Aviso importante : Este capitulo contiene contenido sexual no acto para mejores de edad.
Una sonrisa de depredador cual ve su presa acompañada de un poco de asombro apareció en el dejándome ver que no esperaba realmente que quitara deliberadamente lo único que cubría mi cuerpo.
-Fumas?- Pregunte mientras el estaba aun absorto en sus pensamientos y con los ojos bien fijos en mi.
Subio sus eléctricos ojos, ahora con la pupila un tanto dilatada hasta encontrar los mios.
-Fumas?- Respondió el con la misma pregunta que había formulado yo segundos atrás.
-Si, pero estamos en tu casa, si te molesta no lo haré.
-No me molesta, en mi presencia eres libre de hacer lo que te plazca.- intrigante miraba las facciones de mi rostro como de cual enigma se tratase.
Subí hasta lo que era mi habitación temporal, donde se encontraba mi pequeño bolso de mano.
...
El cigarro estaba encendido y el solo miraba mis actos, mi cuerpo. El silencio navegaba por todo el lugar, pero no era un silencio incómodo, quizás la copa de vino que estaba bebiendo había inhibido mis vergüenzas y pensamientos y sabia que aunque un poco mas morbosos sus pensamientos eran iguales a los mios.
El sostenía la copa con una mano y con la otra se atragantaba velozmente con las rosquillas.
El humo bailaba sobre nosotros que solo nos separaban centímetros.
-Que edad tiene Señorita O'Donell?- sabia que la verdadera razón de su pregunta era saber que tan prudente seria convertir en realidad sus pensamientos.
-21 y usted?- en lo que a mi respecta no me interesaba en lo mas mínimo, solo quería sentir su respiración mas cerca de lo que estaba.
-Ya puede votar- dijo con cierto tono de ironía y chiste en su voz. -Yo tengo 37.-
-Ya puede ser abuelo- respondí con el mismo tono en el que el había hablado pero acercándome peligrosamente a su rostro.
Su respiración había cambiado, mi cercanía había acelerado su ritmo cardiaco podía notarlo. Pero no me toca, no me besa, solo respira mi oxigeno y analiza a plenitud mi imagen.
-Eres hermosa.- solo soltó como inconscientemente
-Gracias.-
Mira mis labios, y yo solo pienso en cuanto tiempo pasara antes de que me bese.
Me beso...
Unió sus labios salvajes a los mios, enredo sus manos en mi cuello, en mis cabellos de forma feroz. Sus labios se movían con hambre de los mios y su lengua danzaba como si nos conociéramos de toda una vida.
Llevaba tiempo sin besar a alguien. Quizás un año o un poco menos, tenia mucho que no me atraía alguien.
Acerco su cuerpo al mio quedando completamente juntos. Mis senos rozan de su pecho y no me siento extraña un poco de vergüenza invade mi cuerpo, pero no la suficiente como para hacerme alejar.
De forma hambrienta baja sus labios a mi cuello, siento mis piernas temblar, mis piernas las mismas de las que rápidamente me levanta y coloca a los lados de su cadera, sus manos cautelosas sostienen mi trasero.
A pesar de estar completamente mojados podíamos sentir el vapor salir de nosotros.
Con una mano tomo la botella de vino y con la otra me mantenía alzada, saco nuestros cuerpos de la piscina y aun cargándome y unidos en besos apasionados.
Siento mi trasero pegar de algo frio, instantáneamente abro mis ojos y estoy en el bar. Me coloca sobre la barra me sigue besando, sus labios bajan cada vez mas.
Su lengua curiosa recorre mi abdomen.
Deja caer vino entre mis pechos hasta mi ombligo, la sensación me hace estremecer.
Sus labios audaces siguen danzando sobre mi cuerpo y un pequeño gemido salio de mi cuando sentí su mano rosar mi clítoris por encima de mi ropa interior mientras sus dientes jugaban con uno de mis pezones.
Esta mañana nunca hubiese imaginado que esto sucedería...
Su boca sube a mi clavícula, y siento como la ultima prenda que cubría mi cuerpo es retirada de mi.
-Eres hermosa- calor sube desde mis pies hasta mi vientre al escucharlo y sentirlo susurrarme lo que un rato atras dijo completamente serio.
Roza sus dedos contra mi vagina, el silencio se desvaneció por un gemido fuerte salio de mi cuando sus dedos entraron de forma imprevista en mi.
Podía sentir cuan húmeda estaba.
Aumenta la velocidad de sus dedos al penetrarme y no logro callar los pequeños gritos que escapan de mi.
Con su mano libre quita el calzoncillo negro que lo vestía, el bulto en el escapa, su pene erecto sale.
En el azul eléctrico de sus ojos que se encontraba amenazado por pequeñas rayas negra y grises y una pupila bastante dilatada, miraba mis gesto con escrupulosa atención.
Un vacío me invadió al sentir sus dedos salir de mi, pero rápidamente fue remplazado por su gran amigo.
Escapa un gruñido muy sensual de sus labios haciendo que mi excitación se elevase al máximo.
El lugar se lleno de gemido mientras el azota mi cuerpo aun sobre la barra del bar. Sus manos están revoloteando por todo mi cuerpo.
El volumen de mis gritos aumentan conjuntamente con el ritmo de sus penetraciones. Muerdo mi labio para evitar que el fuerte sonido escape de mi.
-Gime para mi hermosa- dice al ver mi acción de intentar retenerlos. Dejo de hacerlo los fuertes gemidos vuelven a llenar el ambiente. -Me encantas- sabe que hice caso a sus palabras y oírlo decir eso hace que mi cuerpo quiera explotar en mil pedazos, tiemblo ante cada embestida suya y sentó que no podre contenerme mas.
-Correte para mi preciosa, anda, dejame ver tu precioso rostro en un orgasmo.- y un ultimo gemido hizo acto de presencia, para dejarme extasiada.
Unos pocos segundos después sentí como el también lograba venirse, cerraba sus ojos con fuerza y un gruñido grave resonaba en el lugar.
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Lo Prohibido.
Novela JuvenilÉl era como esos frutos que por fuera aparentaban ser deliciosos y en su interior la podredumbre abunda. Una exquisita mentira que ella descubriría. Ella, era como las perfectas bailarinas de las cajas musicales, dulce y frágil. Una buena presa para...