Tom Köhler
Mi viaje a Vladislav duro mas de lo que esperaba, las cosas estaban realmente complicadas, y tuve que mancharme las manos de sangre nuevamente por culpa de unos idiotas, pero mis negocios no podían caerse, había demasiado dinero en juego y ya estaba por cerrar el trato con los O'Donell.
No había vuelto a saber nada de su linda hija, casi mejor ya había tenido demasiados problemas como para que esa niñata me arruinara el trato si lo que había pasado entre nosotros llegaba a saberse.
Habría un evento en casa de mi gran futuro socio.
...
Llegue y ninguna de sus hijas se encontraba, eso no me gustaba, esperaba que no supiesen nada.
después de unos minutos y aguantar la chillona voz de la Sra O'Donell, se levanto rápidamente a recibir a una persona.
Era ella, venia con un chico de su edad aproximadamente, seguro seria su novio.
Su madre lo recibió con mucha cortesía, lo que parecía ser muy allegado a la familia, la chica pelirroja, venia detrás con su notoria singularidad entre todos nosotros y su cara de desear no estar aquí.
se sentó justo frente a mi, y su acompañante coloco su mano en la pierna desnuda de ella.
Me causaba algo de gracia, y a la vez me molestaba.
ya había tocado esas piernas, y moría por volverlo hacer.
-Georgia, cuando harás a Patrick, formalmente parte de la familia?- sus palabras confirmaban mis sospechas.
-Sra O'Donell ya eso esta en proceso de creación.- parecía un idiota no podía entender que hacia a su lado.
Evitar mirarla era imposible. Ella parecía ausente de la situación.
-Mama, sabes que Patrick es como un hermano para mi, no le des esperanzas al pobre.-
-Yo si podría tener esperanzas?- Esto se pondrá gracioso. El chico mas imbécil de la mesa había dicho sus ultimas palabras.
Su ya ahora confirmado amigo reía, y ella veía a su padre buscando la aprobación de sus palabras
-Que edad tienes lindo?- dijo ella con un tono bastante cínico
-23.- Respondió el muy seguro.
-Y que haces con tu vida, a que te dedicas?-
-Soy heredero de una inmensa fortuna, me dedico a gastar!- Estas si habían sido sus ultimas palabras.
-Eres heredero, no dueño. Yo no me sentiría tan orgullosa de alardear de algo que no me pertenece. Y no. No tienes esperanzas dudo mucho si quiera que tengas una buena conversación que darme.- En todo el lugar la risa del chico a su lado se podía oir, incluso yo no pude evitar reír de la cara que le había quedado al pobre chico.
-No es forma de tratar a los invitados Georgia.- De nuevo la voz chillona de su madre
-Lo siento, iré al baño.- Detrás de ella se levanto su madre, pero era la oportunidad perfecta para hablar con ella, buscarla seria confundir las cosas, y aunque esta chiquilla fuese casi un sueño no arruinaría las cosas tan fácilmente, debía aclarar las cosas, no debía repetirse nada entre nosotros
-Aprovechare para yo también ir, con su permiso.- me levante de la mesa y camine hasta la casa, podía oír gritos desde la mitad del camino.
Entre y ella solo huyo al baño, su madre se disculpo y salio rápidamente de nuevo al banquete.
Camine velozmente y logre interrumpir sus intenciones de encerrarse.
-Te gustaría hablar o supones que yo tampoco tengo una buena conversación que ofrecerte?- No estaba muy seguro de que indicaban sus expresiones, pero de repente solo se abalanzo sobre mi.
No podía entender como era que pase de querer aclarar las cosas a estar colocando su trasero sobre el lavabo, pero no iba a evitarlo.
Solo pasaron segundos antes de que golpes en la puerta sonaran.
-Gia estas ahi?-
-Mierda.- era el Sr O'Donell-
-Sal y di que me has visto subir- intente arreglar el bulto en mi entre piernas, y segui sus indicaciones.
...
10:32pm Franccesca se encontraba sentada en mis piernas, había citado la rubia al bar, necesitaba quitarme las ganas que me había dejado la cría temprano.
Franccesca era excepcional para estas cosas, sabia como hacer que se me olvidaran hasta los problemas de negocios, tenia una cabellera rubia que llegaba hasta sus hombros, senos pagados por mi, una excelente figura, grandes labios y ojos azules, era la descripción física de mi compañera de 26 años.
Mi hermano me había avisado que vendría, así que también había reservado una morena para el.
El teléfono comenzó sonar era mi hermano avisándome que ya había llegado.
Dejo a las dos chicas en la mesa y salgo a recibirlo, pero lo que me encontré me dejo impactado.
Georgia O'Donell venia de su mano, y se veía muy bien tan bien que provocaba servirla en un plato y comerla.
Venia viendo el piso, pero cuando subió su vista y nuestros ojos quedaron fijos su rostro de incredulidad también era asombroso.
-Tom! como estas hermano.- Saludo Taylor -Te presento a Gia una amiga.- Gia? que confianza es esa?
-Como esta?- dijo estrechando su mano - ya nos conocemos el señor Köhler es socio de mi padre.- finalizo viéndome directamente a los ojos. era ella pero parecía otra.
Los deje pasar adelante en señal de cortesía y no entendía el vestido carisimo y los tacones altos. pero se veía demasiado bien para ser real, el vestido dejaba ver casi por completo el tatuaje de su espalda, sus caderas se movían con se veía confiada.
Llegamos a la mesa y sabia que la imagen de las dos chicas no le agradaría mucho, pero me intrigaba ver como resultaría esto.
-Te había traído una chica, pero obvio no sabia que vendrías tan bien acompañado de la señorita O'Donell- dije al terminarme de sentar, las chicas no se veían muy contentas con la presencia de ella pero era de esperarse, ademas la diferencia se daba a notar. Ellas eran cualquieras, y se veían como cualquieras, cambio la Srita O'Donell era la Srita O'Donell sin embargo tampoco se veía muy feliz, y se vería un mas molesta pronto.
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Lo Prohibido.
Novela JuvenilÉl era como esos frutos que por fuera aparentaban ser deliciosos y en su interior la podredumbre abunda. Una exquisita mentira que ella descubriría. Ella, era como las perfectas bailarinas de las cajas musicales, dulce y frágil. Una buena presa para...