Capitulo 14

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-Te había traído una chica, pero obvio no sabia que vendrías tan bien acompañado de la señorita O'Donel- Se supone que yo le daría celos a el y esta acompañado de dos zorras.

Que idiota de mi parte pensar en darle celos con Taylor y es su hermano! ¡¿no había ninguna divinidad cósmica que me advirtiera de esta locura que estaba cometiendo?! -De haberlo sabido hubiese convertido esto en todo un banquete- el rostro de las dos despampanantes y vulgares mujeres, unos años mayores que yo y vestidas sin dejar nada a la imaginación, se convertía en furia -Pero no creo que a la Srita Georgia O'Donell le moleste un poco de cambio y diversión o si? y bueno con las chicas, las dos para mi.- tenia un tono retador, en sus palabras, y yo solo me dedicaba a ignorarlo.

Pero si el creía que podía darme celos con estas chicas. no creo que a su hermano le moleste ayudarme en mi misión.

Taylor tenía toda su atención en mi, siendo encantador como siempre.

-Que beberemos?- pregunto la rubia de gigantes senos artificiales que se había sentado a mi lado dejando a Köhler justo frente a mi.

En este punto, con esas dos exuberantes mujeres, y todos estos lujos, no podía dejar de pensar en las palabras de mi amigo, y si tenia razón, si Köhler de verdad era un mafioso?.

-Yo quiero champagne.- dijo la morena del otro lado del socio de mi padre.

-Yo quiero algo un poco mas fuerte.- le comente solo a Taylor.

-Como que preciosa?- debía sacar el lado salvaje de mi, sobria no lograría llevar a cabo mis planes. 

-Ginebra- me encanta la ginebra -O quizás tequila.-

...

Había pasado una hora quizás desde que había comenzado a beber y ya me sentía valiente para mis planes.

Las dos chicas habían ido a saludar a unas amigas y se encontraban bailando como zorras en el medio de la pista, intentando ser el centro de atención.

Taylor había ido al baño. Y si, estábamos solos el gigante, apuesto, sensual futuro socio de mi padre y yo.

-Nunca imagine que mi hermanito seria tu tipo.- sus ojos se encontraba fijos en la pista de baile y las chicas que se contorneaban vulgarmente. Si lo hubiese conocido en un momento como este, o justo en este momento me hubiese parecido un ser despreciable.

-Tu tampoco eres mi tipo y fíjate hasta donde llegamos.- Su mandíbula se tenso demostrándome que había logrado molestarle, cambio el rumbo de su mirada a mis ojos que se encontraban fijos en los de el, no lograría intimidarme, yo tenia el control esta noche. 

-Quien quita y con su hermano termine pasando lo mismo.- nuestros rostros estaban muy cerca, inquietantemente cerca. - me decepciona un poco Sr Köhler, no pensé que alguien como usted juzgaría un libro por su portada.- Recalcaba sus palabras dichas casi dos meses atrás. Sonreí tan cerca de sus labios que juraría que podía sentir los suyos. Sin embargo con esas ultimas palabras volví a mi posición principal. -No todos nos presentamos tal cual como somos y menos cuando queremos algo, fíjese, usted es un ejemplo perfecto.- Me sentía orgullosa de lo valiente que logro ser cuando tomo.

El solo me miraba fijamente, estaba sentada dejando todo mi muslo al descubierto, incluso se podía ver algo del tatuaje que adornada mi cadera.

Lograba sentir el deseo que mi único acompañante en la sala VIP que teníamos, sentía por saltar sobre mi y arrancarme el vestido.

El miraba cada parte de mi cuerpo con alevosía y no expresaba ni una palabra. 

Me encantaría saber que esta pensando.

Mi acompañante predilecto de esta noche se acercaba y no se si era por el grado de alcohol en mi sangre o el traje que cargaba pero se veía realmente bien. En mi campo visual venían las dos chicas que nos acompañaban en la mesa. Quizás mi rostro cambio y Köhler lo noto. Se veía satisfecho de mi enojo.

Yo seguía con mi ginebra, y ellas se veían bastante ebrias ya, o drogadas no estaba segura.

-Tienes cigarro?- le dije apenas se coloco a mi lado, me paso una de las barritas de nicotina que tenia y la prendió en mis labios.

La primera calada es la mejor.

-Pero si la niña rica no es tan fina como parece.- dijo burlona la rubia que había perdido bastante de su encanto en el transcurrir de la noche. 

-Franccesca callate!- un Köhler bastante enojado había mandado a silenciarla.

-Pero si es verdad, lleva toda la noche tomando Ginebra y fuma cigarros baratos y llego con su estúpida superioridad.-

-Mi estúpida superioridad?, no es mi culpa que te sientas inferior a mi lado, aun con todo tu cuerpo hecho a tu antojo, claro no pagado por ti, obvio. Yo no necesito esperar a que llegue algun millonario a pagarme las bebidas y poder tener la oportunidad de tomar Champagne, ya me canse de ella la he tomado demasiadas veces en mi vida, pero no te pido que tengas los mismos gustos que yo, no se puede esperar mas de una costosa zorra. Asi que te agradecería callaras tu estúpida boca de silicon y me dejaras disfrutar de mi barato cigarrillo.-

Todos en la sala me miraban, excepto la rubia que miraba a gigante hombre esperando que dijese algo a mi respuesta de su insolencia. 

-Te dije que te callaras!- Dijo un Köhler sonriente, y recibió su respuesta.

Ella se quedo muda y muy enfadada en su asiento.

Taylor reía sin escrúpulos.

-Que bien habla mi chica eh!?- dijo presumiendo a su hermano el cual parecía furioso con esas palabras.

Termine mi exquisito cigarrillo, mientras Taylor y "El señor socio de mi padre" su hermano, conversaban de los viajes de Taylor, familia y negocios.

-Bailamos?- pregunte a Taylor interrumpiendo su conversación.

-Claro, seria todo un honor bailar contigo Gía.-

Nos levantamos y dirigimos a la pista de baile una que otra foto fue tomada por la prensa. Bailabamos justo frente a el. Y su mirada no se despegaba de nosotros, aun y con la insistente pedida de atención de las dos chicas ebrias.

Taylor se comportaba como todo un caballero, incluso me costaba creer que fuera hermano de Köhler y expresidente de una hermandad.

Pero no era muy difícil imaginar como iría todo si yo no estuviese aquí y solo fueran ellos dos con las chicas.

-Eres preciosa- Taylor pronuncio en mi oído antes de besarme.

Todo eso ante la atenta mirada del multimillonario, magnate de un imperio automovilístico y presunto traficante de armas. Tom Köhler.

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