Capítulo 31

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Parecía furioso y era aterrador.

-¿Pero que mierda?- soltó molesto Louis -Amigo busca tu propia habitación, esta ocupada.-

El tipo tatuado camino hacia el, agarrando el cuello de su camisa y quitándolo fuertemente de encima de mi, logrando que su trasero golpeara el bien pulido suelo.

Estaba muy confundida, pero ya no tenia el cuerpo de ese monstruo sobre mi. Me levante lo mas veloz que pude e intente bajar lo mas posible mi vestido. Necesitaba un baño justo en este momento. Me sentia sucia.

Me puse de pies pero mis piernas aun tambaleaban.

-Yo no soy tu amigo- lo escuche decir a lo lejos antes de que su puño golpeara la cara del moreno. Todo sucedía en cámara lenta. -Ella- golpe -te- golpe -dijo- golpe -que- golpe -no- golpe -muchas- golpe -veces- golpe, golpe y golpe. Intente salir corriendo y solo termine con mis rodillas chocando del piso. Sentía que me desmayaría en cualquier momento, esta sensación no era de borrachera. Trate de ponerme de pies nuevamente y fracase. Malditos tacones.

Ya Louis estaba inconsciente y su cara sangraba aun recibía golpes

-Basta- dije casi inaudible. Las lágrimas corrían por mi rostro. -Baaassta!- repetí aun de rodillas

El poso sus ojos en mi, luego en el chico ensangrentado en el piso y de nuevo en mi.

Se levanto rápidamente caminando hacia mi.

-Oh chica! Estas muy mal.- dijo con un tono de chiste. -Puedes levantarte?- negué con la cabeza -me tomo de la cintura y me puso de pies, sosteniendo el todo mi peso con una mano me arreglo el vestido y el abrigo manchándolo todo de sangre. Agradecí mentalmente que el vestido fuese rojo. Paso su brazo por mi espalda.
-No debes consumir esas mierdas- regaño.

-Yo no consumo nada. Solo tome gintonics- respondí con un hilo de voz.

-Maldición, entonces te drogaron. Porque estas muy drogada.- me llevo caminando sosteniendo todo el peso de mi cuerpo con su brazo en mi cintura. -intenta pasar desapercibida- susuro en mi oído- y baja la cara que te ves terrible.-

¿Como podría verme si incluso aun no podía parar de llorar? Terrible era poco para lo horrible que me sentía.

No podía pensar con claridad, solo veía la punta de mis tacones y mi vista estaba completamente nublada por las lágrimas y por lo que sea con lo que me drogaron. El tipo tatuado a mi lado me guiaba por todo el camino ya que ni podía reconocer muy bien las figuras. Me encuentro totalmente desorientada.

Llego a la puerta de mi suite y el chico me pide la llave. Al entregársela entro en conciencia de que el nunca me pregunto cual era mi suite.

-¿Como sabias en que suite me estaba quedando?- pregunto al entrar, intentando concentrar mi mente.

-Es mi trabajo- responde serio al ver mi rostro -Maldicion- baja su mirada al suelo -Sientate, buscare el botiquín.-

me estaba persiguiendo, durante todo el día. ¿seria un guardaespaldas que me había mandado mi padre?... No, no. No lo creo mi padre nunca contrataria a alguien con su aspecto. De eso estoy segura.

-¿como que tu trabajo?- el estaba agachado frente a mi, limpiando mi rostro.

-¿Puedes cerrar la boca y dejar las preguntas?-

Este tipo es un idiota. No dije nada, no le discutí. No estoy de ánimos para eso. Solo me levante del sofá tome el botiquín y me dirigí al baño.

Las lágrimas comenzaron a salir de nuevo al verme en el espejo.

Había una cortada sobre mi pómulo, sangre en mi nariz y en mi labio y el maquillaje corrido.

Necesitaba una ducha justo ahora. Llene la tina quite el abrigo marrón manchado de sangre, la sangre de ese imbécil que casi abusa de mi, el vestido y me sumergí en el agua caliente aun con mis bragas.

los sollozos volvieron, mis rodillas están raspadas y podría asegurar que mañana estaré llena de moretones.

Mi mente no podía concentrarce en nada. No podía pensar. Solo me hundí por completo en el caliente liquido dejando que el agua limpie mis heridas, internas y externas.

...

Salí del baño, ya no me sentía drogada y comenzaba a sentir dolor.

Escuchaba a... Ehmm no recuerdo su nombre hablar y segundos después su espalda invadió mi campo visual, hablaba por teléfono.

-Jefe no puedo matar a ese chico es una fiesta de celebridades, además seguro ya se regreso corriendo a su casa despues de la paliza que le di-

Silencio...

-Si, le pateé el trasero, va a recordar esta noche como si hubiese cogido por primera vez- rió.

Silencio...

-Ella se esta bañando-

Silencio...

-Si jefe, a esta hora. Yo tampoco lo entiendo.-

Silencio...

-No creo que se este cortando las venas- respondió alterado -ire a ver- se giro rápidamente encontrándose conmigo. -Ya salio de su ducha esta justo frente a mi-

Silencio...

Extendió el teléfono hacia mi.

Tarde unos segundos en tomarlo pero la voz que oí me dejo atónita.

-¿Estas bien?- me quede en silencio, no sabia que decir -¿Alo? Señorita O'Donell- Tom Köhler. -¿Esta ahí?- Reaccione.

-¿Köhler?- conocía su voz, pero quería cerciorarme.

-¿Como estas, como te sientes?-

tarde un poco en contestar

-No lo se- el sollozo en mi voz respondía sus preguntas.

-oh cariño. ¿Queres que vaya por ti? Podemos ir a donde desees.-no entendía todo esta situación, ¿que tenia que ver este tipo con Tom?, ¿porque el se comportaba así conmigo?, ¿habia contratado a este tipo para que?, ¿en serio había ordenado matar a Louis? -¿Georgia?- su voz me despertó de mis pensamientos

-¿Que?-

-¿Que si quieres que te busque?-

-ehmm, gracias. Pero solo quiero dormir.-

-Descansa entonces preciosa.- y colgo

...

El brazo de Patrick cubría mi cintura mientras dormíamos de cucharita.

Cuando mi amigo llegó y supo lo que había pasado, pensé que el si iba matar al imbécil que me hizo todo esto. Pero estaba segura que su reacción su efusiva molestia era mas hacia el mismo, se sentía culpable por estar cogiendo mientras a mi me pasaba toda esa pesadilla. Se disculpo mil veces por dejarme sola antes de quedarnos dormidos juntos, no quería soltarme.

Al despertar Patrick seguía en la misma posición que al acostarnos.

me sentía igual de cansada, tome mi teléfono y eran apenas las 9:18 de la mañana y me quede dormida al amanecer.

Entro al baño y al verme al espejo me dan ganas de llorar, vomitar, volverme loca. Tengo mi pómulo morado, verde, de todos colores

Salgo de la habitación y escucho voces

Voy hasta la sala y me encuentro con el tipo tatuado y... ¡No lo puedo creer! Tom Köhler.

Lo Prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora