No me presiones

Capitulo 25

Volvían a pasar los días.

Sam parecía estar más cerca de Amanda.

Ahora me estaba sintiendo mal por todo lo que he dejado atrás, Sam ni si quiera me ve como una mujer, si no como una niña.

Suspiraba profundamente mirando la puerta de mi trabajo y Betty entraba más contenta que nunca.

Fruncia su ceño al verla de esa manera pero sonreía.

—¿Que tal, Betty?—

—Bien, bien, te quería pedir una cosa pero ni sé si seré capaz.—

—Dime.—

—Me gustaría que me hicieras fotos, se que no estoy lo bastante bella pero, me gustaría tener algunas cuántas antes de que naciera el bebé.—

—Si que eres bella.—Asentía alzando mis cejas y sonreí.— ¿Cómo que has cambiado de pensamiento?—

—Por que me gustaría verme de embarazada cuando pase.. diez o quince años.—

—Si, eso sería bonito, las fotos son recuerdos, y es lo único que se quedará en este mundo cuando muramos.—

—¡Que profunda eres Lily!—

Reí levemente asintiendo y me colocaba mi pelo rubio hacia detrás.

—Pues te la hago sin problemas.—

—Gracias Lily, bueno, voy a irme, ¡Ya nos veremos!—

—Hasta luego.—

Sonreí viéndola como se iba y cogía un vestido doblandolo.

Envidiaba la alegría de Betty, ella estaba peor que yo y tenía esa actitud de positividad, alegre, como si nada malo hubiera ocurrido con ella.

Sin embargo yo lo tengo todo, lo único que no tengo es el amor de Sam, pero creo que soy joven y debería dejar encapricharme con él.

Miraba al escaparate una vez más como Sam trabajaba y baje la mirada suspirando.

Creo que tengo que tomar una decisión ya.

Aún estoy a tiempo.

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Como por las tardes trabajaba, una de estas mañanas le hacía fotos a Betty por el pueblo.

Apoyada en las farolas.

Andando por la pueblo.

Sentada en los escalones de diferentes casas.

Realmente estaba preciosa y no la había visto nunca con su cuerpo de verdad pero el embarazo parecía sentirla bien.

Betty parecía emocionada al enseñarle las fotos y me dijo que me pagaría por ellas pero negué rotundamente.

Lo malo de aquí es que no había sitio donde revelar las fotos y eso sería un problema.

Ya encontraría la forma de revelar las fotos.

A Betty les encantó y a mi me puso muy contenta por mi trabajo.

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Esa misma tarde me encontraba trabajando y le mostraba una camiseta veraniega a una clienta del pueblo.

Ya ni si quiera ponía la mirada en el escaparate.

Estaba cansada, por que sabía que Sam no me estaría mirando.

Y después de tantos días..

Había tomado una decisión.

Era volver a Oklahoma y recuperar el trimestre que estoy perdiendo.