Recargo mi cabeza en el hombro de Alessandro y él me sujeta fuerte de la cintura, acercándome más a su cuerpo. Nos movemos al compás de "Like I'm Gonna Lose You", cerrando los ojos para poder disfrutar la canción. Siempre soñaba con el día de mi boda. Con el hombre perfecto, como podría ser Jacob. Una gran recepción, con muchísimos invitados (que ambos conociéramos) con familia. Todo planeado por los dos. Quería casarme con ese hombre maravilloso que sería el padre de mis hijos y mi compañero de vida. Pero en cambio, tenía a Mantwayer. Que era la perfecta combinación de todo eso, pero que era irreal. ¿Cómo puede algo sentirse tan bien y tan mal al mismo tiempo?
Voy a amarte como sí fuera a perderte…¿Perderlo? ¿A él?
Detengo el baile cuando la pregunta más desastroza llega a mi cabeza.
¿Me dolería perderlo?
La canción acaba y el sonido de los aplausos me estimula. Alessandro se inclina para besarme suavemente y después me lleva fuera de la pista, que ha comenzado a llenarse de personas. No estoy muy segura de que Melanie haya entendido mi deseo de no querer algo grande, pero ya era demasiado tarde para fastidiar.
-Ven conmigo.- sonríe y me lleva hacia la entrada.
Lo sigo de buena gana y saludo con la mano a Fernanda, que sigue pegada a la mesa de dulces. Bruce nos mira divertida y dejo de verla. El aire frio me hace querer volver al calor humano, pero Alessandro sigue caminando hacia las luces brillantes que iluminan solemnemente el lago. El sol ya no es más que una franja naranja en el cielo y la luna se hace espacio entre las pocas nubes. Al dar un paso en el césped, el tacón se hunde, pero Alessandro no se da cuenta. Lo detengo un momento y me deshago de los tacones sin mucho esfuerzo. Soltamos unas carcajadas divertidas y comenzamos a correr hacia las luces. Nuestras manos jamás se sueltan, nisiquiera cuando Alessandro tropieza. Le ayudo a ponerse de pie y seguimos corriendo. No existen policías, ni mafiosos, ni agentes encubiertos, ni mentiras. Ni Jacob Henderson. Los dos corremos rápido para huír de todo. De pronto, dejo de ser Mia. Soy Betthany White, soy yo misma. Soy libre.
Soy la maldita señora Mantwayer.
-¿Listos para mi última sorpresa?- Melanie nos intercepta en la entrada.
Me paso la mano por el cabello y me aseguro que la tiara no se haya caído. Alessandro no se molesta en volver a meterse la camisa dentro del pantalón y eso es suficiente para que Melanie sepa lo que pasó detrás del jardín. Evito preguntas.
-¿Otra?- inquiero.- La recepción estuvo increíble. El pastel ni se diga. ¿Y todavía me tienes otra sorpresa? Creo que es demasiado.
Melanie me mira como sí fuera estúpida y me extiende un sobre.
-Tonterias. Ahora eres tan importante y adinerada como nosotros.
Acepto de mala gana el papel y comienzo a abrirlo lentamente. Alessandro se acerca para ver de qué se trata.
-¡No es cierto!- exclama sorprendido al ver los boletos.
-¡Oh si!- sonríe Melanie.
-¿Marruecos?- pregunto en voz baja.
-Es el único lugar al cuál Alessandro no ha ido jamás.- me explica Melanie.
-Esto es... ¡Maravilloso!- murmura Alessandro, mientras abraza a su hermana.
Me quedo parada mirándolos como tonta. ¿Por qué Alessandro jamás ha ido a Marruecos? ¿Por qué jamás lo había visto tan cariñoso con Melanie como ahora? Al parecer, el regalo significa mucho más de lo que yo pensaría, pues el abrazo dura mucho tiempo. Cuando se sueltan, le agradezco a Melanie una vez más y ella parece encantada con nuestra reacción. Alessandro me carga y da dos vueltas, riendo como niño pequeño.
- ¡Nos vamos de luna de miel a Marruecos!
Alessandro arranca el auto y acelera, dejando atrás la casa y a todos. Después de una hora de despedidas, pudimos salír a tiempo. Prometí regalos para los chicos y algunas fotografías para Fernanda. Alessandro juró a todos los niños, que el siguiente viaje sería a Disneyland, haciéndolos los chiquillos más felices del mundo. Incluso yo estaba emocionada. Jhon Newman comienza a sonar en el estéreo, pero bajo el volúmen para que me escuche.
-¿Así que Marruecos eh?- pregunto curiosa
Alessandro asiente sin mirarme.
-Cuando tenía 15 años, juré que cuando pisara Marruecos, sería en mi luna de miel.- me explica
Vaya. Tenía un plan y todo.
-Y debo admitir, que no podría sentirme más afortunado de que seas tú.- finaliza con una preciosa sonrísa

ESTÁS LEYENDO
Cruel Deseo
RomansaJacob Henderson y Alessandro Mantwayer; uno un policía obsesionado con la idea de cazar a los malos y perdidamente enamorado de la chica buena. Mantwayer, un mafioso apasionado, engendro del mal y también perdidamente enamorado de la chica mala. Bet...