-Lo siento.- Mi madre había quedado muda ante la presencia de Köhler. -Estaba buscando el baño, lamento interrumpir.
-No tranquilo Sr Köhler, está en su casa.- Expreso mi madre, con cara de vergüenza. y lo único que pasa por mi mente es que Köhler esta demasiado bueno.
-Iré al baño- logre decir antes que mi madre escapara de la incomoda situación.
Entre al baño, y al cerrar la puerta su pie la detuvo, era el. de nuevo.
-Te gustaría hablar o supones que yo tampoco tengo una buena conversación que ofrecerte?- Su apuesta figura emanaba calor.
No pude resistirme y solo me abalance sobres sus carnosos labios, era lo que había querido hacer durante todo el banquete.
Su cara solo demostraba lo sorprendido que lo había dejado esa acción de mi parte, un gesto que duro solo segundos antes de que tomara mis muslos y me subiera al gran tocador. subió mi vestido apretando mis piernas, aun sin despegar nuestros bocas una de sus grandes manos se poso en mi trasero para luego apretar fuertemente, un inconsciente gemido escapo de mis labios, aumentando su excitación, mis manos temblorosas luchaban con el cierre de su pantalón.
Los latidos de mi corazón aumentaron aun mas cuando escuche, la voz de mi padre tocando a la puerta.
-Mierda- escupió, mas como gruñido que como palabra. -Ahora que?- pregunto para si mismo molesto.
-Sal tu, cuando mi padre pregunte dices que me has visto subir.-
-esto es una mierda- sus palabras salieron enfurecidas mientras acomodaba el prominente bulto que se había hecho en su pantalón.
Yo mientras tanto me escondía detrás de la puerta.
-No has visto a mi hija?- preguntó mi padre algo angustiado, sabia que le preocupaba mis discusiones con mamá.
-Creo que subió.- Y tras eso la puerta se cerro.
Acomode mi maquillaje y alice mi vestido, espere unos segundo a que mi padre hubiese subido.
Sali confiada, gran equivocación, el idiota de Patrick se encontraba fuera, su gesto fue muy gracioso.
-Pero que mierd..-
-Callate idiota.- dije entre dientes y mi cara seguro demostraba que debía mantenerse en silencio.
despues de eso el banquete volvio a su infinito aburrimiento, mi padre se disculpo por las conductas de mi madre como ya era de costumbre.
...
-Adiós papá, me saludas a Elle- dije antes de arrancar mi auto.
Enseguida sentí la mirada acusadora de un insolente Patrick, se que no sera tan facil deshacerme de el, lo mejor sera contarle a medias.
-Quieres dejar de verme con esa cara?-
-Que fue eso, que hacia el socio mafioso de tu padre en el baño contigo?-
¿Socio mafioso?
-Socio mafioso?-
-Georgia no me digas que te acuestas con el y ni siquiera has googleado su nombre?-
-No nos acostamos, de que hablas- bueno ambos no estábamos acostados.
-Tom Köhler es conocido ademas de por su imperio automovilístico, por las innumerables acusaciones que tiene por trafico de armas y sustancias ilícitas, mi pequeña gia te estas tirando a un mafioso.- no creo que todo eso sea real, la gente inventa muchas cosas.
-Cierra la boca Patrick!-
...
-!Eres una estúpida mierda!- grito mi dulce hermana eufórica antes de colgar el teléfono.
-Ahora si Elle cuéntame que pasa.- se encontraba muy molesta y con unas veinte maletas.
-Discutí con mamá- respondió viendo al piso.
-No estabas hablando por teléfono con ella, o si?-
-No, como crees? era mi ex mejor amiga-
-Que es todo este escándalo?- venia mi amigo sin camisa y una cara soñolienta.
-Nada Patrick, hazme el favor de ponerte una camisa-
-Porque pequeña, te provoco?- respondió burlista tapando con sus dedos sus pectorales -Lamento ser toda una tentación- finalizo con voz afeminada antes de darse la vuelta.
No pude evitar reír.
-Ahora si, cuéntame, porque mamá discutiría contigo que eres su niñita?- mi hermana agacho la cabeza antes de pronunciar las tan obvias palabras.
-Me gusta un chico y mamá no cree que sea suficientemente bueno para mi, así que estuve viéndolo en secreto y la estúpida de mi ex mejor amiga le contó a mamá-
-Y porque no seria suficientemente bueno para ti?-
-no es un estúpido millonario!- respondió molesta.
-Papá que opina?-
-Papá sabe que nuestra madre esta loca, ya se acostumbro-
-Elle, tienes 16 años, en un año te gustara un nuevo chico y en cinco años ya no recordaras ningún chico de tu adolescencia, mamá seguirá siendo mamá...- jugaba con su cabello intentando consolarla y parecer madura, realmente yo no tenia ninguna experiencia en el amor.- ...se que no soy la persona mas indicada para decirte que obedezcas a mamá, pero en mi caso era distinto, mi relación con mi madre era una basura de siempre. Ella siente que yo fui la culpable de que ella no cumpliera sus sueños, quedar embarazada de mi, frustro sus planes.
-Quizás tengas razón Gia, pero igual no puedo evitar que me guste.-
-Lo se, solo se prudente, y no perdones a tu amiga es una perra infeliz-
-Puedo quedarme contigo hoy?- pregunto con ojos de perrito.
-Si, yo saldré y Patrick ira a su casa, si no te molesta quedarte sola un rato por mi no hay ningún problema.-
-Gracias hermanita- dijo saltando de alegría en el sofá.
-Pero avisare a papá igual- respondí con tono maduro.
Tenia planes hoy, debía volver a verlo.
...
Terminaba de arreglarme para salir, Mi amigo chismoso o como el dice actualizado, me había hablado de un bar de Köhler donde seria fácil encontrarlo e iría con Taylor, se que se pondría muy celoso, debía sentirse muy mal por el tiempo de ausencia. Estaba muy equivocado si creía que se lo dejaría tan fácil, y Taylor era lindo.
abandone mi look setentero como lo llamaba Patrick, y me coloque un hermoso vestido rosa largo, era bastante elegante, pues el bar era muy caro, y de Köhler no podía esperarse menos, el vestido era abierto en la pierna muy hasta arriba dejando ver mi muslo por completo y con la espalda descubierta, no era algo que usaría usualmente, pero aun así dejaba ver mis tatuajes y sabia que a el le gustaban, unos tacones de impacto y un moño desprolijo completaban mi outfit.
-Hermana te ves divina.- la palabras de Elle salían con emoción de su boca.
Patrick no decía nada, sabia que me veía bien, y sabia que en algún punto le molestaba lo bien que me veía.
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Lo Prohibido.
Teen FictionÉl era como esos frutos que por fuera aparentaban ser deliciosos y en su interior la podredumbre abunda. Una exquisita mentira que ella descubriría. Ella, era como las perfectas bailarinas de las cajas musicales, dulce y frágil. Una buena presa para...