Sería sobre las siete de la mañana cuando desperté.
Salía de la habitación mirando a los dos lados del pasillo e iba a la puerta de la habitación de Sam.
Me quedaba mirándola por unos instantes por si no volvía a este lugar y luego bajaba al motel.
Veía al recepcionista que era un hombre bastante delgado y unas gafas redondas doradas.
Me acercaba al mostrador mirándole.
—Buenos días, disculpe, por aquí.. ¿Pasa algún autobús?—
—Si, dentro de una hora.—
—¿Y por donde pasa ese autobús más o menos?—
—¿A dónde quiere ir usted?—
—Oklahoma.—
—Pues, es que ese autobús es para turistas, y en realidad llevan a la ciudad Kansas, lo que tendrá que hacer es coger ese autobús y luego coger un tipo de taxi o ave que vaya directamente a Oklahoma.—
—Vale.. bueno.. gracias por la ayuda.—
Ahora me sentía atrapada en este pueblo y salía del motel mirando a los lados.
¿Ahora que hacía yo?
******
Me encontraba nuevamente en mi cama del motel durmiendo profundamente y despertaba notando que ya no eran las siete de la mañana.
Me levantaba de la cama yendo al cuarto baño de mi habitación y lavaba mi rostro.
Escuché que tocaban la puerta de mi cuarto y subía la mirada mirandome en el espejo con el rostro mojado.
Cuando termine de secarme iba hacia la puerta y Sam me miraba con sus ojos entre cerrados.
—Lily.—
—Buenos días, Sam.—
—¿Cómo estás? ¿Estás bien?—
—Si, si, estoy bien.—Daba un paso hacia atrás mirandole extrañada.— ¿Que pasa?—
—Perdona, tuve un sueño horrible.—
—¿Si? ¿Que ocurría?—
—Que te ibas de aquí sin avisarme, menos mal que fue un sueño.—
Abría mi boca asintiendo por ello y reí.
—Si, solo fue un sueño.—
—¿Vamos a desayunar y damos otra vuelta por el pueblo?—
Asentí desanimada.
Fuimos a la cafetería de ayer mientras que Sam estaba tomando café y yo moviendo con la cucharilla el chocolate que me había pedido.
Sam fruncia su ceño mirándome extrañado y no paraba de contemplarme.
—¿Te ocurre algo, Lily?—
Suspiré profundamente, sin mirarlo.
—Es una tontería.—
—Puedes contármelo, acaso, ¿Quieres volver ya?—
Reí irónica por ello.
—No, no quiero.—
—¿Entonces?—
—Pues...—Resoplaba agobiada y miraba por la ventana de la cafetería.— Es una tontería, en serio.—
Sam tocaba mi mano repentinamente y le mire sin esperarmelo.
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No me presiones
RomansaLily es una chica de 18 años que tiene una vida normal. Sam es un chico de 25 años que no tiene una vida normal. Los dos no tienen una vida en común que digamos. Pero les unirá un fin de semana. Sam tendrá que cuidar de Lily durante un fin de semana...