Capitulo 4

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Creo que el a notado mi expresión de asombro ya que al verme una sonrisa maliciosa broto de sus apetecible labios, se ve muy distinto al hombre de elegante traje que vi ayer, una camiseta roja deja ver algunos tatuajes en sus brazos marcados y un mucho mas joven köhler.

Camina hacia mi, y el intenso mar de sus ojos cada vez se me hace mas cerca, la sonrisa aun no se borra de su rostro mientras toma mi mano y la acerca aquel abismo que lleva por boca. Un pequeño y sutil beso dejó en mi mano justo antes de comerme con la mirada, esa mirada que me intimida.

Camino hasta su auto, y abrió la puerta del copiloto dejándome ver que sus intenciones eran ser caballeroso.

...

El camino se hace eterno y no tengo idea de a donde pueda querer ir el gigante que a mi lado va, el silencio ha arropado todo el camino, el ambiente estaba muy tenso, lo cual a el no parecía molestarle.

-Te ves hermosa...- solo soltó de repente, gire mi cabeza que reposaba en la ventana con los cristales completamente bajos podría jurar que en mirada se podía encontrar un poco de desconcierto un hombre tan imponente como el diciéndole eso a una chica como yo.

-Estaba algo preocupada, pensé que quizás iba muy informal- le interrumpí, mirando atenta su bien parecido rostro.

-Vas perfecta- dijo mientras hacia un asentimiento con la cabeza aun con la vista fija en el camino.

Seguí observándolo, ahora los tatuajes que adornaban la musculatura de sus brazos.

-Nunca habría pensado que de bajo de ese traje se ocultaran tan hermosos tatuajes- Pensé en voz alta arrepintiendome instantáneamente de mis palabras.

La curvatura de sus labios se alargo creando una sonrisa maliciosa haciendome sentir aun mas incomoda con mis palabras anteriormente dichas.

-No entiendo porque no lo habría pensado- dijo viendo mis piernas, aun con el gesto malicioso en sus tan apetitosos labios

-Es solo que un hombre tan serio e imponente como usted, no lo hubiese imaginado, además lo capture varias veces viendo atentamente los mios y supuse que no los aprobaba o algo así.

-Entonces nos encontramos en la misma posición Señorita O'Donell yo nunca me hubiese imaginado que un hombre como su padre, tan temido en los negocios tendría una hija tan hermosa, además el tatuaje en su rodilla fue lo primero que me cautivo de usted, y aun no había visto el que tiene debajo de sus senos o el de su exquisita espalda, pero claramente no fue solo eso también su innegable belleza- culmino volteando la vista del camino hacia mi, y podría jurar que mis mejillas estaban rojas como tomates.

Tom Köhler me había dejado claro que se sentía cautivado por mi, y yo moría justo en este momento por probar sus labios.

-Pues claramente uno no puede juzgar un libro por la epifanía que nos brinde su portada.- fue lo único que mi mente agitada y consternada por su confesión alcanzo a conseguir como respuesta.-

Una sonrisa broto en su rostro nuevamente.



...



Llevamos demasiado tiempo en este auto, podría jurar que ya no estamos en New York.

Saco el teléfono de mi bolso y veo la hora 12:54Pm y parecía que no ya no nos encontrábamos en New York, el frío asechaba a las afueras del deportivo con calefacción una montañas enormes completamente verdes imponían su presencia en el paisaje

-¿Donde estamos?- me aventure a preguntarle

-Pensilvania, ya casi llegamos.- Joder estábamos realmente lejos.

Lo Prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora