Capítulo 21

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-Estaba cerrando unos negocios con Tom, lo siento- finalizo entregándome las rosas, desprendian un exquisito olor. Taylor me observaba esperando mi respuesta, sus ojos trasmiten tranquilidad.

Taylor era completamente distinto a Tom, sim embargo podia ver como la influencia de su hermano lo afectaba. Como su actitud cambiaba por con el solo hecho de verlo, de una conversación de pocos minutos.

Aún que no sabia que habia pasado esta mañana, entre ellod dos.

-No te disculpes, yo soy la que deberia hacerlo. Te hice venir aquí y les traje inconvenientes- agache mi cabeza.

-No princesa, nada de eso.- silenció -Te has puesto muy linda- dijo bajandome del gran mesón y haciéndome girar sobre mis pies -¿intentas impresionarme?-

-No lo necesito. Ya lo estas.- dije con autosuficiencia para luego reír.

...

Mi amigo caminaba adelante agarrado de mano con la chica, siempre las mismas técnicas.

Yo caminaba sola con una cerveza en la mano y Taylor iba unos metros detrás hablando inquietantemente por teléfono, y creo que hablaba en ruso. Desde que volvió esta mañana no lo soltaba y parecía angustiado. Nos encontrábamos en un parque acuático hermoso y lo menos que hacíamos era disfrutarlo.

Llevo solo días aquí y me había aburrido completamente, mi acompañante es genial, pero estabamos haciendo lo mismo pero en un lugar distinto. Me hacia falta mi perro y mi casa, no es que yo sea una persona de extrañar, pero me encontraba cansada de todo.

Después de montarnos en varias atracciones y casi ahogarme, por que, cabe destacar que no se nadar en lo mas minimo regresamos al hotel.

Taylor echó a las otras dos personas dejandonos solos con la excusa de que tenía planeada una velada romántica.

Yo dormí un poco mientras el ordenaba la habitación.

Cuando me desperté ya era de noche, las luces de las velas adornaban todo el lugar, olía exquisito.

Me adentre en la cocina y la figura masculina de la espalda desnuda del chico impacto mi vista, con esta luz parecía perfectamente esculpida. Tanto que era banal no avergonzarme de mi cuerpo al lado del suyo, me quede por unos pocos segundos apreciando la vista. Realmente si parecía un presidente de hermandad. Su cuerpo solo lo cubre un short de playa, estaba descalzo y tenia una coleta que sujetaba muy poco de sus cortos rizos. Esa imagen despreocupada de el me encanta para ser sincera.

Volteó hacia mi y una hermosa sonrisa hizo que sus ojos se achinaran.

-Despertaste antes, arruinaste la sorpresa.-

-Puedo volver a irme- dije entrecerrando los ojos y elevando la comisura de mis labios, el se acerco amenazante, coloco sus grandes manos en mi cintura presionando sólo un poco y miraba mis labios desde arriba. Su barbilla casi podía posicionarse en mi cabeza de lo alto que era.

Les seré sincera, la cercanía me ponía los pelos de punta, y no solo por el hecho de lo bueno que esta. Si no que mi experiencia con chicos no era muy grande. Siempre me dedique a mis estudios y no le di mayor importancia. En la preparatoria era la típica chica que saca buenas notas y nadie sabe que existe. Incluso perdí mi virginidad por una apuesta con mis amigas, la que no se acostra con alguien antes de la graduación tendría que hacer algo muy estúpido. Y no le daba mayor importancia al sexo, habia tenido sexo con varios chicos de la universidad, pero siempre fue ebria, solo tenia esa valentía necesaria para coquetear con alcohol en mi organismo. Nunca habia pasado por una situación como esta y me ponía muy nerviosa.

Así que como mi experiencia no era mucha, solo hice lo que me provoco. Besarlo.

-Si te quedaras a besarme, prefiero que te quedes.- espeto luego de un dulce beso. Separó su cuerpo del mio y me recorrió con la vista, colocandome mas nerviosa aun.

¡Me iba a volver loca tenerlo semidesnudo frente a mi, obsevandome!.. Mi cuerpo solo estaba cubierto por una camiseta de algodón y la parte de abajo de uno de los bikinis. Me retorci inquieta por su mirada y mi inseguridad apareció.

-iré a ponerme algo descente para la velada- dije poniendo los ojos en blanco

...

Me encontraba en un club nocturno muy caro, California era prácticamente igual a New York sin tener que andar abrigado siempre.

Las mismas clases sociales, los mismos millonarios derrochadores, las mismas prostitutas casa fortunas, los jóvenes "rebeldes" excesivamente mimados a mi parecer. Es bastante tedioso estar aquí. Pero el ebrio chico a mi lado es muy gracioso, el si parece contento con el ambiente y yo tonta contenta con el.

preferí no beber, ya que Taylor esta bastante ebrio. No se levanto ni una sola vez del gran sofá VIP que compartimos con otras pocas personas.

Si me levante varias veces a bailar. ¿Que esperaban? Estoy en California hay demasiados morenos guapos como para quedarme sentada.

-Tay voy al baño- dije en su oído. Solo he tomado agua y jugo desde que llegamos y mi vejiga no aguanta, el lleva como diez cervezas y media botella de whiskey y no levanta el trasero del sofa.

me abrí espacio a empujones al baño, al llegar a la puerta del sanitario un hombre venia saliendo fijo su ojos con los mios, parece desencajar en el sitio. Varios tatuajes recorren su cuello del cual cuelga una delgada cadena de oro, una cazadora negra a pesar de que no es necesaria la temperatura estaba perfecta para andar en biquini, incluso me daba calor el desahogado vestido blanco que cargo. Tenia su cabello perfectamente peinado y un inconfundible olor a marihuana.parece bastante peligroso. ¿Que podía estar haciendo en el baño de chicas? Pues tener sexo, parezco estupida, haciéndome esas preguntas.

al entrar al baño, estaba una chica morena sollozando, al notar mi presencia voltio rápidamente. Su labio estaba roto y sus espectaculares ojos azules llenos de lágrimas.

-¿Estas bien cariño?- pregunte bastante preocupada, la chica parecía de 18 años cuando mucho, me acerque a ella.

-Si, si estoy bien.- respondió volteando de nuevo al espejo, limpiando las lágrimas. Se veía muy vulnerable y pequeña, debajo de esa blusa tan escotada.

-Segura, puedo ayudarte si necesitas algo.- coloque un mechón de su cabello chocolate detrás de la oreja, se notaba la marca de una gran mano en su.mejilla.

-Que no.- Casi grito, molesta y decidida. -Estoy bien.- agarró su bolso y salio rápido del baño.

No me costo mucho sacar mis propias deducciones, ese chico la había golpeado.

Recogí mi cabello con mi mano y lave mi cara para calmar un poco mi mente, agradecí mentalmente no usar maquillaje. No entiendo como hay chicas que dejan que eso suceda, que las golpeen.

Volví a la zona donde me encontraba. Taylor estaba serio hablando con el chico tatuado. No me notaron hasta que estuve frente a ellos.

Hablaban en ruso. Mi acompañante subio su mirada a la mía que estaba para frente a el. Parecía preocupado, esa preocupación tan típica en los niños que han sido descubiertos haciendo algo malo.

-Gia- fue lo único que salio de sus labios. Voltie a su lado donde estaba él viéndome con picardía, desnudandome con la mirada, no soy de juzgar, pero parece alguien despreciable. Me quede plantada ahí, esperando alguna respuesta pero el idiota frente a mi no decía nada, y el idiota al lado de el sonreía cínicamente.

Lo Prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora