Empuje con fuerza a Tom despegando su cuerpo del mio.
-Conmigo no juega señor- dije señalando con mi dedo índice. Acomode mi ropa aun agitada y camine hasta la puerta. -no me interesa su lívido esta noche. Llamate a una de tus putitas que seguro le hace mucha ilusión acompañerte. A mi dejame en paz- Köhler se hallaba con una expresión tensa e incredula.
Cerré la puerta a mis espaldas e intente calmar mi respiración, subí hasta mi cuarto predilecto. Patrick aun no llegaba y taylor aun dormía. Tome unos cigarros de mi cartera y movi mi cuerpo al gran balcón que daba vista a la gigantesca playa.
Prendi mi cigarro... La primera calada siempre es la mejor.
Mi mente viajaba a al pelirrojo unos pisos por debajo del nuestro.
¿Sera que de verdad le gustaba como había dicho en la playa?, ¿de verdad le parecía interesante y especial? No lo creo. Me parece que solo no concibe el verme con su hermano, solo es un ser caprichoso que esta acostumbrado a que todo sea tal cual quiere y dice, a tener empleados y no iguales.
Revise mi teléfono y tenia una llamada perdida de mi padre, ya a esta hora era muy tarde para llamarle. Atendí un poco mis redes sociales las cuales no utilizaba mucho. Tenia etiquetada en instagran una foto besandome con Taylor en el club. Demasiados comentarios de chicas ardidas por Taylor -Realmente no me interesa- dije en voz alta sintiendo a mi amigo posicionarse en mi espalda y presionar mis hombros.
-¿Que pasa pequeña?- pregunto mi amigo colocandose en cuclillas frente a mi
-¿y tu cita?- dije frunciendo el ceño, me pone de malas el tenerla aquí
-Llego muerta, la deje en la habitación.- respondió arrimando mi cuerpo para que le hiciera espacio en el sillón. Moví mi cuerpo y se sentó por detrás de mi acunandome en sus piernas, recoste mi cabeza en su pecho y logre aspirar su aroma a cigarrillos y perfume caro mezclado con el perfume de la morena.
-Nunca aprendió a beber- digo divertida mientras enciende un cigarrillo y me da uno a mi -de hecho ninguna de las chicas que te consigues saben manejar el alcohol- finalizo riendo.
-Tu chico también cayó redondo- acuso.
-Pero a ti siempre te pasa.- contraatacó.
-Si- hizo silencio por unos segundos -Supongo que ninguna es tan buena como tu- note la melancolía en su voz. Otros segundos de silencio
-Si, ninguna de esas zorras te llevara zumo de naranja para la resaca, o esconderá de tus padres.- respondí sonriendo pero ambos sabiamos a lo que el se refería, a su momento de confesión que solo se debía al perfecto paisaje, el perfecto clima, el perfecto cielo estrellado y la perfecta compañía. Pero entre Patrick y yo nada podía suceder. El silencio se apoderó de nosotros. Pero. No uno incómodo, había demasiada confianza entre nosotros y nos conocíamos demasiado bien para que algo nos incomodara.
Terminamos nuestros cigarros y nos quedamos en esa comoda pocision lo suficiente para dormirnos
...
Ya el sol iluminaba con bastante furia nuestros rostros haciéndonos despertar, levantamos nuestros traseros hambrientos hacia la cocina donde se encontraba Lorette con su móvil.
-¿Ya has desayunado belleza?- pregunta mi amigo.
-Si. Baje al restaurante- hace un silencio escaneandome con asco -te iba a decir para que me acompañaras pero los vi tan cómodos- Finaliza sínica y falsa
Ignore cada palabra. Es lo mejor. Entre a mi habitación y coloque un poco de musica, desprendí cada prenda de mi cuerpo que me recordaban a la noche anterior, puse a llenar la tina mientras buscaba algo que ponerme.
Un hermoso vestido floral, recordaba perfectamente el día que lo compre, estaba con Köhler. Rio en mi mente por lo estúpida que me comporte con el ese día, -¡Claro el imbécil se había comportado como un príncipe!- exclamó viendo el vestido. Lo cojo porque me encanta y va perfecto con el hermoso día.
Entro al baño y la tina esta en su punto hundo mi cuerpo en el agua a temperatura ambiente.
505 de Arctic Monkeys resonaba en mi baño. Soy un poco confusa con mi estilo musical, Puedo parecer una gánster o una hippie en cuestión de minutos.
...
-Te he dicho que desde que desperté no he visto a tu chico- Responde Lorette con fastidio por cuarta vez a mi pregunta.
-¿No crees que se haya ido con su hermano o si?- me pregunta Patrick
-No lo se. Ayer estaban hablando de unos papeles que tenían que firmar urgente de unas propiedades-
-Y tan linda que te habías puesto para el- dice la morena divertida por la situación.
Hago caso omiso a sus palabras como todo el viaje, se que eso la frustra mas, la conozco bien.
Pero yo no puedo apartar de mi mente la idea de Köhler contándole todo solo por el hecho de no haberlo complacido anoche, se que afecte su ego.
Me siento sobre la isla de mármol que esta en la cocina metiendo una tostada francesa a mi boca mientras mi amigo ríe por mi acción tan poco elegante.
-Quien te viera no creería que eres una O'Donell- Levantó mis hombros despreocupada mostrándole mi dedo medio
-¡Hasta que por fin!- oigo decir a la imbécil que me acompaña en el viaje, o mejor dicho LO ARRUINA.
Asomo mi cabeza y mis ojos se cruzan con un chico decaído. Patrick traia unas rosas hermosas en sus manos y una sonrisa de oreja a oreja pero podía notarlo decaído.
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Lo Prohibido.
Ficção AdolescenteÉl era como esos frutos que por fuera aparentaban ser deliciosos y en su interior la podredumbre abunda. Una exquisita mentira que ella descubriría. Ella, era como las perfectas bailarinas de las cajas musicales, dulce y frágil. Una buena presa para...