Iba camino a mi departamento, tome un taxi, lo preferí así. Al despertar esta mañana tuvimos sexo unas dos veces más, y aunque fue increible sentía que mis mejillas iban a explotar con sólo recordarlo, imaginense mi rostro frente a Köhler durante veinte minutos en un auto, el silencio seria abrumador y terminaría arrojandome por una ventana o asfixiándome con el cinturón de seguridad.
Todo esto era muy confuso e intentaría no pensar en lo que sucedio, ni en Taylor, ni en que Köhler me confesó ser muy peligroso obviare todo lo anterior e intentare dormir mucho al llegar a casa.
Ya estaba en mi habitación, bañada y muy agotada. No revisaba mi teléfono desde ayer y tenía que llamar a papá o terminaría con una visita sorpresa. Se que tenia mensajes de Taylor discutimos después de que regrese, no le pareció que me viniera sin siquiera despedirme, pero no me importa mucho lo que diga, le explique porque me vine pero estoy segura que estaba ebrio.
Debía dormir. Diciembre para mi familia solo significa grandes fiestas ostentosas y lujosas, lo cual me deja con vacaciones sin descanso.
Solo quería una vida normal con mi perro Patrick y mi perro Spy.
Patrick regresaba hoy porque también tenia que asistir a una gran reunión para navidad.
Esperaba por lo menos viajar e ir a una horrible y aburrida fiesta pero en otra parte del mundo.
...
Navidad había pasado, fuimos a Madrid, lo cual agradecía porque el frío en new york en estos momentos era agobiante.
Estaba en casa de Patrick, su madre era un amor, nos espero con galletas y chocolate caliente para el frío. La señora Emma era la muestra exacta de lo que se espera de una perfecta mamá, es como las de televisión, con su delantal de navidad, cocinando increíble. No miento, no recuerdo una sola vez que haya venido y no me haya alimentado con su exquisita comida, la casa siempre olía a galletas.
Llevabamos todo el día hablando de nuestras cosas, el era la persona mas cercana que tenia, en quien depositaba mi confianza, a pesar de que pasáramos por un mal momento, eso no cambiaba nada.
Mi teléfono sonó, era Taylor, había llamado algunas veces pero no tenia ganas de hablar con el. Patrick lo noto frunciendo el ceño
-¿Que fue lo que paso con el?- Puse lo ojos en blanco
-nada- respondí fastidiada.
-debes decírmelo para tener razones para partirle el rostro, si no igual lo haré sin razones- reí
-no podrías con el- mi amigo puso muy mala cara, lo que hizo que mi risa resonará en la habitación. Pero era cierto, mi amigo era grande y alto, pero estaba segura no podría con Taylor. -esta bien, te cuento si dejas de mirarme tan feo- sonrió triunfante. -cuando estabamos en el club un tipo golpeó a una chica en el baño, la chica tenía 18 años máximo, cuando salí del baño el tipo estaba hablando con Taylor en ruso, parecía muy peligroso lleno de tatuajes y muy drogado, me dio muy mala espina, el tipo me trato como una zorra frente a el y no hizo mas que presentarmelo, Taylor estaba muy ebrio y yo muy molesta, le dije que quería irme y me dijo que se estaba divirtiendo así que regrese sola a las tres de la mañana hasta el hotel.- ya no había sonrisa, tenia la mandíbula tensa y sus labios hacían una fina linea.
-¡Que imbecil! ¿Por eso te regresaste?- su verdadera pregunta era si no había sido culpa suya y en parte si.
-Y otras cosas que no puedo decirte- respondí divertida
-¿porque no puedes decirmelo?-
-Son cosas de chica Patrick, y aunque te comportes muy afeminado no eres una chica- un falso gesto de ofensa apareció en su rostro.
-Necesitas amigas querida Gia- respondió riendo
-Si, amigas que no te tires-pense en voz alta.
El bajo el rostro, sabia que lo había dicho sin intensión y eso le dolía aun mas, estaba consciente que arruinaba las cosas cada vez que se tiraba a alguien frente a mis narices ¿por que no podía mantener su sexualidad reservada?
-Lo siento, no pensé lo que dije- me acerque a el -Se que no puedes controlar tu pene- reí
Pasamos toda la tarde y noche en su habitación como cuando estábamos es la escuela. viendo películas y hablando.
eran como las 10:00pm y mis tripas rugían. Las papitas que habíamos comido no era suficiente.
-¿En serio tienes hambre no? Tus tripas no me dejan concentrarme en la película.- parecía divertirle mucho
-¿Vemos si quedan galletas?-
-esta bien cariño, te daré comida- bajamos a la cocina y estaba el padre de Patrick, ellos no tenían buena relacion. Era un viejo verde, aun no entendía como la Emma seguía con el.
El padre de mi amigo fue la razón principal por la que se fue como estudiante de intercambio. Descubrió que le era infiel a su madre.
Básicamente fuimos a un club a beber y estaba el con una chica de unos 25 años en sus piernas, sin importarle que alguien lo viera, tenia su lengua hasta el fondo de su garganta. Patrick lo enfrento en ese momento y casi terminan en los golpes. El señor no puede controlar su bebida mucho menos su vida. El le contó a su madre pero ella no hizo nada al respecto, luego de eso mi amigo supo de otras muchas infidelidades, incluso una chica de su clase se había acostado con su padre, las cosas entre ellos empeoraron y el se fue a Inglaterra.
-Buenas noches señor- dije al terminar de bajar las escaleras
-Hola Georgia, ¿como estas?- mi amigo paso por su lado sin siquiera verle el rostro.
-Muy bien- podía sentir el olor a whiskey incluso a un metro de el.
-¿No saludarás a tu padre, hijo?- sonrió sínico
-No tengo ganas de verte, menos de saludarte- espetó seco sin voltear a verlo
-¡No me faltes el respeto Patrick, Maldicion!- Grito arrojando su vaso con fuerza contra el piso, mi amigo sobresalto volteando rápidamente a verlo.
Estaba aterrada, y lamentaba mucho que mi dulce Patrick tenga que pasar por estas cosas
-¿Cual respeto?- grito - tu no te mereces el respeto de nadie, eres un asco- Emma venía bajando corriendo las escaleras, cerraba su bata de dormir angustiada. Mientras el señor se posicionaba frente a mi amigo que tenia toda su cara roja y se marcaban algunas venas de su frente.
-¡Disculpate ahora mismo!.- amenazo
-¿Que me disculpe?- respondió incrédulo -Disculpate tu por ser un asqueroso padre y marido o mejor por ser un maldito alcohólico asqueroso.- la mano de su padre fue tan rápido a la cara de Patrick que lo note cuando ya había sucedido.
Su madre se metió en medio empujando al hombre ebrio fuera del lugar, corrí hasta donde Patrick que sangraba un poco de su labio inferior y lo tome del brazo guiándolo fuera de la gran casa, subimos a mi auto, y puse Queen a todo volumen Why are the champions resonaba fuerte en las bocina del auto.
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Lo Prohibido.
Teen FictionÉl era como esos frutos que por fuera aparentaban ser deliciosos y en su interior la podredumbre abunda. Una exquisita mentira que ella descubriría. Ella, era como las perfectas bailarinas de las cajas musicales, dulce y frágil. Una buena presa para...