Entramos a la residencia con precaución. Observo los inmensos arcos que están en la entrada y las fuentes de luces que salen expulsadas del suelo de cristal. El mal humor desaparece y sonrío al ver a un montón de niños asomarse desde los balcones. La hacienda es un verdadero paraíso. Alessandro baja y recibe a unos niños que se acercan a él como sí fuera Santa. Cuando yo hago lo mismo, todos los chiquillos me miran sorprendidos. Alessandro me toma de la mano y me lleva a la entrada de la casa, donde se encuentran tres mujeres mayores y una chica joven que me observa seria.
-Buen día, señor Mantwayer.- lo saluda una mujer de ojos grandes y sonrisa amable.
-Buen día, Alice.- le responde, contento.- Venimos a dejar víveres y juguetes para los niños.
Ahora sé que hay en la caja, y no es nada que pueda atentar contra mi vida.
-Muchas gracias. Thabata, ayuda por favor a bajar las cajas.- le habla Alice a la chica joven.
-Oh, no. Mis hombres lo harán. Thabata, sí eres muy amable, por favor, cocina algo delicioso para comer.- le sonríe, haciendo que se sonroje.
Ajá, por eso me mira así.
-Enseguida.- se retira.
-Les presento a Mia. Mia, ellas son Alice, Bruce, e Hilary. Las representantes del Albergue.- nos presenta.
-Un gusto.- les sonrío afable a todas y estrecho cada una de sus manos.
Alice es la más grande, tiene el cabello teñido de blanco debido a las canas. Bruce, cabello negro y ojos cafés. Hilary, Cabello rojo y ojos verdes oscuros. Alice es más cariñosa, Hilary es más timida y Bruce es más reservada. Son una combinación muy calida y agradable. Perfectas para controlar un sitio como éste.
-Vamos, te presentaré con las bestias.
-Llevan esperándote desde ayer.- lo reprende Bruce con suavidad.
-Melanie.- expresa, como sí eso fuera suficiente.
Las ancianas se miran cómplices y sé que conocen a Melanie tanto como su hermano. Alessandro y yo nos acercamos a los niños que están en el jardín. Esperando pacientemente por su atención.
-¡¡Bestias!!- grita extendiendo sus brazos.
Todos los niños corren a él, chillando contentos.
-¡¡Alessandro!!
-¡Te extrañamos mucho!
-¡¿Trajiste dulces?!
-¡Te queremos!
-¿Quién es la chica?
-¿Ya tienes esposa?
-¡¡La bestia esta casado!!
-¡Aunque tengas hijos, no nos olvides!
-¡Paren!- los interrumpe Alessandro, muerto de la risa
Los chicos se le lanzan encima, haciendo que caiga al piso.
-¡Todos sobre la bestia!- grita un niño con fuerza.
Escucho la risa de Alessandro mientras todos los pequeñines están sobre él.
-Princesa... ¿Nos haría el honor?- me pregunta un niño de cabello negro, señalando la pila humana.
-Por supuesto.- muevo mis pestañas, mientras camino como sí llevara un gran vestido.
Los niños se hacen a un lado y yo me dejo caer sobre Alessandro, ambos reímos junto con los niños.
-¡Beso!
Beso
Beso
Beso
El grito de los traviesos me pone nerviosa, pero aún así, me inclino y le doy uno suave. Nos levantamos y sacudimos el pasto que tenemos en la ropa. Me toma de la mano y me lleva hasta la camioneta.
-Vengan aquí.- los llama.
Todos los niños se acercan, rodeándonos con emoción. Los cuento mentalmente. 13 niñas y 16 niños. Dos chicas se ven mayores de catorce, quizás. Mientras que las demás niñas son pequeñas y en el caso de los niños hay cuatro chicos grandes. Absolutamente todas las niñas miran a Alessandro como a un hombre perfecto. Y los niños lo ven con admiración. Al parecer ha hecho bien su trabajo aquí.-Bien, les traje esto.- Alessandro saca las cajas con los demás hombres y las abre.
Juguetes.
Muñecas.
Ropa.
Carritos.
Maquillaje para las grandes.
Y consolas de videojuegos para los hombres.
Y libros... muchos libros.Alessandro comienza a repartirlo todo con ayuda de los mayores. Me sorprende darme cuenta que se sabe todos los nombres, no falla ni modifica ninguno. Cada niño sale corriendo a mostrarles a las ancianas sus nuevas posesiones. Uno de los chicos comienza a hacerle plática sobre un partido de futbol y Alessandro le sigue la conversación, pero sin dejar a un lado al resto.
-Se parece a ella.
-No, es como Aurora.
Bajo la mirada y dos niñas pequeñas me estudian atentamente... ¡Son gemelas!
-Como Aurora.
-Sin duda alguna.- concuerda la otra niña, mirando la muñeca que tiene en la mano.
Sonrío al ver su muñeca de la princesa Aurora.
-Eres muy bonita.- me sonríe una.
Me agacho para estár a su altura y les acaricio el cabello a ambas. Son dos preciosas niñas con el cabello afro y ojos verdes.
-Ustedes lo son aún más.
-¿Crees que cuando seamos mayores, podamos conquistar a Alessandro?- me pregunta una, susurrando.
-Yo creo que si.- le contesto de la misma manera.
-¡Por supuesto que si!- les asegura Alessandro.
Ambas me miran y salen corriendo mientras chillan halagadas. Me levanto y lo miro divertida.
-Tienes muchas pretendientes.- le doy un empujón divertido.
-Eso parece.- me abraza fuerte mientras me da un beso suave.- ¿Te molesta sí pasamos el día con ellos?- me pregunta.
-Eso suena genial.- lo vuelvo a besar.
-¡La bella conquistó a la bestia!- grita un niño, dramáticamente.
Todos gritan de la misma manera y hacen ruido extraño y divertido con sus bocas.
Este día será increíble.
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Cruel Deseo
RomanceJacob Henderson y Alessandro Mantwayer; uno un policía obsesionado con la idea de cazar a los malos y perdidamente enamorado de la chica buena. Mantwayer, un mafioso apasionado, engendro del mal y también perdidamente enamorado de la chica mala. Bet...