven las historias. Descúbrelo ahora