𝟏𝟔

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Janessa

Habíamos comido todo lo servido, sin dejar apenas comida en el plato, y aún no habían regresado Dakota y Christian.

-Estos dos están haciéndose manitas -, dijo Emma.

Habían aparecido tras nuestro, sentándose como si los hubiésemos invocado.

-Que hambre -. Dakota se acomodó en la silla incómoda, y Christian la miraba satisfecho de reojo.
-¿Dónde estaban muchachos? Queda poco para la hoguera de San Juan.
-A mamá, hemos estado...
-Me estaba mostrando en el exterior una arboleda de manzanos y perales.
-Si, es muy hermosa esa zona. Bueno, coman rápido, que ya nos vamos a ir trasladando.

Afirmamos todos, y ellos daban bocados hambrientos a la comida.

-Christian, arréglate la corbata -. Le avisó Tyler entre risas.

Tras acabar de comer, salimos todos en grupo hacia el exterior.

-¡Mirad cómo se enciende! -Señaló Madison haciéndonos ver, la cerilla que alzaron al alto cúmulo de madera y rociando gasolina para arder más rápido. La llama recobró vida llegando muy alto, y creándose una alta temperatura a su alrededor -. Es precioso...
-Ey tu, Ryan, ¿tienes todo listo para la fiesta? -Preguntó Emma.
-Si, tranquila señoritas -, respondió Tyler por él -. Cuando volvamos será todo diferente.
-Así me gusta -. Choqué la mano a Tyler.

Estábamos haciendo todos una hilera juntos.
Tyler rodeaba su mano por la cintura de Emma, Bellamy se besaba con Kyla, casi a escondidas de los padres de ella, los cuales estaban entretenidos hablando y comentando con los demás sobre la fiesta. Dakota abrazada a Christian, cerca del calor de la llama.
Madison estaba junto a mi.
Estuvimos un instante más, hasta que Tyler y Ryan se hicieron a un lado, subiéndose a un banco del camino.

-¡Atención invitados! ¡Entren hacia dentro, la fiesta acaba de empezar!

La gente se miraba sorprendidos, ya que la fiesta estaba a punto de acabar.
Izabela se asustó y se acercó hacia nosotras para reprocharnos.

-¿Qué estáis haciendo?
-Nada mamá , tranquila.
-Estas fiestas son muy importantes para la reputación de la familia.
-Mama... -Tomó aire Dakota -. Esta familia acabo con su propia reputación.

Miramos todos a lo lejos a Finn avergonzado por lo que acababa de oír.

-¡Bueno qué esperais! -Se acercó Ryan.

Dimos media vuelta y entramos todos a la casa.
Había cambiado el ambiente, las luces eran tenues, había más bebida, y la pista de baile era más grande y faltaban mesas.
La juventud se empezaba a animar.
Me separé del grupo y me fui a por algo de beber. Me sirvieron una copa, cosmopolita.

-Jan -. Madison había posado su mano en mi hombro.
-Hola, dime.
-¿Qué tal estás?
-Muy bien. Los amiguitos ricos están muy buenos. He visto a un chico muy alto, moreno, ese te gustará, tiene pinta de que juega a baloncesto.
-Y yo he visto un chico muy mono, morenito con pelo rizado.
-Pero date cuanta lo felices que somos así solteras.

Comenzamos a reír.
Madison siempre había sido una gran persona, en verdad alguien muy importante para todas.
Todas la queríamos mucho ya que nos ayudaba en todo, aunque apenas se dejaba ayudar.
Volvimos juntas a la pista, junto a los demás.
Nos pusimos a bailar y cantar muy felices todos.

-Emma, una nueva cuñada.
-¿Quién es la afortunada?.

Alex la ayudó a levantar, era joven, morena con el pelo largo. Parecía que se había caído y él la estaba levantando del suelo.
A ratos ponían música bailable, y en este caso sonaba I won't tell a soul de Charlie Puth.
Se acercó un chico para pedirme bailar, el cual cuadraba con la descripción que me había dado Madison.

𝑴𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora