🌷Capítulo 15

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Jacob.

El camino de regreso a la oficina del Mayor Hall se me hace eterno. Avanzo sin darle importancia a las miradas curiosas de mis compañeros. Pueden írse al infierno de mi parte, y lo saben.

-¿Me han quitado del caso?- le pregunto al Mayor, tratando de sonar tranquilo.

Entro totalmente a la oficina y cierro la puerta detrás de mí, con seguro. El gesto de confusión no le dura demasiado, y no parece sorprenderse por mí actitud.

-Toni me ha comentado algo que no fue de mi agrado, Henderson.- se acomoda en su silla giratoria.

-Sí habla de mi carácter de hace rato...

-No quiero que se acerque al caso, Henderson.- me interrumpe fríamente.- Digamos que no me agrada el hecho de que uno de mis mejores hombres se esté implicando sentimentalmente. Eso no está bien y lo sabes.

Me quedo helado al escucharlo y las palabras se traban en mi garganta al intentar hablar.

-Eso no es así.- miento de nuevo.- Eso es mentira.

-Henderson.

-Deme otra oportunidad.- le pido

-Ya he hablado con la agente Wilver.- niega con la cabeza.

-Ella puede trabajar con nosotros.- interpelo.-Este caso es igual de importante para mí, como lo es para usted. Le consta de cuanto tiempo he invertido en seguir a Mantwayer y ahora no puede sencillamente dejarme fuera por una falsedad dicha por Toni. Él ni siquiera es de los expertos.

-No puedo arriesgarme.- declara.

-No hay nada por qué preocuparse.- vuelvo a mentir.

Me mira por largos segundos y después asiente. Lo he conseguido.

-Que no vuelva a pasar.- me advierte.

Salgo de su oficina, directo a maldecir a Toni y sabiendo que todas mis promesas fueron mentira.





 
 
Betthany.

Jacob comenzó a conversar con el chico, en un excelente acento Polaco. No tenía idea de quién era ese chico, ni lo que significaba todo lo que decían. Pero no importaba, me conformaba con sólo mirarlo sin complicaciones. Jacob hablando en otro idioma se había vuelto mí momento favorito. Por siempre.
Me agito en la cama, sintiéndome incomoda mientras unos brazos me envuelven con fuerza.

-Fuera, Greg.- susurro adormilada

-¿Quién es Greg?

Abro los ojos aterrada al escuchar su voz.

Joder

Joder

Joder

Joder

Olvidé por un momento dónde estaba. Me armo de valor y me muevo entre sus brazos hasta quedar cara a cara. No sentí cuando me abrazo, ni cuando se despertó.

-Yo no dije Greg,- miento

-Te creería sí fuera sordo.- puedo notar que no le hace gracia la situación.

Intento sonreír, pero su expresión me pone muy nerviosa. Pienso en una excusa, pero ninguna me suena coherente. ¿Y sí sólo le salto encima y hago que lo olvidé?

-¡¡Alessandro!!

El aludido pone los ojos en blanco al ecuchar la voz chillosa, que proviene de los pasillos.

-¡Alessandro, cuando te encuentre te arrepentirás!

-No es en serio.- susurra, cubriéndose el rostro con una almohada.

-¿Es la chica de anoche?- le pregunto bajito.

-Sí.

-¿Quién es?- miro la puerta con preocupación.

¿Y sí se trata de una amante desequilibrada? Estaría perdida.

-¡¡Ajá!!

Salto del susto cuando la puerta se abre de golpe, dejando ver a la chica de anoche en bata. Luce débil, pero también molesta.

-¡Fuera de aquí, Melanie!- le ordena Alessandro, sentándose a la orilla de la cama.

-¿¡Cómo te atreviste a romper mi vestido!?- le recrimina furiosa.- Fue diseñado solo para mí y ahora está por la mitad. Eres un maldito desastre.

-Debes estár bromeando.- hace un gesto de asco.

No puedo evitar remedar a Mantwayer. ¡Pero que agradecida chica, eh! Se estaba muriendo y ahora busca pelea por un vestido. Los problemas de las personas con dinero no es nada parecido a las del resto.

-Pudiste quitarlo con cuidado... espera un momento...- se interrumpe al mirarme.- ¿Quién es ella?- pregunta con curiosidad.

-Ella es Mia.

-No empieces con tu posesividad, hermano.- lo riñe.

-¿Hermano?- mi voz es un chillido asfixiado.

Melanie me da una mirada complaciente y Alessando, una llena de irritación. No son muy parecidos. Pero eso no es importante para mí. Lo único que me funciona de esto, es que sin querer, ya tengo la última información que me habían pedido.

-Así es, somos hermanos.- Melanie me regala una sonrísa.

Dos aves en una misma jaula.

Dos hermanos en una misma pista… prisión.

Cruel DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora