Capítulo 20- Rockero Rufián.

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El día para Marinette había sido muy agotador, además de batallar contra Rockero Rufián, también había estado ocupada en realizar la nueva portada de Jagged Stone, su cantante favorito. Obviamente era un honor, pero igual difícil, de verdad había puesto todo su esfuerzo para que quede rockeramente genial y no como un anuncio de perfume.

Se encontraba reposando en el recreo junto a Alya. Relajadas las dos en un ambiente de paz. Una paz que se esfumó de Marinette al ver a Adrien acercándose. Rápidamente sintió mariposas en el estómago y sonrió nerviosamente, mientras sentía como sus piernas tambaleaban.

—Am, ¡hola Marinette! Mira, soy un gran fan de Jagged Stone y vi que tu diseñaste la portada del álbum.

Ella abrió los ojos.

—Yo, y-o... ¡Sí! —dijo nerviosamente—. ¿Qué loco, no?

—Quería pedirte si, ¿me lo puedes autografiar? —preguntó amablemente, aún que también un poco nervioso y indeciso.

—Sí, claro. Se lo pediré.

Al estar perdida en sus pensamientos, había entendido mal lo que quiso decir Adrien. Suele ponerse muy nerviosa cuando él se le acerca (Y nosotros los Miraculers, lo sabemos nwn).

—Am... No —pasó su mano por detrás de su cabeza como símbolo de nerviosismo e incomodidad —. De hecho, me refería a ti.

—¿Yo? —miró a Alya, pero ella sólo estaba entre mirando y no. Pero por dentro disfrutaba la escena—. ¿Yo?

—Si no te importa.

Aquella comenzó a hacer su firma en la portada del disco que tenía Adrien. Él esperaba impaciente hasta que había terminando y se la pasó nuevamente a él.

—¡Maravilloso! Gracias Marinette.

Se fue feliz de lo que había conseguido. Por otro lado, Chloe no estaba para nada igual. Se consumía con su propia rabia y Sabrina hacía un intento fallido de ayudarla.

—Oye, ¿lo imaginé o acabas de firmarle un autógrafo a Adrien? —agregó la morena, con s auténtica voz sensual y levantando una ceja en dirección a Marinette.

—No siento las piernas, sosténme, me voy a caer —dijo sintiendo como se iban los nervios —. ¿Él sigue por ahí?

—Tranquila, ya se fue —agregó amablemente Alya. De alguna y otra forma, lograba sentir ternura por su amiga—. Ya desmáyate.

—Hoy es el día más feliz de mi vida, ¡Rock and Roll!

En clases no podía dejar de mirarlo como una loca enamorada, que justamente eso era. Alya sólo la observaba con curiosidad, era muy notorio que planeaba algo.

—Si quieres yo te ayudo a secuestrarlo amiga —rió fuertemente y a carcajadas. Marinette la miró furiosa y tapándole la boca.

—¡Silencio, te puede escuchar!

Ella sólo comenzó a reír más despacio. Marinette se puso nerviosa al ver que Nino las observaba con una ceja levantada. Chloe las miró también, seriamente, pero luego volvió su mirada hacia el pizarrón, angustiada.

—Hola chicas —sonrió Nino. Adrien dio una pequeña mirada hacia atrás, pero luego la dejó en su cuaderno —. Alya tengo que decirte algo importante. Marinette, ¿puedes ocupar mi asiento un momento? Adrien, ¿no te importa verdad?

—No, claro que no. Marinette me cae muy bien —le sonrió a la chica.

—Pero me puedes hablar desde ahí —agregó esta, con el celular en las manos. Él se lo arrebató.

Lo que queríamos que pasara en Miraculous Ladybug Donde viven las historias. Descúbrelo ahora