No me presiones

Capitulo 19

Estaba tumbada en la cama y miraba las fotos que nos hicimos.

Solo fueron dos pero fueron bonitas.

La primera era los dos juntos.

El tomándome de la cintura y yo agarrada a él.

Ambos sonreímos, y en la segunda Sam se apoya en mi cabeza.

Salgo un poco enojada en la foto pero el salía con una sonrisa de lado a lado.

Este hombre me mata.

Creo que comparada con él no soy nada.

Suspiré por ello dejando la cámara a un lado.

No entendí por qué tocó mi cara y otra vez actuó lo mismo.

No sabia yo que Sam era así de cariñoso con la gente que solo le tiene cariño.

Bueno..

Solo hubiera pedido tener 7 años más al final que él.

Pero no, solo soy una mocosa.

Me recostaba en la cama cerrando mis ojos y al menos teniendo un sentimiento de alegría.

Al menos tenía dos fotos con él y eso me bastaba.

Para mí.

Por que es real.

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Empecé a oír que llamaban a la puerta.

Yo aún seguía dormida.

Tocaba mi cara desperezándome y mire a la puerta con mis ojos entre cerrados.

-Ya voy.-Dije en voz alta pero cansada.-

Bostezaba sentándome poco a poco en la cama y luego me levantaba de ella.

Andaba hacia la puerta adormilada y la abría.

Sam.

Hice un esfuerzo de abrir más los ojos y me quedé mirándole.

-Te he despertado ¿no?-

-Si, pero no importa.-

-Lo siento.-

-No te preocupes de verdad.-

Sam hizo una mueca sintiéndose mal y luego miro a mi habitación.

-¿Te importa si recoges tus cosas? Vamos a buscar una gasolinera cercana.-

Asentí tocando mi rostro.

-Espérame un momento.-

Me adentraba a la habitación yendo al baño y me lavaba la cara para espabilarme.

Luego me empecé a preparar poniéndome las deportivas y recogiendo mi ropa que estaba en la bolsa.

Cogía la cámara también y salía de la habitación.

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Me quedé esperando dentro del coche mientras Sam compraba el desayuno preparado.

Quería echarme una cabecita pero no quería que me pillara.

Sam tardo unos quince minutos pero finalmente vino.

Entraba en el coche rápidamente y me daba la bolsa.

-Son croasanes de chocolates.-

Asentía como podía del cansancio y metía la mano en la bolsa.

Cogía uno comiéndolo con los ojos cerrados.

No había dormido mucho esta noche después de lo que ocurrió y estaba cansada.