12

15.2K 1.7K 369
                                    

[Narra Namjoon]

Después de que Ken llegara a buscar a Jin, no sentí ese cosquilleo o dolor de garganta. Si es verdad Jin se ha vuelto más lindo o quizás es porque no lo he visto pero está más apuesto eso si pero aún así lo que me hacía sentir hace unos meses se había reducido a la mitad. Aunque si recuerdo el beso que nos dimos, todavía sonrió ingenuo. Pero tengo rencor, por qué? No lo sé. Lo que siento por el o lo que pienso cuando digo su nombre es, ¿por qué no sé fijo en mi? Quizás mi falta de personalidad, lo silencioso que fui cuando estuve a su lado. Pero sé que aunque cambie mi personalidad el no se fijaría en mi.

-Namjoon!- me gritaba Zico de la otra esquina, venía hacia mí con una sonrisa en su rostro y con un caminar apresurado.

-Qué tal?- le dije sonriendo, chocando nuestras manos.

-Bien. Vamos a tomar helado?- asentí y empezamos nuestro caminar.

-Zico, te puedo hacer una pregunta?-

-Dime.-dijo tomándome atención.

-Cómo me encuentras?-

-No entiendo.

-Físicamente.- dije tímido.

-Eres un hombre encantador y sexy por todos los lados que te miré.- dijo sonriéndome y entró a la tienda de helados.
Me había sentido bien al escuchar eso, cuando preguntaba eso a mis antiguos amigos solo se quedaban callados o se reían. Me sentía elogiado por primera vez.
Zico, ya había comprado nuestros helados y nos sentamos en las mesas de afuera de la tienda.

-Siguiendo con el tema. Lo que dijiste fue en serio?- Zico me miró serio.

-Claro que si. Por qué te mentiría? A qué quieres llegar con esto?.

-No lo sé. Nunca me habían respondido de esa forma. Gracias.

-Namjoon, aunque solo me hayas preguntado por lo físico, puedo decirte con este mes que te he conocido, que me gusta mucho tu forma de ser, como ves la vida, los problemas y las cosas que pasan en el día a día, tus grandes historias que me han echo pensar tantas cosas. Eres una persona realmente genial. No es necesario que te lo diga tanta gente, con saber quien eres tú, yo creo que está bien. Pero si eso no te basta, yo te digo lo que eres para mí y la gran persona que eres.- escuchaba todas esas palabras con una sonrisa que trataba de ocultar mientras comía mi helado, Zico realmente me hace ponerme tímido y me hace feliz. En este mes el me ha hecho sacar todo lo mejor de mi, me he abierto un poco más y he podido demostrar quien soy.

-Gracias, por ser tan honesto. Te lo agradezco.- dije tomando su mano y sonriéndole.

-No es nada.- dijo asiéndome cariño en mi mano y sonriéndome también.

Después de un largo tiempo en estar hablando de nuestras vidas, Zico me invitó a su casa a pasar la tarde jugando videos juegos.

-Vamos! Eres muy malo!- le dije a Zico que iba perdiendo. Su cara estaba muy enrojecida y sus ojos estaban fijos en la pantalla.

-Te estoy dejando ganar!- dijo empujándome. Me desvíe de la pista y puedo pasarme.

-Tramposo!- deje el control de lado y empecé a empujarlo y hacerle cosquillas. Zico no podía soportar las cosquillas, se descontrolaba rápidamente.

-Bas-ya- basta-nam-NAMJOON. Ya! Me rindo-me decía con lágrimas en los ojos y zafándose de mi agarre.

-Quién es el tramposo?-dije poniendo mi oreja cerca de su boca. Sentí su lengua pasando por mi oreja, un escalofrío pasó por mi cuerpo y una sensación de asco y satisfacción. Lo empuje y el fue ahora el que me estaba haciendo cosquillas.

-No sabes jugar!- me dijo, sosteniendo mis muñecas. Nos quedamos mirando, como si nos estuviéramos comunicando con las miradas. Zico empezó a flectar sus brazos, para acercarse más a mi cara. Yo seguía mirándolo, tratando de procesar lo que pasaría. Cuando ya solo quedaba unos pequeños centímetros entre nuestros labios, él cerró sus ojos al igual que yo. Y en un momento nuestros labios estaban mezclándose. Sus labios eran suaves con sabor a cacao, abrí un poco mi boca y no dudó en meter su lengua. Estaba relajado y disfrutando del beso. No quiero que acabe, quiero seguir sintiendo la adrenalina y calor que siento en mi cuerpo en estos momentos.
Seguíamos moviendo nuestros labios de lado a lado, nuestras narices rosaban, mientras nuestras lenguas jugaban dentro de nuestras bocas. Zico empezó a despegarse de mí sin antes morder mi labio superior dejándome con la boca abierta de lo fogoso que fue el beso.
Me había dejado anonadado de lo bien que besa. Me había dejado con ganas de más.
Me paré del suelo, después de que él saliera de encima mío. Nos miramos y sonreímos.
Seguimos jugando como si nada hubiera pasado, mientras yo seguía pensando en lo que había despertado en mí por Zico.

MÍO [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora