𝟏𝟓

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Emma

-No confías en mi. Mira Ryan, es muy sencillo, vienes y punto. Y no traigas a ninguna de esas putas, punto.
-¿Y tú con quién vas?
-Vamos a ir todas juntas, ya sabes. Kyla, Dakota, Jan, y yo.
-Vaya grupo.
-Podrías ir con...
-Con nadie, Emma, con nadie.
-Vale solterón. Vete con tu caballo, seguro que así te alaban más como en las carreras.

Me dio un golpe flojo en la cabeza y se fue fuera de la habitación. Salí tras él al cuarto de mis padres, a ver dónde estaba mi madre, y así ver lo que se iba a poner para la fiesta en la casa de los Kay.

-¿Se puede? -Golpeé la puerta.
-Pasa hija. Mira, quería que vieras esto.
-¿Qué es? La caja es vieja.
-Si, es un aniño de una antepasada tuya -. Sacó de la cajita el aniño de oro con una pierda verde en el centro -. Dicen que era bruja, y muy poderosa. También que esta encantado, ya que se lo puso el día en el que se caso, y murió. Y guarda toda su magia.
-¿Lo acabas de mirar por google?
-¿Por quién me tomas?
-Por mi madre.
-Es la verdad, o por lo menos la que me contó mi madre, y a mi madre su madre, y así sucesivamente.
-Una historia algo extraña. Pero me gusta...
-Toma. Póntelo, te va a quedar bien con el vestido gris, y con el collar que te regalaron.
-Gracias mamá ...

Me puse el aniño en el dedo índice.
Me levanté junto a ella, y salimos de la casa, desde la puerta del cuarto que daba al exterior.
Fuimos dando un paseo por el campo, donde también estaba mi hermano jugando con mi padre al golf.

-Llevo tiempo sin hablar contigo. Ya no me cuentas nada. No sé si tienes trabajo, ni siquiera que te fuiste de viaje.
-Es lo que suele pasar cuando un hijo se independiza. No, no tengo aun trabajo, pero estoy esperando una llamada. Y si, me fui de viaje a Toronto, con Tyler.
-¿Tyler?
-Si... Un amigo.
-¿Miller?
-No tiene importancia mama.
-Vale borde. ¿Vas con tu amigo?
-No... Ya le dije a Ryan que iba con las chicas.
-¿Sabías que volvió tu amiga?
-¿Quién?
-Madison.
-No lo sabía. ¿Y tú cómo lo sabes?
-Hablé con sus madres el miércoles, cuando me reuní con ellas y con la madre de Kyla.
-Entiendo. Aunque me extraña que no me hayan avisado, o alguna de nosotras.
-Tampoco te llaman las veinticuatro horas del día.
-Pues no. Pero eso se suele avisar.

La chica, encargada de servir la comida nos llamó para acudir a comer, ya que ya estaba servida.
Nos sentamos mi hermano y yo frente a nuestros padres. Mi padre parecía serio, pero dejaba asomar una sencilla sonrisa, con esperanza en salir.

-Decirme.
-¿Qué? -Preguntó Ryan respondiendo a mi padre.
-Nada. Apenas habláis en la mesa.
-Hay poco para hablar cariño.
-Si papa. No hay gran cosa.
-Perez no quiere que Bellamy Miller se acerque a Kyla, ¿no?
-Vaya, Bellamy con Kyla -. Dijo Ryan enrollando en el tenedor los espaguetis.
-Si, creo que es así. ¿Por qué lo dices?
-Por nada...

Dejó de hablar como si le incomodase tanto como a mí.
Terminamos de comer y nos dirigimos todos juntos al exterior a la piscina.

Me retiré el vestido, y me quedé en bañador. Me senté en el borde. Ryan se sentó junto a mí para hablar, mientras mis padres tomaban el sol en las tumbonas.

-Hermanita...
-¿Qué quieres?
-Nada, por favor. Te quería proponer una cosa. Y si hacemos que la fiesta sea más entretenida.
-¿Qué dices? Izabela nos mataría.
-La madre de Dakota tal vez, pero Dakota no. Y estoy seguro de que desearía que la fiesta fuese más entretenida.
-¿Y cuál es plan?
-¿Aceptas o no?
-Depende. Suelta ya todo.
-La fiesta de un principio iría todo normal, tal y como lo organizan, pero después de la cena, empieza el plan; se cambiarán la luces, la música, y apartaremos las mesas, para crear una inmensa pista de baile.
-Vaya plan más cutre. Pero con tal de que no se para la tercera edad me vale.
-Esta bien. Llamaré a unos amigos.
-¿Quiénes?
-Son mis amigos. No tus futuros novios, a los cuales espies junto a tus amigas.
-¿Qué dices? Vaya hermano que tengo. Eso de dar botes en el caballo te a afectado a la cabeza.
-Y a ti el perseguir a la gente.

𝑴𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora