Madison
Marco llevaba unos días tras la boda algo extraño. Estaba más pendiente de mi que de costumbre. Como si temiera que me ocurriera algo.
Ahora vivía junto a Janessa en el antiguo apartamento de Kyla y Emma. Lo habíamos puesto a nuestro gusto, y la verdad que extrañaba el vivir sola, aunque a la vez me encontraba a menos de diez minutos de mis padres.
-A noche te llamó Marco, decía que venía a buscarte a las tres.
-Que raro, me suele dejar un mensaje.
-Pues ni idea. Yo ya te di el recado -. Regresó al sofá comiendo una bolsa de patatas. Al ver que no respondía se giró mirándome boca abajo en el sofá -. Ey, ¿todo bien?
-No lo sé... Esta muy raro últimamente.
-Cualquier cosa cuéntamela, no te la guardes.
-Es que a ver. Yo me siento muy cómoda con él, pero lleva desde la boda me está sobreprotegiendo -. Se acomodó en el sofá permitiéndome sentar con junto a ella.
-Y no será que se ha enterado de las historias de Kyla y Christian. Me refiero, al secuestro, y el accidente.
-No lo sé. Puede ser, además todo el mundo en esta ciudad lo sabe, salió en las noticias, sobre todo lo de Chrstian.
-De ser así, no creo que te debas preocupar. Además se ve que te cuida porque te quiere, y si no fuera así te lo diría también.
-Ya, lo sé... pero es que es demasiado, yo necesito mi espacio, mi libertad, lo sabes.
-Pues díselo, díselo no te lo guardes. Y además si os interesa ir bien en esta relación estaría bien decírselo.
-Vale, pues se lo diré.
-Verás cómo se lo toma a bien.La puerta comenzó a sonar, así que me levanté pensando que sería él, aunque sería raro porque es puntual, y aún quedaba tiempo para las tres.
Abrí la puerta y tras ella se encontraba un señor con un bolso grande cruzado colgando de su hombro. Parecía ser el cartero.-Hola buenas.
-Hola. ¿Aquí viven Janessa Scott y Madison Jhonson?
-Si, así es.
-Aquí tienen -. Me entregó dos sobres blancos grandes y con las mismas se fue.
-Gracias adiós.Cerré la puerta para regresar junto a Janessa y entregarla su sobre. Me miraba intrigada, tanto como yo al sobre.
-¿Qué es?
-No lo sé.Le entregué el suyo y comenzamos a abrirlo sentadas en el sofá como en un principio.
Al leerlo vimos que era la invitación a la boda de Christian y Dakota.-Ya tienen fecha y todo. Y hace menos de veinticuatro horas discutieron, o al menos eso me contó Emma -. Comentaba Janessa.
-Las invitaciones las enviaron a los pocos días de comprometerse, pero no han llegado hasta ahora.Mirábamos la invitación con cautela.
𝑃𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑓𝑒𝑐𝘩𝑎
𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐋𝐀 𝐁𝐎𝐃𝐀 𝐃𝐄𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶 𝓁𝓎𝓃𝓃 𝓂𝒶𝓎
&
𝒞𝒽𝓇𝓈𝓉𝒾𝒶𝓃 𝒷𝓇𝒶𝓃 𝓂𝒾𝓁𝓁𝑒𝓇𝑠𝑒𝑖𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑎𝑦𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑙 𝑑𝑖𝑒𝑐𝑖𝑜𝑐𝘩𝑜 𝑎 𝑙𝑎𝑠 𝑑𝑜𝑐𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜 𝑑𝑖́𝑎
𝑆𝑎𝑛 𝐹𝑟𝑎𝑛𝑐𝑖𝑠𝑐𝑜, 𝑐𝑎𝑠𝑎 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑟 𝑀𝑖𝑙𝑙𝑒𝑟𝐈𝐍𝐕𝐈𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐅𝐎𝐑𝐌𝐀𝐋 𝐀 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐈𝐑
Guardamos las invitaciones de nuevos en los sobres para guardarlo cada una.
-Como pasa el tiempo, ya de nuestras amigas se casan.
-Tal vez se están precipitando, o no, solo ellas lo saben -. Decía Janessa mientras apuntaba en su móvil la fecha de la boda.
-No creo, ellas se piensan mucho las cosas, y más aún Dakota, hazme caso, ella sabe lo que hace.
-¿Tienes hambre?
-La verdad, si y bastante.

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𝑴𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓
RomanceNuestra elección en la vida siempre fue meditada desde que teníamos apenas doce años, por muy extraño que suene. Pero sufren altibajos por intromisiones en el camino. Pasa delante tuyo y mío, mejor disfruta la a cada instante, tal vez te des cuanta...