Kyla
Sentía un aroma cálido a mi alrededor, y me extrañaba no oír la música de Emma, mientras baila por todo el apartamento dando brincos de alegría, como me tenía acostumbrada.
Abrí los ojos con cuidado, pero me costaba ver nítidamente, los rayos del sol se traslucían tras las cortinas blancas de un ventanal. Poco a poco fui viendo mi alrededor percatándome en que no estaba en mi cuarto.
Oí que alguien salía del baño y me cubrí con las sabanas los más rápido que pude, me fije que no tenía mi ropa, sino apenas una camiseta blanca enrollada hasta el pecho.
Apareció por el umbral de la puerta, con una toalla cubriéndole de la cadera hacia bajo, mostrando sus hermosos músculos que hacia escalones por todo su vientre.Me cubrí hasta la nariz con la sabana, viéndole de reojo todo su esbelto cuerpo dándose cuenta sonrió. Notaba calor por todo mi cuerpo, consiguiendo ruborizarme.
-Pensé que seguirías dormida -. Se metió al vestidor y estando de espaldas a mi se quitó la toalla, dejándola dispersa por el suelo. No quería mirar exactamente ahí, pero era inevitable tenía un buen culo, y eso le era inevitable ocultar.
Mire a otro lado, para disimular y así responderle.-¿Cómo... cómo... he llegado aquí?...
Se puso un pantalón de deporte y se acercó hasta la cama encerrándome entre su tronco y los musculosos brazos que marcaba conteniendo su peso contra el colchón. Estaba colocando todo su peso en los nudillos.
-Quería asegurarme de que despertarías viva.
-¿Gracias...?
-De nada.Se acercó con cuidado y me besó la frente. Se me había quedado sin aliento para asimilar el momento tan incomodo.
-Te mueves mucho cuando duermes.
-¿Has dormido conmigo? ¿Aquí? -Señalé el lado vacío que había junto a mí.
-Si... Te espero fuera. En el vestidor tienes ropa nueva.
-¿Y mi ropa?
-Lavando. Deberías de dejar de hacer tantas preguntas y vistete, tengo prisa.Asenti y me fui al cuarto de baño a darme un baño. Me enjabone removiendo el sudor y lo retiré con el agua caliente.
Al salir me enrolle en una toalla que olía a lavanda, esa fragancia tan delicada a recién limpio. Salí para vestirme. En un sillón doblada con cuidado había un vestido corto de flores amarillas que se amarraba con un botón en el cuello. La ropa interior era muy fina y de lencería negro, exactamente mi talla.
Salí con cuidado hasta una gran sala que conectaba el salón con la cocina y el comedor.
Me senté en frente de él, y en medio de la mesa un gran bufete de comida recubría toda la mesa. Cogí una jarra y rellené una taza con café recién hecho.-Te ves muy bien con ese vestido. Lo eligió la dama de llaves.
-Es muy bonito, gracias.Inconscientemente me mordí el labio con ganas de probar sus labios, y él se lamió los suyos. Su móvil comenzó a sonar, y al ver quién era, cambio su rostro a uno frío y sereno.
Se levantó hasta una esquina de la habitación junto a la ventana.
Seguía viéndole desde la lejanía y al sentir mi mirada tras su espalda se giró, y me sonrió.
«Me sacan ahora mismo sangre y sale congelada».
Dios mío, me podía derretir ahí mismo antes sus ojos, era perfecto, hermoso, y no me cansaría de decirlo.
Se acercó de nuevo a la mesa para seguir desayunando.-¿Qué tal estas? -Me preguntó mirándome fijamente a mis labios que empapaba con mi lengua cada instante.
-Mejor -. Una sola palabra y la más fría de todas, la intenté reforzar con otra cosa -. Si tan caballero eres podrías presentarte al menos...
-Buen ojo... Me llamo Bellamy Miller, encantado -. Ofreció su gran mano pero delicada.
-Mucho gusto, yo me llamo Kyla Perez.
-¿Su padre es Josh Perez?
-Si... El mismo.
-Por tu tono te desilusiona-. Justo me había leído la mente. Estaba desilusionada porque no fue capaz de aplazar la junta y asistir al día más importante para mí, mi graduación.- No... Solo que... Bueno no importa.

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𝑴𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓
RomanceNuestra elección en la vida siempre fue meditada desde que teníamos apenas doce años, por muy extraño que suene. Pero sufren altibajos por intromisiones en el camino. Pasa delante tuyo y mío, mejor disfruta la a cada instante, tal vez te des cuanta...