She's a good girl (she's such a good girl)

De nuevo tu

Luke se despertó poco a poco, para su sorpresa la cabeza no le estaba matando. Abrió los ojos y vio que estaba en un lugar extraño, completamente desnudo con la sábana enredada entre las piernas.

La boca le sabía ácida pero no tenía náuseas ni nada, y lo mejor, sentia que había descansado.

-Hola.... Creí que seguirías dormido.

El chico miró hacia el lado izquierdo y vio la figura de una chica de buen cuerpo terminando de maquillarse.

-Quién eres y qué hago aqui? Dónde está mi ropa?-se removió nervioso en la cama tratando vagamente de cubrirse cona sábana.

-Me llamo Jai, te quedaste dormido después del cuarto polvo y la llevé a lavar.

-Jai... Yo... No recuerdo nada. Qué hora es?

-Casi las siete.

-De la mañana?

-No tonto, de la noche.- la chica se puso unas zapatillas bajas y guardó en un bolso grande unas de tacón y plataforma color rojo brillante. Se acomodó el escote y se dirigió a la puerta.

-Hay comida en la nevera. Siéntete como en casa y en aquel cajón.- señaló un mueble junto a su tocador. -Hay ropa de mi ex marido. Está limpia, tal vez te quede.

Le sopló un beso y se fue. Luke volvió a recostarse, no tenía intensiones de irse, la cama era grande y cómoda y se sentía satisfecho y para nada resacoso.

Optó por levantarse y darse una ducha con agua caliente, se lavó el cabello con el shampoo de la chica que tenía olor a manzana y se limpió el cuerpo. Cogió una toalla y se la envolvió en la cintura para buscar la ropa donde la había indicado la chica. Se miró en el espejo, ya tenía barba de muchos días, el cabello revuelto y ojeras.

Salió a buscar la ropa y encontró calzoncillos y camisetas, asi como camisas y unos jeans. Se puso la ropa interior, los jeans y una playera blanca sin dibujos y para su sorpresa la ropa le quedaba bien. Fue a la cocina y abrió la nevera, encontró lasagna y pastel de frutas, es que momento había cocinado la rubia? No encajaba si el olor que percibió mientras dormía era por eso. Lo cogió y sin calentarlo se sirvió en un plato, abrió una botella de agua que había en la nevera y recordó donde la chica había guardado el ibuprofeno, solo se tomó dos pastillas, mas valía prevenir un dolor próximo.

Se puso a observar el departamento, no era muy grande, la cocina era pequeña, una estufa, un lavatrastos, un mueble pequeño y una nevera y una pequeña barra. El el centro una mesa para dos personas, aun lado, dos sillones y una televisión, atrás de un sillón, una cortina de tela transparente color azul dividía la habitación que era la enorme cama, un armario, un mueble pequeño y el tocador. Había una lámpara y un foco que colgaba del techo pero igual no iluminaba mucho. Aun lado del armario la puerta del cuarto de baño.

Luke entró a la habitación después de comer y lavar los platos y se sentó en la cama. La habitación tenía una mejor decoración, era de color verde aqua, el salon y la cocina eran color beige. En la habitación había un póster de una película, un par de fotos y dibujos, muchos dibujos.

En el espejo, tenía incrustadas en una esquina un par de fotos. En una, la chica rubia estaba montada sobre un caballo color caramelo, traía jeans y botas vaqueras color café, una blusa a cuadros abotonada hasta el pecho, un sombrero vaquero color blanco y sonreía. El cabello lo tenía en una trenza que le colgaba del hombro derecho y sonreía.

La otra foto estaba con un vestido rojo muy elegante con el cabello rubio recogido y bien maquillada, abrazando a una niña de unos nueve años también con vestido pero este era de flores. Las dos sonreían a la cámara. Ya no había mas fotos. El cajón del mueble estaba mal cerrado, lo abrió para acomodar la ropa y poder cerrarlo y era el de la ropa interior. Encontró puras tangas, bikinis y sostenes de todos los colores posibles, los revisó uno a uno.