Observo el reloj que cuelga de la pared con melancolía.
Hace una hora que Jacob debió llegar, pero no ha sido así. Por un momento pensé en marcharme, pero recordé que su trabajo no es sencillo y la esperanza de que algo no tan malo lo hubiera retrasado me hizo sentir menos miserable. El lugar ya está apunto de cerrar y yo sigo sentada en una silla frente a la puerta.-Beth, me toca a mí cerrar. No a ti.- se burla Jade
Agradezco inmensamente no haberle contado a ninguna persona de mí cita con Jacob, porque de haberlo hecho todo hubiera sido más humillante.
-Sí, ya me voy.
-Descansa.- se despide
Salgo de la cafetería y me quedo parada en la puerta mirando para todos lados. Esto es en verdad una bofetada a mis espejismos románticos. No debí aceptar salir con él tan pronto. Sí, era la primera vez que un hombre me hacia desear tanto y sí, claro que me había encantado. Pero fue un error.
-Quizás tuvo un imprevisto.- me ánimo una vez más
Comienzo a caminar hacia la parada del bus mientras pienso en el regalo que le haré a Greg. Tal vez debería aprovechar el tiempo que tengo libre e ir al centro comercial para comprarlo. Mi padre se ha hecho cargo del dinero que me gané en el club, pero me ha dejado cincuenta dólares para mí. Un regalo para mí hermano significa mucho más para mí que para él. Me detengo a esperar el bus y saco el celular para enviarle un texto a mí padre. Dos camionetas se frenan delante de mí, llamando mi atención y llenándome de miedo.
-Betthany.- me habla Jacob, bajando de una.
Me tranquilizo al darme cuenta que no seré raptada ni nada de eso. Le doy un vistazo a los policías que aparecen a su lado. ¿Qué está pasando?
-Necesitamos hablar.- me pide- Acompáñame.
-¿Sólo tú y yo...o...?.- le hago una seña débil hacia los demás hombres
Jacob se tensa y les pide a los policías que se suban a la camioneta.
-Estarás bien.- me promete
-No lo sé, ya es tarde y necesito llegar temprano a casa.- miento
-Nosotros te llevaremos a casa cuando terminemos.- asegura, al notar mi incomodidad
Tengo muchas ganas de gritarle que es un irresponsable y que no quiero volver a verlo en mí vida, pero no me atrevo. Porque simplemente no es cierto. El sólo tenerlo cerca me deja entumecida y la idea de no verlo me pone triste.
-Bien.- acepto, no muy convencida
Me subo a la camioneta con Jacob a mí lado. Inclino mí cabeza en el respaldo del asiento y respiro profundamente para tranquilizarme.
Estoy con Jacob y sé que no me pasará nada. Hay algo en él que me transmite paz y seguridad, es cómo sí fuese mí escudo humano. Cuando me atrevo a mirarlo, lo encuentro haciendo lo mismo.-Todo estará bien.- me habla con delicadeza
Me concentro en sus ojos hasta que me doy cuenta de la mirada del policía que está a mí lado. Desearía desaparecer.
-Llegamos.- informa el hombre que conduce
-Vamos.- Jacob me ayuda a bajar
Admiro el gran edificio que hay ante mí. Lo había visto cientos de veces, pero estar tan cerca de él me ponía nerviosa. Sigo a Jacob dentro del lugar y me quedo petrificada al escuchar cómo un hombre maldecía a los policías que intentaban sujetarlo.
-Hay alguien que te quiere conocer.
-Yo no he hecho nada.- me defiendo atemorizada
Jacob suelta una carcajada y me mira con devoción.
-No estás aquí por eso Betthany.
-A bueno, entonces sí conoceré a quién sea.- le sonrío serena
Pasamos por un pasillo largo y antes de llegar al elevador, hay una inmensa puerta con la palabra Fuerzas Especiales.
-¿Aquí entrenan?- le pregunto
-No, tenemos un campo especial.- contesta llevándome al ascensor
-¿Aquí retienen a los delincuentes?
-Algunos.- presiona el botón del último piso
-¿Estás autorizado para matar personas?
Me da una mirada confundida y yo me encojo de hombros.
-Sí es necesario...
-¿Eres de los mejores?
-Hay una gran demanda entre los detectives, pero supongo que sí lo soy.- me contesta orgulloso
-Detective.- rio bajito, saliendo del ascensor
Jacob me lleva por una inmensa oficina, dónde algunos policías conversan y otros leen pilas de carpetas. Jacob saluda a la mayoría y yo intento hacerme pequeña a su lado. Llegamos hasta una puerta de cristal nublado y toca la puerta dos veces. Un hombre de tez morena y ojos negros abre la puerta.
-Agente Henderson.- saluda formal
-Señor.- le devuelve el saludo
Entramos a la oficina y veo a un hombre sentado en el escritorio, fumando un puro. Levanta la vista y cuando nos ve, sonríe sorprendido.
-Un gusto señorita White. Soy el Mayor Hall.- extiende su mano
-Un gusto.- contesto, sin molestarme en pensar en por qué sabe mí nombre
Esto ya no me gusta, ¿Qué estoy haciendo yo aquí?
-Se ha de estar preguntando qué hace aquí, ¿Cierto?- me examina de píes a cabeza
-Eso mismo hacía.- confirmo
-Creo que debería tomar asiento señorita. Usted y yo tenemos mucho que negociar.- señala el sofá que hay delante de él
Miro a Jacob y él me hace un gesto de que lo haga.
¿Qué está pasando aquí?
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Cruel Deseo
RomanceJacob Henderson y Alessandro Mantwayer; uno un policía obsesionado con la idea de cazar a los malos y perdidamente enamorado de la chica buena. Mantwayer, un mafioso apasionado, engendro del mal y también perdidamente enamorado de la chica mala. Bet...