Capítulo 8

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Las vacaciones de Navidad habían terminado y el segundo trimestre había comenzado.

Mike no me dirigía la palabra y era normal por que le había dejado pero no le quería perder como amigo aunque lo conseguí.

Estaba justo entrando por el pasillo cuando observé que Margaret se estaba peleando con Nicolás.

Eso es raro.

Fruncia el ceño observándole y me acercaba a ellos sigilosamente.

—La próxima vez que me vuelvas a pisar vamos a tener problemas.—Decia Margaret hacia Nicolás bastante enfadada.—

—Que fue sin querer pesada.—

—Cállate.—

Margaret le dedicaba una mirada asesina a Nicolás y se metía dentro de clase.

Me ponía al lado de Nicolás y se asustó de repente.

Alce una ceja ingenua e hice una mueca.

—¿Que fue eso?—Pregunté.—

—La imbécil de tu amiga se enfadó por suspender la fiesta de fin de año y por pisarla sin querer.—

—Últimamente Margaret.. está sucestible.—

—Pues que no la pagué conmigo.—

Nicolás resopló y se metía dentro de clase.

Negaba rodando mis ojos.

Aunque Margaret estuviera sucestible había vuelto con Pablo y hacía una mala mezcla de ella.

Entre sensible y de mal carácter.

Eso ya, era otro tema..

******

Días después

Teníamos que presentar Margaret y yo un trabajo de literatura y era bastante extenso.

Asique nos encontrábamos en su habitación con el portátil.

Margaret últimamente siempre estaba de mal humor y hablaba con gritos últimamente.

Creo que Margaret está cambiando y no es un cambio bueno.

Dejaba el portátil hacia un lado en su cama y suspiraba.

—Hice la mitad del trabajo, te toca.—

—Si..—Suspiraba profundamente mientras cogía el portátil y tocaban a la puerta de repente.—Adelante.—

Pasaba de repente y era Sam.

Me quedé mirandole de repente y el sostenía un plato.

Me miro un tanto inesperado sin esperarse que estaba aquí y sonrió de lado.

—Hola Lily.—

—Hola.—Le saludé sin más.—

—¿Por que no avisaste que vendría?—Preguntó Sam mirando a su prima.—

—¿Acaso te importa?—Preguntó Margaret bordemente.—

—Si.—Respondió secamente.— Solo te hice la merienda a ti.—

—¿Ah, si? ¿Y que hiciste?—

—Tortitas con caramelo junto a beicon crujiente.—

—¿Que cojones?—

—Se suele comer por las mañanas en Texas pero quise hacerlo en merienda.—

—Paso, dáselo a Lily.—

No me presionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora