Ya era de noche cuando pasemos todo el día en casa de Margaret.
Margaret se puso pesada con el tema de que fuera a la discoteca con ella pero yo le dije obviamente que no, prefería volverme a casa.
Margaret me iba acompañar a casa antes de que se fuera pero su primo Sam se ofreció y fue extraño pero acepte.
Los tres salíamos de su casa pero Margaret en dirección izquierda y nosotros hacia la derecha.
Mientras que ambos andábamos y estaba súper cortada pero con seguridad por que era el primo de Margaret.
-No hace falta que me acompañes, vivo a diez minutos de tu prima.-Dije.-
-Son las doce de la noche y cualquier cosa podría pasarte.-
Tengo dieciocho años nada me podría pasar.
Pensé.
Pero decidí callarme y seguir el camino.
Sam mientras me seguía por que obviamente le estaba guiando y habló.
-Sois muy amigas mi prima y tu ¿no?-
Asentí
-Nos conocemos desde el instituto.-
-Eso es mucho tiempo.-
-Curiosamente si.-Reí levemente viendo la puerta de mi casa y andaba hacia a ella.-
Llegaba mientras observaba que las ventanas de mi casa y las luces estaban apagadas.
Al parecer mis padres no estaban.
Tocaba los bolsillos de mi vaquero.
-¿Ocurre algo?-Preguntó.-
-Solo busco las llaves de mi casa.-
Sacaba las llaves de mi bolsillo y me giraba abriendo la puerta.
-Mis padres no están.-Fruncía el ceño extrañadamente y me giraba mirándole.-Bueno, gracias por acompañarme.-
-De nada.-
De repente se oía un móvil y era de Sam.
Sam sacaba su móvil mirando la pantalla.
-Mierda.-Susurró con un gesto de fastidio, mirando el móvil.-
Decidí callarme por que no sabía que decir.
-¿Puedo pasar un momento a tu casa?-
-S-sí.-Respondí poco convencida y dejé pasar.-
Sam pasó hacia mi casa y luego entre yo.
Encendía la luz de mi casa cuando Sam cogía su móvil y todo estaba en silencio.
Sam menciono el nombre de una chica y empezaba hablar con ella cariñoso pero empezaba a enfadarse un poco.
-Ya te he dicho que estoy en casa de mi tía, no estoy en la calle, por Dios, ¿Quieres dejar los celos?-
Alzaba mis cejas haciendo una mueca y decidí dirigirme al sofá sentándome.
Observaba a Sam que estaba hablando por el móvil y al parecer con su novia.
Me quedaba observándole de repente.
Alto.
Cuerpo fibrado.
Ojos azules.
Nariz puntiaguda.
Labios finos.
Su pelo parece ser fino y rubio oscuro.
Tenía una voz más grave comparando a la de los chicos de la universidad.
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No me presiones
RomanceLily es una chica de 18 años que tiene una vida normal. Sam es un chico de 25 años que no tiene una vida normal. Los dos no tienen una vida en común que digamos. Pero les unirá un fin de semana. Sam tendrá que cuidar de Lily durante un fin de semana...