Alguna vez les han dado un golpe fuerte en el estómago? De esos golpes que no duelen, sino que te dejan adormecida la zona herida.
¿Alguna vez les ha dado un ataque de ansiedad tan intenso que no saben que hacer? Esos que te hacen llorar de desesperación.
¿Alguna vez han entrado en shock? Ese momento dónde la negación es la armadura.
¿Alguna vez sintieron esa presión en el pecho que las dejó sin aire? Esa asfixiante sensación de querer gritar y simplemente no poder hacerlo.
¿Alguna vez han sentido todo eso junto?
El calor del fuego me bordea desde la distancia. Acrecentando la espantosa alucinación del entumecimiento. Bajo la mirada al suelo y trato de controlar el mareo que se acerca. Había pasado un tiempo desde la última vez que mi mala condición con la sangre me había atacado.
Me sentía desmayar.
-Tu pierna.- cuchicheo a Jacob.
Él baja la vista hacia su pierna.
-Te dispararon.- lo miro a los ojos.
-No es nada.- me asegura.
Desee tenerlo así de cerca muchísimas veces, pero ahora que estábamos a unos centímetros, me sentía extraña. No lucía como el Jacob que entrenaba conmigo, parecía un espectro. ¿Estaba vivo o también estaba en llamas cómo Alessandro? Porque de ser así, ya no iba a soportarlo. Apenas podía mantenerme de pie. Las sirenas de las ambulancias y los carros de bomberos, me desgarraban los tímpanos. Solo quería írme.
-¿Estás bien?- Jacob me quito el cabello del rostro.
Su toque fue como dos toneladas más a mis hombros y me sentí morir. Era él. Estaba con vida. Jacob si seguía con vida.
-E-esst-toy…
Mis balbuceos me quemaban la garganta. Su curpulenta figura me envolvió por completo, pero no pude moverme.
Seguía adormecida y no sabia como deshacerme de esa sensación. No podía disfrutar de su protección. Sólo era capaz de ver esa miserable camioneta que seguía en llamas.-¡Betthany White!
Jacob y yo nos separamos al escuchar mi nombre. Reconozco al Mayor y el adormecimiento se vuelve molestia. Más vale que no se atreva a pedirme disculpas, ni ninguna explicación, porque no es el mejor momento. Pero no es eso. Lo sé por la mirada en sus ojos. Saca las esposas y dice:
-Betthany White. Estás detenida, por ser posible complice del narcotraficante Alessandro Mantwayer.
Mi respiración se corta por completo y no puedo creer lo que está diciendo. Termina su estúpida oración y yo sigo sin entender que es lo que sucede.
-¿Está bromeando?- me alejo lentamente .
Un policía se acerca a mí y me sujeta fuerte de las manos. Toma las esposas que le ofrece el Mayor y las pone sobre mis muñecas. El metal está frio y el vomito ya se siente en mi garganta. El Mayor se aleja sin dar más explicaciones y miro a Jacob, completamente aterrada.
-¿Qué significa esto, Paul?- le pregunta Jacob, furioso.
-Sean está detrás de todo esto.- murmura.- La van a llevar a juicio.
No, no. Esto es mucho peor. Jacob lo aniquila con la mirada y después me mira, tratando de parecer sereno. Intenta quitarme las esposas, pero Toni llega a impedirlo.
¿Por qué todos actúan cómo sí yo hubiera hecho algo terrible?-Cuando lleguemos a Manhattan, arreglaremos esto.- me anima.
Le hago un gesto de aceptación y sé que tengo los ojos llenos de lágrimas.
Camino esposada hasta la patrulla y antes de entrar, puedo ver al hombre que está parado frente a la camioneta en llamas. Su sola presencia me da a entender todo lo que necesitaba. Fue él. No sé que habrá dicho para que ahora yo sea la villana, pero no importaba. No iba a ceder.
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Cruel Deseo
RomanceJacob Henderson y Alessandro Mantwayer; uno un policía obsesionado con la idea de cazar a los malos y perdidamente enamorado de la chica buena. Mantwayer, un mafioso apasionado, engendro del mal y también perdidamente enamorado de la chica mala. Bet...