Capítulo 29

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Estabamos como a media hora de mi departamento, media hora en la que ninguno habló, solo se oía rock de los 70's y 80's.

llegamos y me metí de una en la cocina. Lo conocía realmente bien debía dejarlo pensar un rato y ambos teníamos hambre así que lo mejor seria cocinar.

El estaba sentado en unos pequeños escalones que daban a mi habitación fumando.

Cuando termine mi elaborada cena: pollo frito con papas fritas, tome un sixpack de cervezas y me acerque a el. Ya debía estar listo para hablar. Me senté a su lado y le extendí el plato. Me rompía el corazón verlo así, el siempre era divertido y gracioso.

-Se que no soy la mejor cocinera del mundo, pero nadie puede equivocarse con pollo frito.- seguía en silencio, solo sonrió cabizbajo y metió una papa a su boca. Hacía un gesto de dolor cada vez que mordía, su labio inferior estaba bastante lastimado.

Termino de comer y lo hice caminar hasta mi habitación, tenia un botiquín de primeros auxilios en mi baño.

-Debo limpiar esa herida o se pondrá peor ¿no quieres tener un labio poco deseable estas vacaciones o si?- gire a mirarlo sonriendo el me miraba fijamente.

Se sentó en mi cama y yo me quede parada frente a el. Primero limpie su labio con agua oxigenada y una mota de algodón, estaba muy cerca de el y sentía sus ojos puestos en mi.

Tomó mi cuello y me beso.

No me negué en ningún momento, sabia que esto estaba mal pero no podía evitar seguir.

Era un beso tierno y delicado, creó nunca había dado un beso asi, fue increíble.

Se separó suavemente.

-Lo siento- dijo pausadamente. -Tenía demasiadas ganas de hacerlo, no. Necesitaba hacerlo.- Silenció -tu no solo me gustas Georgia. Yo te amo -¿QUE? -y no se si sea un amor fraternal o que, ¿pero como no hacerlo? ¡eres increíble, demonios! Eres la única persona con la que cuento y me haces realmente feliz.- ¿QUE ESTA PASANDO? -me conoces tal cual soy y sigues a mi lado- lo bese nuevamente, debía hacer que se callara o mi cerebro explotaría

-Tranquilo- no era la primera vez que Patrick y yo nos besábamos, cuando estábamos en la escuela Patrick me beso en una fiesta y ahí comenzó mi platónico amor por el. -creo que estas muy estresado debes calmarte un poco y pensar bien lo que dices ¿que quieres hacer? ¿quieres beber algo o ver una película o no se tomar un baño?- rió

-Tomar un baño te calma a ti no a mi, pero si, aceptare- empezó a desvestirse frente a mi

-¿Que haces?- pregunté un poco confundida.

-¡Ay por dios! Me has visto en calzones cientos de veces, voy a bañarme. Además no soy tan facil ¿aun tienes alguna de las camisas que me has robado?-

-Eres muy fácil de hecho- sonreí -y si tengo aun varias camisas, dejame buscarte alguna.-

-Pero soy fácil con las otras, tu eres especial.- me quede en silencio y busque una camisa para mi amigo.

Me había tomado las cervezas sola, cambiado de ropa y ya estaba quedándome dormida cuando Patrick salio con mi bata de baño rosa mi risa se oyó en todo el edificio estoy segura.

-no se como me veía mas ridículo si en calzones y con suéter o en bata de baño ¿que opinas?- preguntó, yo no podía para de reír. -No me tomas enserio- puso falsa cara de enojo - me quedare solo en calzón entonces.- se quito la bata y quedo semidesnudo frente a mi. Es imposible negar el excelente cuerpo que tiene y su abdomen bien marcado. Mi vista se quedó ahí unos segundos -¿cuantas cervezas has bebido gia?- fruncio el ceño

-Todas- respondí mostrándole el empaque vacío. Sonrió

-Ok, vamos a dormir pequeña borracha.- se metió en la cama

-¿por que te metes en la cama? Conoces muy bien el otro dormitorio- en el departamento hay dos habitaciones.

-¿No pretenderás que duerma sólo con este frío o si?-

-ehmm... Si.-

-imposible, morire-

-No morirás.-

-si, moriré triste y desolado con hipotermia- reí -listo. Reiste así que gane ¡acuestate que tengo sueño!- hizo puchero y pestañeo con sus ojos de perro atropellado.

El dolor de cabeza me estaba matando, sentía como si un martillo eléctrico me golpeara y solo había bebida seis cervezas.

Mi amigo no estaba en la habitación, levante mi trasero de la cama me coloque un gigante suéter y mis pantuflas de oso y salí pero no estaba por ningún lado y Spy tampoco. Camino hasta la cocina y me bebí medio litro de zumo de naranja de un solo golpe.

Me sente en la isla de la cocina a revisar mi telefono, tenia muchos mensajes de Taylor, mientras devoro la canasta de pan. decidí llamar a Taylor.

-Alo- contesto de inmediato

-Si, Alo-

-¿Como estas? Pasaron varios dias-

-Si lo se. Estoy bien, acabo de leer tus mensajes y solo llamaba para decirte que no te preocupes, no es importante.-

-Si importa. Soy un idiota-

-exactamente por eso no importa, eres un idiota- lo escuche suspirar

-justo ahora estoy en de viaje pero... Ehmm ¿cuando regrese puedo verte?- la puerta de la entrada se habrio y Patrick apareció en mi campo visual con mi perro y bolsas

-no lo se, escribeme y veré si puedo-

-Esta bien-

-Adiós, y por cierto feliz navidad.-

Mi perro se acercó a saludar y lamerme como siempre.

Mi amigo sonreía, que bueno ver que lo de anoche no lo afectara

-Te queda genial mi suéter- sonrio- en pantys se te viera aun mejor, pero ¿quien soy yo para exigir?- le arroje un trozo de pan que pego justo en su mejilla -ya, ya.- río te traje un exquisito desayuno por tu gran cena de anoche- se sentó a mi lado y sacó la comida -Sabes, estaba pensando en... Ehm... ¿Que haremos en año nuevo?

Lo Prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora