Capítulo 10: Horrificadora.

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Estaban a unos centímetros el uno del otro. Ella estaba nerviosa observándolo mientras decía lo que tenía que decir para la película. Sus nervios aumentaron al sentir tu mirada intensa recorriendola. Él había practicado esta toma muchas veces con Mylene, pero ella no. Era la primera vez que lo hacía. Y no sólo eso, también besaría a Adrien.

Lo había deseado durante el momento que se enamoró. Su mente recorrió por ese día lluvioso en donde él le entregaba generosamente su sombrilla.

La apegó más a él, sus cuerpos rozaban. Se sonrojó al instante, pero al mirarlo directamente a los ojos se calmaba. Cerró sus ojos, él también lo hizo. Sus labios quedaron a unos milímetros, pero fueron interrumpidos por Chloe.

La rubia comenzó a hablar sin parar acerca el asunto. Discutía perjudicando a Marinette. Lazando veneno en sus palabras dirigidas a la muchacha de pelo azul. La cual estaba cansada y muy enojada por haberla interrumpido en su mejor momento.

—Chloe, creo que es mejor que Marinette haga el papel —murmuró Adrien.

—¿Por qué?

La rubia esperaba una respuesta convincente por parte del chico. Aquel simplemente no sabía que decir. No podía decir que quería besar a Marinette y no a Chloe. No era un argumento convincente.

Alya arqueó una ceja en dirección a Adrien. Este al notar el gesto se sonrojó en su sitio.

—¿Qué no es obvio? —agregó nerviosamente—. Niño dile tú... Yo, necesito que me sigan maquillando. Juleka haz lo tuyo por favor.

La chica alta de mechas doradas retocó el maquillaje que usaba para él. Nino no sabía que decir pero iba a ayudar a su amigo. Lo conocía muy bien, estaba nervioso y quería su ayuda.

—Chloe, Adrien quiere dar el beso a Marinette no a ti —mostró una sonrisa hipócrita hacia la chica rubia que se abrazó a si misma mientras gruñía en su lugar.

Marinette miró a Adrien para verificarlo y este miró espectante a su mejor amigo. Estaba nervioso y ella sabía perfectamente lo que se sentía estar así. Ahora mismo tenía ese sentimiento y Alya no la ayudaba en nada mirándola todo el rato pervertidamente.

—Chicos es broma. Quise decir que tú Chloe no te sabes el guión y Marinette sí.

—Como sea, dudo que a mi papi le guste esta tonta película si no estoy yo. Adiós —agregó sonriente. Pero por dentro se sentía emputecida.

Decidieron hacer nuevamente la toma. Los nervios vinieron otra vez, apoderándose de la atmósfera que rodeaba a los dos adolescentes. Otra vez él la apegó a su cuerpo y esta vez la besó rápidamente.

El beso fue más largo de lo que tenía que ser, pero valió la pena. Fue un sentimiento real que surgió de unas falsas escenas.

**

—Adiós mariposita.

Los demás se fueron agradeciendo el trabajo de los héroes, los cuales se habían quedado solos en ese lugar oscuro.

—Hoy día no me molestaste mucho, Chat Noir —rió alegremente.

Aquel se ruborizó.

—Wow, Chat... Tú nunca te ruborizas fácilmente —dijo—. ¿Ocurre algo?

Ladybug arqueó una ceja mientras tenía una sonrisa lijera en su cara.

—Al parecer, no he dejado de pensar en una chica,  Milady.

Ambos se iban a transformar, por lo que decidieron apurarse en lo que iban a decir. Nunca tenían tiempo para hablar de sus vidas y eso era algo que Chat odiaba.

—¿Y quién es la chica eh, gatito?

—Su nombre es Marinette —susurró—. Marinette Dupain Cheng.

Lo que queríamos que pasara en Miraculous Ladybug Donde viven las historias. Descúbrelo ahora