𝟑𝟔

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Emma

Ya era muy tarde, y Tyler no había llegado, aun prometiéndome que volvería detrás mío. Intentaba dormir, pero se me hacía imposible imaginándome cualquier cosa, y esa cosa tenía nombre y apellido; Selena Steele.

Me levanté del sofá, donde estaba viendo una película, en el salón haciendo tiempo mientras llegaba. Fui al baño, y al acabar, mientras me lavaba las manos sonó la puerta, abriéndose con una llave. Salí disparada hacia la entrada, y allí estaba él, con los ojos dilatados y la camisa desabrochada.

-Has tardado mucho.
-Lo siento, estuve tomando algo con Christian.
-¿Christian estuvo contigo tomando algo?
-Sí, y fueron unas cuantas copas.
-Que extraño. Pero, ¿pasó algo? Dakota subió una foto a sus redes sociales , algo de, déjame ir.
-Sí, ya lo vi. Ella y él discutieron.
-Y de qué, Dakota no se enfada así por así -. Le acompañé al cuarto, tras apagar la televisión, y recoger la manta del sofá, colocándola en su espalda, para cubrirle.
-Dakota, que esta embarazada.
-¿Qué? -Me detuve en el escalón, el tercero antes de llegar a la planta.

Él continuó subiendo, y yo me quedé perpleja, mirándole fijamente. Estaba atónita, cómo iría a ser posible tal cosa. No sé, al menos se lo pensaría, pero sabe que esa relación no es estable cine por cien.

-¿Esta seguro?
-Sí, me lo afirmó él mismo.

Deshice la cama doblando las mantas, para introducirme en ella, esperando a que Tyler terminase de cambiarse, e ir a dormir. Le acomodé las almohadas y la manta.
Tyler parecía raro, estaba demasiado tranquilo para todo, y estaba alegre, pero tenía algo más extraño, lo que le hacía irreconocible. Tal vez serían las copas de más que se a bebido.

(...)

Me pesaba la vista, no quería levantar ni un solo musculo para levantarme. Tyler estaba encima mío cuando abrí los ojos, brillaba como el sol. Me besó despertándome de mi aturdido sueño.

-Tengo unos cuantos planes para nosotros...
-El primero de todos para mí, es que quites tu enrome culo de encima mío.
-Pero se te gusta -. Comenzó a hacer ligeros movimientos con las caderas.
-¡Tyler! Vamos, levanta, son las diez. Hay que ir a trabajar.
-Pero... -Me besaba el cuello haciendo recorrido hasta mis pechos, continuando por mi vientre mientras levantaba mis camiseta -. Podemos decir que el coche no encendía.

Continuó besando hasta bajo, bajando a su vez mi pantalón con mi ropa interior. Le agarré la cabeza para que se detuviese, pero con destreza comenzó a besar mi sexo asustándome y haciéndome gemir. Cogí su cabeza con rabia y tras deshacerme de él me levanté, dejándolo en la cama tumbado resoplando.

-Me tengo que ir a duchar.
-Tu decides, en el baño o aquí, ahora.
-Sabes que si no acepto es una violación.
-¿Probamos? Yo creo que te gustará

Retorcí mi labio y me dirigí al cuarto de baño con rapidez, antes de que entrase. Cerré tras mío con cerrojo para que no pasase. Pero comenzó a golpear la puerta entre risas, tanto él como yo.

-Abre -. Decía repetidas veces.
-Puedes ir a asearte al baño de abajo.
-Pero quiero este, el de mi habitación.
-Se siente, esta ocupado.

Bufó y salió del cuarto. Continué duchándome, y aseándome. Salí tras un largo rato, y encontré encima de la cama maletas. Quité la toalla de mi pelo y lo sacudí, viendo qué ocurría.

-¿Qué pasa? ¿Me vas a echar por no dejarte duchar conmigo?
-Podría ser el caso, pero no. Nos vamos de viaje, tu y yo, solos, el tiempo que queramos.
-¿A dónde?
-Nos vamos a Florida.
-Pero tengo que trabajar.
-Bueno, puedo hablar con tu jefe.
-Por favor -. Me detuve frente a él-. Ni se te ocurra, la última vez que os visteis parecía una competición de meadas. Te pido que por favor lo dejemos de momento para más adelante. Además las cosas no están muy bien.
-Está bien.

𝑴𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora